El socialismo
encubierto de Barack Obama
Investor Business Daily
Durante su discurso, a comienzos
de mes, ante la NAACP*, el senador Obama repitió el término de
“justicia económica” al menos cuatro veces. "He estado trabajando
toda mi vida de adulto para ayudar a construir una Norteamérica
dónde se sirva la justicia económica", dijo ante la 99a convención
anual del grupo en Cincinatti.
Y como presidente, "aseguraré que se sirva la justicia económica",
aseveró. "De eso es de lo que se trata en esta elección." Obama
nunca describió el significado del término, pero no tenía que
hacerlo. A juzgar por la estruendosa aprobación, su audiencia sabía
lo que quería decir,
Es por el resto del público, que permanece ignorante, que estamos
lanzando esta serie educacional especial.
"Justicia económica" simplemente significa castigar a los exitosos y
redistribuir sus fortunas por mandato gubernamental. Es un eufemismo
por socialismo.
En el pasado, ese tipo de retórica eso sólo eso, retórica. Pero
Obama se está posicionando para transformar esa retórica en acción,
en una escala nunca vista desde el surgimiento del estado de
bienestar.
En sus últimas memorias, dice que le gustaría "volver a lanzar" la
red de bienestar que iniciaron FDR y LBJ, al mismo tiempo que haría
retroceder lo que desdeñosamente llama la economía de mercado, donde
"el que gana se lo lleva todo", que Reagan revivió (con enormes
ganancias para las condiciones de vida de todos).
Obama también habla de "restaurar equidad en la economía", código
para exprimir a "los acaudalados," un segmento de la sociedad que
parece no comprender que abarca a los pequeños empresarios.
Está claro, cuando se leen cuidadosamente sus dos libros, que es un
firme creyente en la envidia de clases. Cree que la economía es una
especie de pastel donde si unos cogen más, otros tienen que coger
menos. Es decir, donde nadie puede hacerse rico si no es a expensas
de los pobres.
Siguiendo el desacreditado modelo marxista, Obama piensa que el
gobierno debe intervenir y redistribuir las partes del pastel. Eso
requiere masivas transferencias de fondos a través de impuestos y
gastos gubernamentales.
Por supuesto, Obama es demasiado astuto para tratar de contrabandear
es mercancía colectivista abiertamente. Él disfraza las
transferencias de fondos como "inversiones", "hacer a los
norteamericanos más competitivos.
Su Nuevo Trato garantiza igualmente un "salario vital," un salario
mínimo de $10, vinculado a la tasa de inflación; y un "comercio
equitativo" y "prácticas laborales equitativas" con ventajas para
los "empleadores patriotas", es decir, que hagan lo que digan los
sindicatos, y sanciones para las compañías que no lo hagan..
Y eso sólo para empezar , materia para el primer período
presidencial.
Obama no se detiene en cuidado de la salud socializado. Él quiere
socializar todo el departamento de los recursos humanos- desde la
nómina hasta las pensiones. Su microingeniería social se extiende
hasta ordenar a los empleadores a otorgar siete días de enfermedad
pagados al año, tanto para obreros fijos como temorales.
Usted puede apreciar el porqué Obama fue catalogado por el National
Journal, sin discusión. como el miembro más liberal del Sen ado,
Pero ¿puede ser realmente "más izquierdista" como recientemente
señaló McCain, que el Senador Bernie Sanders que se declara
abiertamente socialista y por el que Obama hizo campaña, incluyendo
un viaje especial a Vermont para atraer votantes?
El historial de votos de Obama, incluyendo sus días en el congreso
estatal de Illinois, dice que sí. El trayecto de su carrera -y los
que lo guiaron- conducen a la misma conclusión.
Las semillas de su ideología de extrema izquierda se plantaron en
sus años de formación en Hawai- y eran mucho más radicales que
cualquier biografía o perfil que hayan hecho los medios de
información.
Una lectura cuidadosa del primer libro de memorias de Obama, "Sueños
de mi padre" revela que el mentor de su niñez, hasta que tenía 18
años -un hombre a quien se refiere enigmáticamente como "Frank", no
fue otro que el fallecido comunista Frank Marshall Davis, que huyó
de Chicago después que el FBI y el Congreso abrieron investigaciones
sobre sus actividades "subversivas" y "antiamericanas"
Cuando Obama se preparaba para dirigirse a la Universidad, se pasaba
largas horas en la casa de David para sesiones nocturnas. Davis
manejaba a sus impresionables invitados con abundantes dosis de
whisky y consejos, incluyendo: "Nunca confíen en el establecimiento
blanco".
"Los entrenarán tan bien", decía, "que ustedes comenzarán a creer lo
que ellos les dicen sobre igualdad de oportunidades, el modo de vida
americano y toda esa basura"
Después de la universidad, cuando ya era amigo de profesores
marxistas y participaba en conferencias socialistas "para inspirarse",
Obama siguió las huellas de David, convirtiéndose en un "organizador
comunitario" en Chicago.
Su jefe allí era Gerald Kellman, cuya identidad Obama trata también
de ocultar en su libro. Resulta que Kellman es un discípulo del
fallecido Saúl Alinsky, "el Rojo", un socialista duro de Chicago,
autor de "Reglas para los Radicales", y que agitó por una revolución
social en Estados Unidos..
El Woods Fund, radicado en Chicago, proveyó a a Kellman con sus
iniciales $25,000 para contratar a Obama. A su vez, Obama serviría
después en el Consejo Woods con el terrorista Bill Ayers, del
Weather Underground. Ayer fue uno de los primero apoyos políticos de
Obama.
Después de agitar durante tres años, con éxito marginal, en favor de
más programas de bienestar en Chicago Sur, Obama decidió que
necesitaba estudiar derecho, para "lograr un verdadero cambio"en
gran escala.
Mientras estaba en la Escuela de Derecho de Harvard, encontró tiempo
para afilar sus habilidades organizativas. Por ejemplo, empleó ocho
días en Los Angeles para tomar un curso de entrenamiento otorgado
por la Alinsky Industrial Areas Foundation. Con su nuevo Diploma de
Derecho, regresó a Chicago para aplicar -y también para enseñar- las
tácticas de agitación de Alinsky.
(Una biografía de Obama en video, de sus páginas de Internet,
incluye una toma suya enseñando en un aula de la Universidad de
Chicago. Si usted detiene el video, y mira detenidamente a la
pizarra en que está escribiendo Obama, puede detectar las palabras "Análisis
del Poder" y "Relaciones Basadas en el Interés Propio"- términos que
vienen directamente del libro de reglas de Alinsky).
En medio de todo esto, Obama se reunió con la tribu de su padre, en
Kenya, de Luo, durante viajes a Africa.
Como burócrata de Nairobi, Barack Hussein Obama padre, economista
educado en Harvard, retó al gobierno pro-occidental por no ser
suficientemente socialista. En un documento académico de ocho hojas,
publicado en 1965, arguyó a favor de eliminar las granjas privadas y
nacionalizar los negocios "de dueños asiáticos y europeos".
Sus ideas de expropiación estilo comunista no se detuvieron ahí.
Propuso igualmente impuestos masivos sobre los ricos, a fin de "redistribuír
nuestras ganancias económicas para beneficio de todos."
"Teóricamente, nada hay que pueda impedir al gobierno poner
impuestos sobre el 100% de los ingresos, siempre que el pueblo
reciba beneficios del gobierno proporcionales los ingresos que son
gravados", escribió Obama padre. "No veo el porqué no puede poner
impuestos sobre los que tienen más, y dirigir algunos de esos
ingresos hacia ahorros que pueden ser utilizados en inversiones para
desarrollo futuro".
Impuestos e "inversiones"... en verdad, de tal palo, tal astilla.
(Los votantes pueden estar también interesados en que Obama, el
supuesto sincero expositor, no menciona ni una sola vez las
inclinaciones comunistas de su padre. en un libro dedicado
enteramente a su memoria).
Durante la reciente intranquilidad civil en Kenya, Obama llamó en
privado a Raila Odinga, dirigente de la opositora tribu Lou, para
expresarle su apoyo. Odinga es tan izquierdista que le puso Fidel
Castro a su hijo.
Después de que su identidad africana estaba bien asegurada, Obama
regresó a Chicago y cayó bajo el encanto de un pastor afrocéntrico.
Era una atracción natural. El Reverendo Jeremiah Wright predica una
versión marxista del cristianismo llamada "teología de la liberación
negra", y ha apoyado a los comunistas en Cuba, Nicaragua, y toda
partes.
Obama se unió a la iglesia militante de Wright, comprometiendo su
adhesión a un sistema de "valores negros" que demoniza a los blancos
de la clase media. (Obama, en su primer libro, publicado en 1995
calificó de "sensatos" esos valores. No hay mención a ellos en su
nuevo libro)
Con una gran iglesia respaldándolo, Obama decidió a postularse para
cargos políticos, donde podía organizar para "el cambio" con mayor
efectividad. "Como funcionario electo", dijo, "pudiera unir a la
iglesia y dirigentes comunitarios más fácilmente de lo que pudiera
como organizador comunitario o abogado". Podía también ejercer poder
real, de arriba hacia abajo, lo que falta a los activistas de base.
Alinsky estaria orgulloso.
A través de su carrera, Obama ha trabajado estrechamente con una red
de socialistas y comunistas, en su lucha por la "justicia económica".
Ha estado moviéndose en una órbita de colectivismo que va desde
Nairobito Honolulu, pasando por Chicago, hasta Washington.
Y, sin embargo, una encuesta reciente de AP halló que sólo un 6% de
norteamericanos describiría a Obama como "liberal", y mucho menos
como socialista.
Generalmente, las encuestas de opinión pública usualmente reflejan
la opinión de los medios de información. Estos siempre han descrito
a Obama como "un moderado de fuera de washington" que supuestamente
traerá a la capital "un aliento de aire fresco".
Los pocos que han ahondado en sus raíces radicales se han inclinado
a restarles importancia. Inclusive los escépticos por miedo a ser
llamados racistas. Pero es demasiado lo que está en juego en estas
elecciones para seguir con rodeos.
Una crisis bancaria histórica y una staginflation estilo 1970 se
ciernen sobre la economía. Los demócratas, que ya controlan el
Congreso, ahora aspiran a un control total del país. Una tormenta
perfecta de estatismo está en formación, y nuestras libertades
económicas están en riesgo serio.
Los que se preocupan menos de parecer políticamente correctos que de
preservar el individualismo de libre mercado, que ha hecho grande
este país, han comenzado a llamar las cosas por su nombre. Es
necesario para evitar un desastre de largo alcance.
Traducido por EAR
Octubre,
2008 |
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