XVII Conferencia Anual de la Asociación para el
Estudio de la Economía Cubana. En esta ocasión bajo el lema “La
Transición: que hacer y que evitar”, se efectúa pasado
un año de la permanencia en el poder de un gobierno provisional,
encabezado por el General Raúl Castro, debido a la prolongada
enfermedad del Presidente Fidel Castro.
Cuando se inició el período de provisionalidad,
no pocas personas pensaron que teniendo en cuenta las
características personales del General Raúl Castro, en
particular su pragmatismo, podrían iniciarse algunas reformas
económicas tendientes a paliar en cierto grado la amplia crisis
que desde hace años azota la sociedad cubana. Declaraciones
sobre su disposición de conversar con el gobierno de Estados
Unidos para procurar una solución racional al diferendo
existente, así como determinadas opiniones y críticas objetivas
aparecidas en la prensa cubana a partir de agosto de 2006
demostrativas de las dificultades en diversos sectores de la
economía, alentaron la suposición de que pudieran ejecutarse
algunos cambios, quizás al estilo de China y Vietnam promovidos
por el jefe y organizador de las Fuerzas Armadas
Durante el año transcurrido, la extrema
agitación política mantenida durante decenios ha descendido
algo; los horarios de la televisión se han respetado un poco
más; y los actos públicos por lo regular han estado menos
cargados de largos discursos, con un menor acarreo movilizativo
de la población. En síntesis, debe reconocerse que ha existido
un poco de sosiego para los fatigados ciudadanos, aunque no ha
desaparecido la dosis de carga política.
Lamentablemente, los cambios han llegado hasta
ahí, ya que en el aspecto estructural prevalece el más absoluto
inmovilismo e incluso podría decirse que las críticas aparecidas
en la prensa han cesado significativamente en los últimos
meses, al mismo tiempo que se aprecia cierta recuperación del
Presidente Fidel Castro. Se vuelve al triunfalismo infundado,
tanto que la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
efectuada a fines de Junio, ha sido una de las peores en cuanto
a información a la población y, por primera vez en muchos años,
no se dieron datos sobre el desenvolvimiento de la economía en
el primer semestre del año. Además, aunque se hizo un informe
oficial sobre la industria azucarera, ni siquiera se brindó el
monto del azúcar producido en las zafras de 2006 y 2007.
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En adición, prosigue la depauperación de la
sociedad cubana en todos los aspectos, tanto económico, social,
demográfico, cultural como medio ambiental, y, por consecuencia,
ha continuado la pérdida de valores espirituales y morales.
Como se conoce, el gobierno anunció un
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2006 del
12,5%; cifra absolutamente reñida con la realidad y en
contradicción con datos brindados sobre lo realizado en sectores
importantes de la economía, donde se produjeron notables
descensos. Así en la Agricultura, Ganadería y Silvicultura la
caída fue del 7,0%, en la Industria Azucarera del 8,4%, y en el
Turismo del 3,6%, según cifras oficiales provisionales. En la
Industria Manufacturera se reconoce un crecimiento sólo del 2,4%
y en la Explotación de Minas y Canteras 1,9%.
La justificación del incremento del PIB se
quiere adjudicar a la aplicación de una nueva metodología para
valorar las actividades de Educación, Salud Pública, y Cultura y
Deporte; las dos primeras conocidas por su gran regresión
cualitativa dentro del país debido a la pérdida masiva de
profesionales calificados, ya sea por dedicarse a trabajos más
lucrativos o por salidas al extranjero, particularmente en el
caso de los médicos, exportados como mano de obra a Venezuela y
otros países.
También continúa deteriorándose el intercambio
comercial de bienes, - reforzándose la dependencia de la
subvención venezolana - de manera que por cada dólar exportado
por Cuba, se importan 4, comprendido el 84,0% de los alimentos
de la canasta básica de la población con la participación activa
de Estados Unidos, convertido en el sexto socio comercial de
Cuba, de acuerdo con informaciones oficiales. Un escenario con
tendencia a empeorar con la reciente regresión de las
cotizaciones internacionales del níquel, el rubro básico de las
exportaciones cubanas en los últimos años.
La situación económica continuó empeorando en el
primer semestre del 2007, con una nueva caída de la producción
azucarera, estimándose extraoficialmente que la pasada zafra
estuvo entre 1,0-1,1 millón de toneladas, por debajo del 1,2
millón obtenido en 2006, a pesar de que la caña tuvo un
excelente año en cuanto al régimen de lluvias. También han
existido problemas serios en la producción de tabaco, que puede
haber descendido hasta en un 10,0%, así como un retroceso en la
importante producción de papa, por la reducción de las áreas
sembradas y la disminución de los rendimientos
Cuba, Opciones…3
En el turismo ha continuado el retroceso
acaecido en el 2006, con caídas en la llegada de visitantes del
7,0% en enero y 13,0% en febrero de 2007; meses decisivos de la
temporada alta en Cuba, lo que será muy difícil revertir en el
resto del año.
Las perspectivas de construcción de viviendas se
han desinflado. Los planes establecidos en 2005 suponían la
edificación de 100 000 unidades a partir de 2007, pero hasta el
cierre de Mayo pasado sólo habían podido terminarse algo más de
16 000. Por cierto, durante una reunión con dirigentes del
Poder Popular realizada a principios de Junio, el Sr. Carlos
Lage calificó como falsa la cifra de 110 000 viviendas
construidas en 2006, anunciada preliminarmente, pero no aclaró
el monto realmente terminado.
La situación también es muy grave en el
transporte, donde se ha reconocido que la solución demorará.
Paralelamente continúa el proceso de descapitalización de los
activos del país, según puede apreciarse en los Anexos 1 y 2,
confeccionados sobre la base de cifras oficiales y de CEPAL,
demostrativas de que desde 1994 la formación bruta de capital
fijo en porcentaje del PIB prácticamente no supera el 10,0%.
Este dato subraya el prolongado proceso de descapitalización al
que han estado sometidos los bienes básicos.
En el plano social, las diferencias entre los
ciudadanos se profundizan en dependencia de poseer o no
divisas. Por tanto no dependen del trabajo o la capacidad, lo
cual crea un ambiente poco propicio para el despliegue de las
virtudes, la tenacidad laboral y la creatividad.
En cuanto a la demografía, por primera vez en
muchos años, acontece un decrecimiento absoluto de la población
cubana, debido a la caída del 70,0% de la natalidad con respecto
a los años 1960. Esto ha estado acompañado por la salida
constante de personas para residir definitivamente en el
exterior. La población con 60 años o más sobrepasa el 16,0% del
total y se prevé por estimados oficiales que para 2015 sea del
20,0%, lo cual tiene ya repercusión en los gastos por seguridad
social y atención especializada. Fenómeno muy difícil de
enfrentar si la economía se mantiene en la bancarrota actual.
En la cultura, como señaláramos anteriormente,
se observa un proceso preocupante en la disminución de la
calidad de la enseñanza impartida a todos los niveles,
fundamentalmente por la falta de recursos y la fuga masiva de
los profesores especializados a sectores más lucrativos.
Cuba, Opciones…4
A esto se agrega la prohibición de acceso a
Internet, un verdadero bloqueo a la información y superación
cultural de los cubanos.
Por otra parte, el estado del medio ambiente es
totalmente calamitoso. El mal uso de los recursos hidráulicos
resulta impactante, y, aunque se ha planteado la creación de
programas especiales para evitar las enormes pérdidas de agua
bombeada para el consumo humano, calculadas en 60,0%, las fugas
se mantienen a niveles enormes. Esto está acompañado de
sistemas cuasi-infuncionales de alcantarillado, a causa de haber
sido diseñados para ciudades y pueblos que ahora tienen
poblaciones muy superiores sin que se hayan acometido las
necesarias obras de ampliación; además de una falta generalizada
de mantenimiento y reparaciones adecuadas. Al mismo tiempo, las
reservas acuíferas, por lo general, están altamente
contaminadas, así como las aguas de las bahías y puertos.
En cuanto a los suelos, existen grandes
extensiones de tierra salinizadas, compactadas, con deficiente
drenaje, erosionadas, exhaustas por la falta de rotación de los
cultivos, entre otros daños que han provocado que la cantidad de
tierras fértiles haya descendido extraordinariamente. Según
datos recientes aportados por el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente, la degradación de la tierra afecta
el 60,0% de la superficie del país.
Todos estos elementos negativos han afectado
duramente el nivel de vida de la población y se traducen en un
salario medio mensual de 330 pesos, equivalentes a 16.50 US
dólares, en el 2005, lo que puede no haber aumentado
significativamente en el 2006. Más del 50,0% de los pensionados
reciben mensualmente 164 pesos, o sea 8.20 US dólares. Con
estas asignaciones no se puede vivir, en un país donde la
mayoría de los productos se venden en una moneda diferente a la
que recibe como pago la mayoría abrumadora de los ciudadanos.
Esto explica el crecimiento constante de la
corrupción y la degradación de amplios sectores de la población,
empujados al delito en una sociedad convertida en una verdadera
jungla, en la que todo es valido para poder sobrevivir. Las
consecuencias pueden apreciarse en la población penal de 487
prisioneros por 100 000 habitantes, según el Pocket World in
Figures 2007 de The Economist, lo cual ubica a Cuba en el octavo
lugar del mundo, muy por encima de cualquier otra nación
Iberoamericana.
Al mismo tiempo, la inestabilidad de la familia
resulta alarmante, con una tasa de divorcios de 3,1 por cada
1000 habitantes (2005) para el 14 lugar mundial, de acuerdo con
igual fuente, así
Cuba, Opciones…5
como una tasa acumulada anual de suicidios de
18,8 por 100 000 habitantes entre 1971-2004, según fuentes
oficiales. A esto se suma el aumento del consumo de bebidas
alcohólicas; un elemento esencial de la política gubernamental
para recaudar circulante, tal como se realizaba en la Unión
Soviética, con los consiguientes costos sociales elevadísimos.
EL FUTURO:
Ciertamente, el legado recibido por el gobierno
provisional encabezado por el General Raúl Castro es
catastrófico y con efectos acumulados, que sólo podrán
enfrentarse con una política de reformas propiciadoras de la
salida de la crisis. La disyuntiva ante la actual dirección
del gobierno es bien clara: reformas o caos.
La población está crecientemente decepcionada de
un modelo político, económico y social, el cual ha conducido a
una situación realmente peligrosa, que pudiera acarrear un clima
de inestabilidad social. En estos momentos, al tiempo que
crece la corrupción, informes oficiales indican que la
indisciplina laboral se incrementa y, en no pocos centros de
trabajo, aunque legalmente aparecen como pertenecientes al
estado, la gestión es sustancialmente realizada por los
administradores únicamente en beneficio propio, creándose de
forma anárquica una privatización “a la cubana” donde prevalece
el más astuto y de menos principios. Cuadro tan evidente y grave
que ha sido denunciado hasta por la domesticada prensa oficial.
Si hubiera la voluntad política necesaria,
mediante reformas inteligentes y adecuadas se pudiera detener
esa escalada hacia la degradación total de la sociedad e iniciar
un proceso relativamente rápido hacia su recuperación y ulterior
desarrollo. El país cuenta con reservas humanas y morales
internas y externas para salir de la crisis. Existe un pueblo
relativamente instruido en comparación con la mayoría de los
países de desarrollo medio. Según informaciones oficiales, de
los 4,8 millones de personas que conforman la población
económicamente activa (2005), casi el 60,0% tiene educación
media o media superior. A esto se agrega la presencia de una
exitosa y sólida comunidad cubana en el exterior, lista a
participar, si fueran creadas condiciones aceptables, en la
reconstrucción con conocimientos, recursos financieros y
tecnológicos, y la experiencia acumulada durante largas
estancias en países de tradición democrática, especialmente
Estados Unidos.
Cuba, con su excelente ubicación geográfica, a
sólo unas millas del mercado más rico y poderoso del mundo, y a
la vez cerca de América Latina, tiene una serie de áreas de
desarrollo
Cuba, Opciones…6
con magníficas perspectivas; ahora mayores al
estar en vías de superarse la carencia de recursos energéticos
nacionales por el descubrimiento de yacimientos de petróleo y
gas en magnitud que permitió alcanzar una extracción de casi 4,0
millones de toneladas de petróleo equivalente en 2006, cercana
al 50,0% de los requerimientos de consumo nacionales actuales.
Esas cantidades de petróleo y gas podrían incrementarse
sustancialmente con las prospecciones e investigaciones en
marcha, mediante cooperación con compañías transnacionales.
Otras actividades ofrecen ventajas
significativas como el turismo, precisamente por la cercanía al
rico mercado norteamericano y las relaciones ya establecidas con
el europeo, sin olvidar otras áreas del mundo potencialmente
importantes para aportar visitantes. El turismo, como se
conoce, crea un efecto multiplicador beneficioso sobre la
economía en su conjunto al demandar una alta variedad de
productos y servicios perfectamente disponibles de origen
nacional.
La producción de níquel y cobalto debe continuar
realizándose, pero con el objetivo de utilizar esos minerales
domésticamente en la elaboración de metales especiales, en
aleación con las reservas ferrosas existentes.
La industria cañera es otro objetivo a
priorizar. Destruida en los últimos años, deberá recomponerse
para elaborar subproductos como etanol, de amplia demanda,
materiales de construcción, alimento animal, productos químicos,
así como la cogeneración de energía eléctrica para el sistema
nacional y, por supuesto, azúcar.
La ganadería, en especial la vacuna, debería
ocupar el sólido lugar que siempre tuvo en la economía. La
producción tabacalera, con las ricas tradiciones heredadas
deberá seguir como baluarte importante, unida a toda la
producción agrícola, no sólo para sustituir importaciones, sino
a fin de crear excedentes exportables como antaño.
Los avances logrados en la salud, fuente de
seguridad para la población, podrán continuar su contribución
económica mediante el envío de profesionales calificados a otros
países, pero sobre nuevas premisas que, sin perder raíces
humanistas, sean fuente de recursos sobre la base de la
voluntariedad y provecho propio de las personas involucradas.
La producción de medicamentos para satisfacer las necesidades
internas y crear excedentes exportables, deberá continuar
priorizándose.
Cuba, Opciones…7
La cercanía a Estados Unidos también deberá
aprovecharse para el desarrollo de la cooperación industrial y
la promoción de inversiones directas. Además de la proximidad
al mercado norteamericano, Cuba tiene otras ventajas
comparativas importantes como el relativamente alto nivel de
instrucción de la población. Hay áreas, como la informática y
el desarrollo de proyectos en general, donde partiendo de los
conocimientos existentes, podrían encontrarse oportunidades para
soluciones internas y brindar servicios al extranjero.
En este sintético resumen de las potencialidades
y ventajas comparativas de la economía cubana no debe soslayarse
la Industria del Entretenimiento, en sus múltiples variantes
culturales y deportivas basadas en sólidas tradiciones que
históricamente han disfrutado de amplia acogida internacional.
La música, la danza y otras manifestaciones artísticas, así como
el deporte, despojados de asfixiantes dogmas, con libertad
creativa y de moviendo, además de fuentes de empleo, sana
recreación e instrumentos óptimos para la superación espiritual
de la ciudadanía, pueden constituir elementos importantes en la
captación de divisas mediante la atracción de turistas y la
exportación de talento artístico y deportivo. Práctica que
adicionalmente arrojaría beneficios en la superación
profesional de nuestros artistas y atletas, al entrar en
contacto con otras experiencias y concepciones eventualmente
enriquecedoras del patrimonio nacional en significativas
esferas del quehacer humano.
Como puede constatarse existen diversas
variantes de desarrollo para el progreso nacional, en modo
alguno agotadas en este ensayo, pero resulta determinante el
cese del bloqueo actual de las fuerzas productivas por un
sistema que ha resultado una camisa de fuerza para las energías
creadoras del pueblo cubano. Por consecuencia urge el
establecimiento de un programa de reformas, preferiblemente
graduales y por etapas, para evitar políticas dolorosas, que
pudieran desencadenar la desestabilización social.
En una primera etapa, se deberá priorizarse la
reestructuración agraria, con el objetivo de procurar la
explotación racional y productiva de la tierra cultivable -en un
gran porcentaje baldía o subutilizada en estos momentos- por
cooperativas independientes y particulares mediante el arriendo
con opción de compra, venta o entrega en usufructo según las
condiciones de los terrenos o la conveniencia social. A los
propietarios se les eliminaría la tutela estatal, para que sean
libres de realizar las actividades preferidas, poner precios a
sus productos, venderlos en lugar y momento de su elección, y
comprar los insumos, equipos, etc., donde les resulte más
conveniente. Sería permitida la creación de empresas
intermediarias con o sin la intervención estatal.
Cuba, Opciones…8
Estas medidas propiciarían fuentes de trabajo,
la reducción sustancial de las importaciones de alimentos,
excedentes para la exportación y, con el incremento de la
producción a mediano plazo, surgirían mayores beneficios
fiscales, además de contribuir a eliminar las enormes
subvenciones existentes. Se reorientarían los inmensos
financiamientos otorgados a ineficientes empresas estatales,
convirtiéndolos en créditos con condiciones favorables
destinados a campesinos y cooperativistas.
Esto coadyuvaría a la paulatina erradicación del
racionamiento a la población, que subvenciona a personas no
necesitadas, aumentándose la ayuda a quienes verdaderamente lo
requieran; y eliminándose, de paso, una costosa e innecesaria
burocracia, fuente de corrupción y desigualdades.
En esta etapa sería deseable también la
privatización o cooperativización de las pequeñas y medianas
empresas industriales, comerciales y de servicios actualmente
administradas por el estado, ya sea vendiéndolas a particulares
o mediante la libre formación de cooperativas. Con ello, a la
vez de utilizarse eficientemente sus potencialidades, se
liberaría el presupuesto nacional de seguir financiando muchos
establecimientos probadamente incontrolables centralizadamente;
erradicándose un factor de estímulo a la corrupción y la
degradación moral generado por esta anormal situación.
Como ya han señalado Centros de Estudios
radicados en el exterior, sería recomendable establecer una
política de privatización de las viviendas, asignándolas a los
residentes, actualmente usufructuarios onerosos. Los nuevos
propietarios, si lo desean, podrían utilizar estos inmuebles
como garantías de préstamos para financiar la creación de
microempresas, y pequeñas y medianas empresas (PYMES). El
desarrollo del autoempleo, las microempresas y las PYMES en
adición a ser fuentes de empleo y riquezas, aportan flexibilidad
a la estructura productiva nacional, haciéndola más sensible y
adaptable a los cambios del mercado en un mundo muy
interconectado, competitivo y dinámico.
Las reformas con toda posibilidad,
adicionalmente, tendrán efectos positivos sobre la posición
internacional de la Isla, en particular serían un factor de
mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos,
caracterizadas por decenios de continuada confrontación. Si ese
panorama pudiera ser sustituido por un clima de entendimiento y
establecimiento de relaciones normales donde prime el respeto y
el beneficio mutuo, ello permitiría la paulatina reducción de
las fuerzas armadas
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hasta llevarlas a dimensiones que garanticen la
defensa de la soberanía y el orden interior, sin representar la
pesada carga actual para la economía.
Así quedarían liberados cuantiosos recursos
utilizables en otros sectores, como en la educación, salud
pública y seguridad social donde los avances logrados están en
un proceso de continuada involución a causa de la crisis. No
menos importante es la posibilidad de emplear en el campo civil
valiosos recursos humanos, integrados por un personal
disciplinado y por lo general preparado técnicamente que,
recalificado para nuevas tareas, seguramente podría aportar un
importante apoyo a la reconstrucción nacional.
En modo alguno durante el proceso de
reestructuración de las fuerzas armadas el personal liberado de
las funciones militares deberá quedar desatendido. La sub-utilización
de ese personal no sólo sería una pérdida de un valioso recurso
humano, sino también podría introducir peligrosos riesgos de
inestabilidad social. A los antiguos miembros de las fuerzas
armadas deberán dárseles todas las opciones posibles para
incorporarse a la vida civil en condiciones dignas. Dentro de
las variantes podría estar recibir tierras para su cultivo, con
préstamos en condiciones favorables para el desarrollo de
producciones agropecuarias o la creación de PYMES que con
responsabilidad, labor tesonera y espíritu empresarial
posteriormente podrían resultar en empresas de superior magnitud
e importancia.
Los beneficios de estas políticas serían
múltiples, edificándose las bases para posteriores
transformaciones. La creación de nuevas fuentes de empleo
coadyuvaría a la racionalización, sin propiciar desempleo, de
personal en fábricas e instituciones estatales sobrecargadas de
trabajadores innecesarios, lo cual contribuiría al
reordenamiento laboral indispensable para una necesaria
organización del trabajo y consecuentemente el incremento de la
productividad, la eficiencia y el salario real. Las funciones
estatales quedarían reducidas, facilitando una gestión
administrativa con un significativo ahorro de recursos.
El incremento productivo permitiría el
desarrollo de un sólido sistema monetario y financiero, y la
eliminación de la nefasta dualidad monetaria, con el peso cubano
como única moneda de circulación legal. Estarían creadas las
bases para una segunda etapa de reformas, destinadas a la
privatización de la gran industria, la banca y el comercio
exterior, manteniéndose determinadas esferas en propiedad
pública según la conveniencia social.
Cuba, Opciones…10
Se requerirá tomar medidas para modernizar
sectores como la industria, las telecomunicaciones, el
transporte, la producción energética y la infraestructura
nacional en su conjunto. Es imposible realizarlo en las
actuales condiciones de limitados ahorros domésticos, sin una
fuerte participación de la inversión extranjera con
significativos recursos financieros y tecnológicos.
El sistema bancario debería erigirse a través de
un banco central con la mayor independencia posible. Deberá
promover el ahorro interno y el financiamiento de empresas
públicas y privadas por los ciudadanos mediante esquemas
accionarios atractivos en un marco de absoluta transparencia, en
la búsqueda de la mayor independencia financiera nacional.
Cuba deberá integrarse a las organizaciones
financieras y crediticias internacionales, como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) para ampliar las fuentes
crediticias y mejorar la capacidad negociadora. Deberá
procurarse la mayor diversidad posible de mercados, e
incorporarse a los procesos de integración regional.
Las relaciones con Estados Unidos poseen suma importancia por
ser nuestro histórico mercado natural, potenciado ahora por una
considerable población de origen cubano, la cual puede y debe
participar activamente en la reconstrucción. Deberá desplegarse
una política fortalecedora de todos los vínculos; facilitándose
la reinserción en la sociedad cubana con plenos derechos y
deberes de todos los compatriotas que lo deseen. Al mismo
tiempo, deberán expandirse los intercambios con Europa, así como
diversificarlos con todos aquellos países en otras áreas donde
resulte mutuamente ventajoso.
Cuba se enfrentará a la transición con un
peligro potencial de violencia. En el campo económico, con una
enorme deuda externa, un atraso tecnológico impresionante y una
infraestructura en estado calamitoso. Adicionalmente, habrá que
enfrentar el tema de las propiedades confiscadas, extranjeras y
nacionales, quizás uno de los más complejos y de difícil
solución en la etapa post totalitaria, dado el monto de los
problemas acumulados y de las muy limitadas posibilidades para
enfrentarlos. Tendrá que estar presente un alto nivel de
patriotismo y comprensión por parte de todos los cubanos, en
particular de los antiguos propietarios para hallarse las
mejores opciones y no sea dañado el futuro de las nuevas
generaciones. En todo caso, las decisiones deberán ser
transparentes y, si fuera necesario, llevadas a consulta
popular.
Cuba, Opciones…11
Durante el proceso de traspaso de activos
estratégicos a manos privadas, en las licitaciones siempre será
aconsejable considerar tanto el aspecto financiero como el
prestigio y seriedad de los posibles propietarios, la capacidad
para introducir tecnologías de punta, el aseguramiento de
mercados y la actualización permanente de las transformaciones
tecnológicas. También en esta cardinal cuestión deberá
prevalecer la transparencia y, si fuera necesario, la toma de
decisiones llevadas a consulta popular.
La propiedad privada, el mercado y una sana
competencia son herramientas indispensables en las necesarias
transformaciones de la sociedad cubana. Sin embargo, sería
utópico e ingenuo suponer que los problemas serán resueltos
automáticamente por el mercado sin la consciente participación
de una sociedad democrática. La economía y su instrumental son
para servir al hombre. Quienes olvidaron esas verdades en los
últimos años, han recogido amargas cosechas. La creación de
polos, extremos de pobreza y riqueza, casi siempre termina en la
desestabilización de los pueblos, a menudo utilizada por
“redentores” ansiosos de satisfacer la sed de poder. La
experiencia muestra inequívocamente que los extremos conducen al
fracaso. Ni el estatismo, con su probada ineficiencia; ni el
mercado incontrolado, promotor de injustas diferencias sociales,
ofrecen soluciones reales.
Como en ocasiones anteriores, deseo dedicar el
presente trabajo a los 59 prisioneros de conciencia del Grupo de
los 75 que aún permanecen en las cárceles en condiciones
inhumanas por defender los derechos de todos los cubanos.
Asimismo, dedico este trabajo a todos los demás prisioneros de
conciencia y políticos cubanos. Deseo reiterar mi
agradecimiento por haber sido invitado nuevamente a este
importante evento del que seguramente saldrán muchas ideas y
propuestas de soluciones beneficiosas para el destino de una
Cuba democrática, reconciliada y con justicia social, donde sean
respetados los derechos humanos universales.
La Habana, 16 de Julio de 2007
Lic. Oscar
Espinosa Chepe
Economista y Periodista Independiente