Manuel Cereijo
El ciclo del combustible nuclear es una costosa y compleja serie de
procesos industriales que produce uranio enriquecido para el mercado
mundial. Empieza con la extracción del mineral uranio que luego es
concentrado en un polvo de óxidos de uranio yellowcake.
En su forma natural, el mineral contiene dos tipos de átomos de uranio:
U-235 y U-238. El isótopo U-235 es fisionable y, por consiguiente, su
energía nuclear se puede controlar en un reactor, mientras que el U-238
no lo es. El uranio natural es 99.3 por ciento U-238 y sólo 0.7 por
ciento U-235. Es por eso que es necesario el enriquecimiento del uranio.
Para enriquecer uranio, primero hay que convertirlo en yellowcake (que
se produce en Cuba desde 1989) en un gas, tóxico y altamente corrosivo
llamado hexafluoruro de uranio. Después viene el enriquecimiento mismo o
la separación del U-235 útil. De todos los métodos de enriquecimiento
conocidos (que son menos de 10) el más popular es usando una centrífuga
(fabricadas en Cuba desde 1985 en Planta Mecánica.)
En el proceso de la centrífuga, se inyecta el gas en un cilindro que
está rotando a velocidades de hasta 90,000 revoluciones por minuto. La
fuerza centrífuga empuja al U-238 a la pared del rotor mientras que el
U-235 tiende a acumularse más cerca del centro.
Cada centrífuga sólo aumenta la concentración del U-235 en una pequeña
fracción, así que hace falta vincular en cascada miles de máquinas. De
aquí la importancia de Cuba y de Planta Mecánica. Las centrífugas
revolucionaron la economía del enriquecimiento al requerir equipos mucho
menos costosos, menos energía y menos espacio que otros métodos.
Tras el enriquecimiento, la próxima etapa es el ciclo de la fabricación
de combustible nuclear. El hexafluoruro de uranio se transforma en
dióxido de uranio, un polvo oscuro que luego es comprimido en pequeños
pellets de cerámica. Estos se colocan dentro de grandes pilares
metálicos llamados agregados de combustible, que forman el centro
nuclear de un reactor..
En todo el mundo, las centrífugas de uranio son tratadas como secretos
estatales y sometidos a estrictos controles de exportación. De aquí, una
vez más, la importancia del eje Cuba/Venezuela/Irán. El mismo equipo que
se usa para enriquecer uranio y convertirlo en combustible de reactor
puede, con sólo pequeñas modificaciones, enriquecerlo a un nivel muy
superior para que sirva como material de una bomba nuclear.
Así que auque la tecnología del enriquecimiento sea parte esencial de la
industria energética nuclear, también puede utilizarse en la fabricación
de armas nucleares.
Tomado de Net for Cuba
Traducido por AR