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EL CAMINO CHINO DE LA SERVIDUMBRE
De un editorial de la Far Eastern Economic Review, una
publicación de Dow Jones.
Quizás Marx estaba en algo cuando sugirió que la historia era
una serie de ciclos en los que, eventualmente, cada tesis
generaba su antítesis. Eso pudiera explicar la nueva traducción
de "Los Fundamentos de la Libertad", un manual de liberalismo
clásico cuya traducción china ya está en su segunda edición -los
primeros 20,000 ejemplares se vendieron inmediatamente.
... Lo que hace tan extraordinaria nuestra deuda con Hayek es
que éste no puso el énfasis simplemente en las ineficiencias del
socialismo sino también en la inhumanidad de sus premisas.
Imagínese una nueva edición de "El Manifiesto Comunista" que sea
bien vista por el Vaticano y tendrá una idea de las
implicaciones de este acontecimiento.
Los que crean que estamos exagerando deben reflexionar sobre la
experiencia de China en este siglo. En 1949, la afirmación de
Mao de que finalmente China "se había puesto de pie", representó
el triunfo de una idea. Durante los próximos 50 años, las ideas
tuvieron una importancia decisiva En China, la gente que
sostenía las ideas equivocadas podía ser salvajemente castigada.
Y cuando una nueva idea emergía victoriosa -como con la apertura
de Den Xiaping en 1978- sus efectos se hacían sentir en todo el
país. Durante una reciente visita a Pekín, un amigo nos citó
una frase de Mao: "El que controla las ideas de un hombre,
controla al hombre".
En el centro del pensamiento de Hayek está su concepción del
"orden espontáneo", En una época en que los intelectuales de
todo el mundo asociaban el progreso con la planificación, Hayek
defendía el orden espontáneo que surgía desde la base, mientras
la gente organizaba sus propias actividades, y las instituciones
que se desarrollaban en consecuencia... Esto, por supuesto, era
demasiado opaco y confuso para los intelectuales, que preferían
la límpida racionalidad del plan quinquenal. Pero Hayek alegaba
que una confusión tolerable era el precio de la libertad, de la
misma forma que la necesidad de la coerción era la inevitable
conclusión del socialismo. No hay que extrañarse de que una
traducción de "El Camino de la Servidumbre" hecha sólo para los
cuadros del Partido Comunista, caracterizara el trabajo de Hayek
como "lleno de veneno".
Como nuestro Matt Forney fue el primero en reportar, esas ideas
fueron discutidas en un forum sobre "Los Fundamentos de la
Libertad" efectuado en febrero de este año. El evento reunió a
todo lo que vale y brilla del movimiento progresista chino. Este
fermento intelectual es particularmente irónico puesto que la
preocupación de Hayek era el desplazamiento del Occidente
democrático hacia el socialismo y no precisamente el flirteo del
Este comunista con el capitalismo. En Occidente, los escritos de
Hayek sobre la relación entre socialismo y totalitarismo,
derechos de propiedad y libertad, y orden espontáneo y orden
planificado, han sido considerados ocasionalmente como oscuros.
En China no. "Nosotros tenemos la experiencia directa de lo que
está escribiendo Hayek", dijo Deng Zhenglai, que tradujo el
libro...
Es difícil mirar a la China de hoy y no percibir los tempranos
signos del orden espontáneo que celebraba Hayek. Por otra parte,
alega Deng, "las consecuencias no deseadas" del mercado no sólo
dan origen a nuevas instituciones sino que "cambian la forma en
que las instituciones establecidas se relacionan con la gente".
Y eso también es válido para el gobierno. Lo accidentado de este
proceso puede ser muy frustrante. Pero, en China, los liberales
comprenden que el gobierno no puede simplemente decretar la
libertad, aún en el caso de que lo quisiera. Es mucho más
práctico ampliar las fronteras de lo posible y permitir que la
naturaleza siga su curso.
Para decirlo de otra forma, los partidarios de Hayek son
fundamentalmente escépticos ante todas las utopías, incluyendo
las basadas en la idea de que una China libre es simplemente un
cambio de gobierno en Pekín. "La idea de que deberíamos esperar
la súbito llegada de la libertad es simplista", dijo el
economista Mao Yushi cuyo instituto de análisis UNIRULE
patrocinó la conferencia sobre Hayek. Siendo China como es,
nadie puede estar seguro de que la actual tolerancia con los
escritos de Hayek no vaya a cambiar súbitamente. Porque no está
claro que los dirigentes chinos comprendan plenamente a dónde
los está llevando el mercado. Y si Hayek tiene razón, pudiera
ser mejor que no lo comprendan.
Traducido por AR
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