Una ofensiva criminal
Adolfo Rivero Caro
Pocas veces hemos visto una ofensiva tan amplia y tan feroz como la
que se está desarrollando contra el gobierno de Honduras.
Recientemente, en la XV reunión del Movimiento de los Países No
Alineados, Raúl Castro exigió
el restablecimiento de José Manuel Zelaya
alegando que su deposición había sido “…
un golpe de estado a un gobierno constitucional.” Increíble. Fidel y
Raúl Castro encabezaron, durante más de veinte años, la lucha armada
para derrocar a los gobiernos constitucionales de América Latina.
¿De dónde sale esta súbita preocupación por la legalidad
constitucional? ¿Y acaso no sigue siendo su principal preocupación
echar abajo las constituciones democráticas para facilitar el
establecimiento de dictaduras desde el poder? ¿No es esa la
nueva línea del Foro de Sao Paulo? ¿No era eso lo que pretendía
Zelaya? ¿No fue a eso a lo que se opusieron el Congreso, la
judicatura, las fuerzas armadas, la Iglesia Católica y las
organizaciones de la sociedad civil de Honduras? ¿Cómo es posible
ignorarlo?
Es cierto que el problema de Honduras gira alrededor de un golpe de
estado. Pero el único y verdadero golpe de estado fue el que
intentó Zelaya contra la democracia hondureña. Que los
hondureños lo hayan frustrado es lo que ha exasperado a los
Castro, a Chávez y a sus adláteres. Basta con oír a Zelaya
hablando de lo que él llama la oligarquía y las empresas
explotadoras para comprender que su lenguaje de lucha de clases es
el mismo de Fidel Castro y que lo que pretendía era copiar su
modelo: eliminar la empresa privada, estatizar toda la economía y
establecer una dictadura eterna.
Lo lamento por los partidarios de Obama pero su gobierno está
exactamente en la misma frecuencia de Fidel Castro y de Hugo Chávez.
Está presionando duramente a Honduras: le ha quitado la ayuda
militar y le ha retirado las visas americanas a los dirigentes del
gobierno provisional, incluyendo la del magistrado del Tribunal
Supremo que ordenó el arresto de Zelaya. Honduras es un país pequeño
y pobre. ¿Cómo va a poder resistir los ataques de Hugo Chávez y de
sus millones, las presiones de Zapatero y de la Unión Europea y la
ofensiva del gobierno de Estados Unidos? La OEA, la misma que estaba
llena de entusiasmo por incluir en sus filas a la dictadura de los
Castro, ahora tiene como su principal tarea… “defender la
democracia”… devolviendo a Zelaya al poder… Sería un crimen
regalarle un triunfo a los Castro, Chávez y compañía precisamente
cuando están en crisis. .
La dictadura cubana es más débil que nunca. Sus simpatizantes debían
de prestar atención a esta cifra: en Cuba, un médico gana 600 pesos
al mes, un policía gana 900. ¿No es obvio que la dictadura prioriza
la represión? Y no es por gusto. La iniciativa de los municipios de
oposición pudiera cambiar a corto plazo toda la situación política
cubana. Opositores como
Juan Eduardo Cevallos Ramos y Mileisis Vigoa en Artemisa,
Gerardo Sánchez y Pedro Antonio Alonso en Santiago de Cuba,
José Agramonte Leyva y Librada Álvarez en
Camagüey, y Jorge Luis García Pérez “Antúnez” y Blas Augusto Fortún
en Placetas son los primeros de una vanguardia que se está
extendiendo por todo el país. Se están preparando muchos
otros municipios de oposición y la dictadura simplemente no sabe qué
hacer con ellos.
Chávez, por
su parte, ha retirado su embajador en Bogotá. Su pretexto ha sido
que los colombianos habían denunciado que Venezuela le había
comprado armas a Suecia, incluyendo lanza-cohetes, que luego
aparecieron en manos de las FARC. Pero esto, aunque importante, es
secundario. Lo que lo tiene aterrado es que el gobierno de Uribe
haya accedido al establecimiento de nuevas bases militares
americanas en Colombia para combatir el narcotráfico. No es para
menos. El Congreso de Estados Unidos acaba de publicar un informe
devastador para Venezuela.
“Los hallazgos de este informe aumentan mi preocupación de que la
negativa de Venezuela a colaborar con Estados Unidos en la
persecución del narcotráfico es debida a la corrupción existente en
el Gobierno de ese país”, afirma el senador Richard Lugar, el
republicano de más rango en el Comité de Relaciones Exteriores del
Senado, quien encargó la elaboración de este documento a la Oficina
de Fiscalización General del Congreso (GAO), en un esfuerzo por
confirmar los datos del Departamento de Estado sobre el incremento
del narcotráfico en Venezuela.
Desde 2004 hasta 2007, la cantidad de cocaína producida
en Colombia y salida desde Venezuela se ha más que cuadruplicado,
pasando de 60 toneladas por año a 260. Esa cifra representa, según
el informe, el 17% de toda la cocaína producida en el mundo en 2007.
“Después de entrar en Venezuela”, relata el documento, “la cocaína
habitualmente sale del país a bordo de aviones que despegan y
aterrizan desde cientos de aeropuertos clandestinos”.
Uno se pregunta, ¿por qué oponerse a la lucha de EE.UU contra el
narcotráfico y cerrar las bases americanas dedicadas a esa tarea?
¿Por qué hacen eso personajes como Chávez, Correa y Evo Morales?
¿Qué tiene que ver eso con ningún anti-imperialismo? ¿No es legítimo
preguntarse cuánto no están dispuestos a pagar los
narcotraficantes para que se cierren las bases americanas dedicadas
a la lucha anti-narcóticos? ¿Acaso no habrán gobernantes
latinoamericanos que, con el pretexto del anti-imperialismo, estén
ayudando a los narcotraficantes y haciéndose fabulosamente
ricos en el proceso? Atención.
Julio,
2009 |
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