|
||||||
El profeta, Moratinos, La iglesia...Fariñas. Mientras El Profeta de Cuba Fidel Castro Ruz considerado por muchos El Hombre Mas Bueno Del Mundo, pronostica con sorprendente seguridad, el fin de la humanidad en los próximos días con el estallido de una guerra nuclear, aumentando la reactividad al miedo y el estrés entre los obstinados de su país donde aun sus palabras tienen influencia, y de paso, consigue desviar la atención social a su antojo, Moratinos y la Iglesia Católica, comparten funciones de "intermediarios" sin debate, rogándole con calma, que libere al menos unos cuantos presos de conciencia para evitar que su gestión se ridiculice mas y, un hombre sin importancia para ellos, con una moral de acero, entrega la vida por los principios y la libertad de su pueblo, el mismo pueblo que no lo conoce. ¿Cómo puede existir apoyo a los conceptos, si no se sabe lo que está ocurriendo, ni quien lucha o reclama? En reiteradas ocasiones he preguntado entre mis compatriotas, ¿quién es Yoani Sánchez, el Dr Darsi Ferrer, el Dr. Oscar Elías Biscet? ¿Quién fue el mártir Orlando Zapata, o cómo va la salud de Guillermo Fariñas? Las respuestas en algunos casos han sido dudosas, irrespetuosamente ignorantes en otras, tristemente nulas e indiferentes en la mayoría. Un pueblo desinformado, no comprende donde radica el daño ni de dónde viene la razón. No puede defenderse, solo sabe aceptar lo que le inducen. De poco nos vale el apoyo internacional si ignoramos que lo tenemos. El factor información, indispensable para comprender y pensar en exigir, no adquiere relevancia debido al estricto control que el régimen impuso, desde su llegada, sobre los medios de comunicación, junto al creciente temor que experimentamos ante el simple hecho de adquirir documentos "comprometedores", escasos aún, sumergidos entre los problemas de primera necesidad, como la comida, la vivienda, el transporte, o el futuro siempre denso y sin destino, que obstaculizador del pensamiento razonado, convierte a la mayoría, alejados de la individualidad y los derechos naturales, sin perspectivas ni oportunidades, colmados de desinterés, en vulgares de moda, vagos oficiales, corruptos obligados, en "hombres nuevos", sin pensamientos claros ni propios. Aunque al inicio es otro el horizonte, el panorama final que consiguen las propuestas socialistas de cualquier siglo es el mismo. Son estos los peores daños que dejan como herencia: ilimitada ceguera mental y la sordera de criterios, que se agudizan mientras más tiempo permanecen en el poder.
Es evidente, el tirano maneja los recursos en función de
ganar tiempo de permanencia y vida, de obtención de
ganancias netas, solo con la devolución de las
esperanzas que fabrica, jugando con las ilusiones y los
sueños ajenos, contaminando a los conservadores,
inocentes que creen en las soluciones provenientes de un
grupo de expertos en el conocimiento del acto de ceder
donde no se puede. Lo que si aparecen en estas circunstancias son los aprovechadores que buscan enriquecerse, obtener ventajas personales o crédito internacional, sin interesarles que a los cubanos cada vez se nos enturbian más las ideas y por eso, nos mantenemos indiferentes ante nuestro propio martirio, como espectadores, sin protagonismo, resignados a que el tiempo y los que saben pensar, lo hagan por nosotros, nos ayuden a encontrar ese camino diferente que nunca aparece porque es nuestra responsabilidad encontrarlo. Estamos acostumbrados a no hacer y no hacemos. Hacer en Cuba es un delito. De ahí que unos pocos desconocidos, aislados, dispersos opositores, por más que hagan no alcanzan para terminar con tan cruel y despiadada dictadura y el exilio, imposibilitado de la convivencia, apartado por imposición de la vida pública, aunque mejor documentado, solo puede sugerir. Después que liberen algunos presos de conciencia, con su intrigante y sucia manera de decapitar las fuerzas internas, desterrando a los enfermos que dieron parte de su vida. Cuando Fariñas abandone la huelga, porque su humana petición fue concedida, o muera por "terquedad" y a las Damas De Blanco les falten razones para continuar sus marchas con la salida de sus familiares. ¿Qué pasara? Sin una explosión social no habrá libertad en Cuba y la llama que encenderá la mecha es lo que se vive día a día, los abusos e imposiciones, la indetenible represión, las carencias insuperables, junto a la información necesaria que les permita corroborar la verdad escondida, las acciones ocultas. Moratinos libra sus últimos combates como político. La Iglesia católica no reivindica sus errores con falsas actividades de mediadora. El Profeta está en las últimas, por eso no tiene profecías de su país y construye fábulas de otros. Y Fariñas, de no hacer algo más que rogar por él, el hombre de la moral de acero, se nos irá.
|