La democracia no es gratuita
Eloy Page
Es interesante, aunque definitivamente lamentable, la muerte
de Orlando Zapata Tamayo, prisionero de conciencia mal
tratado como delincuente común, por el régimen castrista.
Zapata murió a sus cuarenta y dos años, de manera que una
simple operación aritmética nos indica que nace en 1967,
ocho años después de haberse establecido el régimen
comunista en la isla de Cuba. Nació dentro de un régimen
comunista, creció dentro del sistema, no vivió en otro
sistema político más que el comunista, sin embargo muere en
la lucha por sus derechos y libertades. ¿Qué pasó con
Orlando Zapata Tamayo?, o planteada la pregunta de otra
manera, ¿Qué sucede con el régimen comunista, que aunque
ejerce el poder en nombre de las libertades del pueblo y que
supuestamente, tiene su origen en la procura de mejores
condiciones de vida, el pueblo llega hasta ofrendar su vida
por esas libertades y derechos, de los que nunca ha
disfrutado?.
La respuesta es simple y por demás sencilla. Todos los
hombre nacemos libres. En el devenir de los tiempos algunos
se acomodan al sistema, pero otros se mantienen
inclaudicables en su lucha por recuperar su libertad y
derechos naturales en el hombre, que permanecen secuestrados
por quienes dicen gobernar en su nombre y para ellos.
Esta pequeña reflexión, me obliga a pensar que las
ideologías que dicen llamarse "socialistas" y "comunistas",
que de socialistas no tienen nada por cuanto gobiernan para
que unos pocos disfruten del esfuerzo de los muchos, no
pueden ser instauradas más que por la fuerza, porque atentan
contra la esencia misma del ser humano, su libertad y su
derecho al bienestar proporcional a su propio esfuerzo. Si
volteamos a ver en retrospectiva, la historia nos da la
razón. La revolución Bolchevique, por la fuerza de las armas,
destrona al Zar Nicolás II y asesina a la familia Romanov,
con lo que muere la dinastía que gobernaba Rusia en los
albores del siglo XX. De esta manera se instala un gobierno
comunista en Rusia. La Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas(antigua URSS), surge del anexo de los países de
la Europa Oriental, que luego de haber sido "liberados" de
la ocupación alemana por el ejército rojo en la segunda gran
guerra, Rusia se los "queda" y los suma a su sistema de
gobierno.
El caso más patético y cuya historia por la mayoría es
conocida, es el caso de Cuba. Luego de haber sido
excarcelado y amnistiado por el asalto al cuartel Moncada,
Fidel Castro, por la fuerza de las armas y el terror, se
hace con el poder de la Isla. Paulatinamente va coartando
los derechos y libertades del pueblo cubano, al extremo que
actualmente están todos secuestrados, sin poder gozar de sus
más inalienables derechos y confinados en una gran cárcel
que coincide con los límites de la isla y el mar Caribe.
La fascista revolución cubana, comienza a ser exportada a
los países de América Latina, subvencionada directamente por
Cuba con fondos provenientes de la Unión Soviética. Por
miles se cuentan los latinoamericanos asesinados por
aquellos guerrilleros que quisieron implantar por la fuerza
de las armas, un régimen comunista que por vías pacificas es
imposible de lograr. El modelo social/comunista resulta ser
una farsa al llevarse a la práctica por lo que se vuelve
imposible de sostener, de manera que el gran financiador de
la subversión, el terrorismo y la guerrilla en América
latina, como era lógico esperar, se encuentra con su
realidad y cae como forma de gobierno en la Unión Soviética,
quedando Cuba y demás organizaciones de izquierda y
terroristas sin poder financiar sus sangrientas revoluciones.
Nace entonces de la mente más perversa del siglo XX, la idea
de conformar junto con su discípulo Lula da Silva, el Foro
de Sao Pablo, agrupación que aglutina a todos los
movimientos de izquierda, que con la caída de la URSS
quedaron desprotegidos.
Conscientes de que la única manera de implantar un régimen
social/comunista, es por la vía de la fuerza y ante la falta
de financiamiento de sus acciones subversivas, deciden en el
Foro de Sao Pablo, hacer un cambio de las armas que los
llevarán al poder. El engaño, la mentira, el soborno, el
fraude y la estafa política, que también son formas de
violencia, son las nuevas armas que enarbolan en su afán de
conquistar para su propio peculio, los países de nuestra
América latina que si bien es cierto, su sistema democrático
adolece de muchas fallas, al menos brinda a sus pueblos el
derecho natural y más elemental del hombre, la libertad en
todos sus formas.
Haciendo uso indebido como es su costumbre, del patrimonio
del pueblo venezolano, ahora los petrodólares son la fuente
de financiamiento de los sueños de conquista de la izquierda
del continente. Compran voluntades, fomentan la corrupción
en todos sus niveles, financian campañas presidenciales,
hasta que toman el poder por la vía electoral, presentándose
ante los pueblos como democráticos. Una vez en el poder se
mudan la careta de democráticos, "rompen" el sistema desde
adentro, disuelven o secuestran para si las instituciones
del estado a fin de actuar impunemente y no rendir cuentas a
nadie. Su primordial objetivo es enmendar o sustituir las
constituciones de manera legal o por la fuerza, a fin de
poder mantenerse en el poder indefinidamente y de manera
paulatina, consolidar el poder desde el poder mismo.
Honduras no se escapó de los ataques violentos del comunismo
Castrista con sus nuevas formas de violencia, en sus
intentos por hacerse del poder en nuestra nación, sin
embargo, el pueblo hondureño, con valentía y dignidad dijo
NO, a estos intentos y a quienes engañados con cantos de
sirena, pretendieron cambiar nuestro pacto social. El pueblo
hondureño tuvo que hacerse escuchar y sentir, salió en
mayoría absoluta a las calles a manifestar su voluntad y a
defender su democracia que aunque incipiente, le brinda
libertad de expresarse, libertad de movilizarse, libertad de
informarse por medios escritos, auditivos o electrónicos,
los hondureños salieron a la calle a defender su derecho a
libre culto, su derecho a la propiedad privada, su derecho a
asociarse con sus afines de opinión. La democracia requiere
de compromiso, de determinación a defenderla y hasta
disposición de su propio patrimonio a fin de no caer en las
garras de quienes, en pleno siglo XXI, sustentan delirios de
grandeza imperial y expansionista y que están conscientes
que sólo el uso de la fuerza los puede llevar al poder y
mantenerse en él. Hoy más que nunca que observamos que los
ataques de la izquierda expansionista continúan, que nos
quieren ver sometidos a su voluntad, el pueblo hondureño
debe mantener su dignidad y compromiso con sus futuras
generaciones y sobre todo porque nos hemos convertido en el
ejemplo, la admiración y la esperanza de los pueblos libres
de América Latina.
Aquel patriota cubano que con su lucha nos mostró que la
democracia no es gratuita, ofrendó su vida por una libertad
y por derechos que le fueron negados mientras vivió.
Ahora es libre, otros ocupan su lugar.
Fuente: Honduras Libre en Democracia