Ann Coulter
Hasta ahora, en la Guerra de Irak los EEUU han depuesto a un dictador
que había usado armas de destrucción masiva y estaba dispuesto a
volverlas a usar. Como ahora sabemos, Saddam Hussein estaba trabajando
con Al Qaida y tratando de conseguir misiles de largo alcance de Corea
del Norte y uranio enriquecido de Níger.
Saddam está siendo juzgado. Los psicópatas de sus hijos están muertos.
Hemos capturado o matado docenas de terroristas extranjeros en Bagdad.
Las violaciones y las torturas han terminado.
El pueblo iraquí ha votado en dos elecciones libres y democráticas
este año. En una decisión temeraria y apresurada hasta le han dado el
derecho al voto a las mujeres. Los iraquíes han ratificado una
constitución y en diciembre van a elegir una Asamblea Nacional. Los
kurdos son libres y ya no necesitan la constante protección de los
cazas americanos.
Moamar Gadafi, el caudillo de Libia, ha desmantelado voluntariamente
sus armas de destrucción masiva, Siria se ha retirado del Líbano y los
palestinos están celebrando elecciones.
(Y el sistema de ciénegas en el Irak central, desecado por Saddam,
está siendo restaurado, así que hasta los objetivos de guerra de los
demócratas se están cumpliendo.)
Las fuerzas armadas de Estados Unidos han conseguido todo esto al
precio de poco más de 2,000 bajas. Estas muertes son especialmente
dolorosas porque son nuestros mejores hombres. Con todo, miremos lo
que los militares han hecho y hagamos la comparación con las 600,000
muertes de la guerra Civil, las 400,000 muertes de la Segunda Guerra
Mundial y las 60,000 de Vietnam (antes de que Walter Conkrite se
rindiera y declarara la victoria de nos norvietnamitas.)
Lo que el Partido Demócrata de hoy considera un "halcón", mira lo que
nuestros militares han conseguido y - en medio de la guerra y con
nuestras tropas en peligro - demanda una retirada inmediata.
En un discurso que ahora está siendo retransmitido constantemente por
Al Jazeera, la semana pasada el representante John Murtha dijo que las
tropas de EEUU "militarmente no pueden conseguir nada más en Irak. Es
hora de traerlos a casa". Alegando que la guerra "es una mala política
envuelta en ilusiones", Murtha dijo que "el público americano está muy
por delante de nosotros".
Hastiados de que les dijeran constantemente que "el pueblo americano"
se había vuelto contra la guerra de Irak, los republicanos le pidieron
a los demócratas que se definieran y que votaran en una resolución
para retirar las tropas.
En una votación de 403-3, la Cámara de Representantes no estuvo
dispuesta a apostar a que "el pueblo americano" quería que EEUU se
retirara de Irak.
La votación es particularmente chocante por lo que dicen sobre las
motivaciones de los demócratas para estar en contra de la guerra.
Es un hecho que demócratas como Murtha están alentando a los
insurgentes de Irak cuando dicen que la guerra va mal y que es hora de
irse. Pedir la retirada de las tropas, sólo demorará nuestra
inevitable victoria y costará más vidas americanas.
Los protestantes contra la guerra cuando la Guerra de Vietnam fueron
una fuente apoyo moral inapreciable para el enemigo. Ahora lo sabemos
no sólo por simple sentido común sino por las declaraciones de
antiguos jefes militares norvietnamitas. En una entrevista del 3 de
agosto de 1995 en The Wall Street Journal, Bui Tin, un antiguo coronel
del ejército de Vietnam del Norte, calificó al movimiento americano
por la paz de "esencial" para la victoria de Vietnam del Norte.
"Todos los días nuestra dirección escuchaba las noticias mundiales en
la radio a las 9 a.m. para seguir el desarrollo del movimiento
americano contra la guerra'', dijo. "Las visitas a Hanoi de persona
como Jane Fonda y el antiguo secretario de Justicia Ramsey Clark y
otros ministros nos daban confianza de que debíamos mantenernos firmes
pese a los reveses en el campo de batalla".
¿Qué debemos interpretar del hecho de que los demócratas hayan votado
en contra del retiro de las tropas de Irak? Según ellos mismos, esa
demanda no tiene sentido. Antes de la votación, los demócratas podían
defenderse de la sedición alegando estupidez. Ahora sabemos que no
creen en lo que dicen sobre la guerra. (Gracias a la votación, los
islamofascistas también lo saben).
Los demócratas están ayudando al enemigo sin otro objetivo que ayudar
al enemigo. No hay ninguna explicación plausible para la conducta de
los demócratas como no sea que quieren ver las tropas americanas
exterminadas, derrotadas, humilladas y sacadas del campo de batalla.
Hablan constantemente como traidores pero, cuando se les llama a votar
sobre el retiro de las tropas, se echan atrás. No sólo son traidores,
son traidores cobardes.
Tomado de Human Events
Traducido por AR