En defensa del neoliberalismo |
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Nuestra república y sus problemas
Recientemente escribí sobre la guerra en Irak y la guerra mayor contra el Islam radical, provocando numerosas respuestas. Permítaseme tratar y poner este conflicto en perspectiva apropiada. Entiéndase, la batalla en que estamos empeñados actualmente es mucho mayor que sólo Irak. Lo que suceda el año próximo afectará este país y la forma en que nuestros hijos y nietos vivan el tiempo de sus vidas, y más allá. El Islam radical ha estado atacando Occidente desde el siglo séptimo. Han sido derrotados en el pasado y diezmados hasta el punto de necesitar cientos de años para recuperarse. Pero nunca pueden ser totalmente derrotados. Sus tasas de nacimiento están tan por encima de las tasas del mundo civilizado, que con el tiempo se recobran y tratan nuevamente de dominar. Hay ocho países patrocinadores del terrorismo que configuran la gran amenaza para Occidente. Dos de ellos, Arabia Saudita y Pakistán sólo necesitan una firme presión de Occidente para realizar importantes reformas. Necesitan decidir a quienes van a apoyar y comprometerse a ese apoyo. Ambos apoyarán a quienes crean que se van a mantener hasta el final, y van a ganar. Actualmente no estamos enviando buenas señales en tal sentido, gracias a los demócratas. Los otros seis, Afganistán, Irak, Irán, Siria, Corea del Norte y Libia requerirán un cambio de régimen o un importante giro político. Observemos más de cerca. Afganistán e Irak han tenido ambos cambios de régimen, pero son afectados por extranjeros de Siria e Irán. Hemos asustado mucho a Gadafi, y ha abandonado su búsqueda de armas nucleares, por lo que no pienso que ahora Libia sea una amenaza. Corea del Norte (la amenaza no islámica) puede ser manejada diplomáticamente, mediante el soborno. Están muriéndose de hambre. Sólo quedan Siria e Irán. Siria es como un perrito asustado. Sin el apoyo de Irán se unirá al lado fuerte. ¿Dónde quedamos en situación tal? Más tarde o más temprano estaremos forzados a enfrentar a Irán, y es mejor que sea antes de que adquiera capacidad nuclear. En 1989 yo serví casi tres años como Director Ejecutivo dentro del complejo montañoso de Cheyenne , localizado en Colorado Springs, Colorado. Mi trabajo consistía en observar, a través de medios secretos, los disparos de misiles en cualquier lugar del mundo, y determinar si eran una amenaza para Estados Unidos o Canadá. Si algún disparo era una amenaza para cualquiera de las dos naciones, yo sólo disponía de unos minutos para avisar al presidente, quien tenía sólo unos minutos para responder. Yo observé como Irak e Irán intercambiaban misiles diariamente, durante meses. Mataron cientos de miles de sus propios habitantes. ¿Saben por qué? Estaban peleando por el control. del Medio Oriente y su enorme reserva de petróleo. En ese tiempo, ellos estaban preocupados por sus problemas internos y no podían preocuparse menos por derrocar a Occidente. Los precios del petróleo estaban más o menos estables y nosotros no podíamos ver una amenaza inmediata. Pues bien, lo peor que como nación hemos hecho en Irak es destruir la capacidad militar de uno de esos países. Ahora Irán tiene el campo despejado para dominar el Medio Oriente, dado que Irak ya no es una amenaza para ellos. Ahora dirigen su atención a la única otra amenaza a su dominación, están convencido que van a ganar, porque Estados Unidos está muy dividido y porque los demócratas (que ahora controlan el Congreso y pudieran controlar la presidencia en 2008) han dicho abiertamente que quieren retirarse. ¿Tienen ustedes alguna idea de lo que pasará si todo el Oriente Medio gira su apoyo hacia Irán, lo que obviamente hará si nos retiramos? No es el precio del petróleo de lo que tenemos que preocuparnos. El petróleo NO ESTARÁ AL ALCANCE de este país, cualquiera que sea el precio. Yo votaría por cualquier candidato presidencial que hiciera lo que hizo JFK con el programa espacial—declarar como meta el dirigir este país a una independencia energética total en una década. Sí, todo gira sobre el petróleo. La economía de este país colapsará si cesan ahora los suministros de petróleo del Oriente Medio. No será una recesión. Será una depresión que hará recordar 1929 como “los buenos tiempos”. La cuestión aquí es simple. Si se fuerza a Irán a alinearse debidamente, la lucha en Irak cesará en quince días, y habrá terminado la pesadilla. De una forma u otra, Irán debe ser forzado a unirse a los tiempos modernos y a la comunidad mundial. Puede significar una guerra de verdad---de ser así, ahora es el momento, antes de que enfrentemos un Irán nuclear con capacidad de destruir a Israel y comenzar una nueva era glacial. Los exhorto a leer el libro “El Juego Final”, por dos de nuestros mejores expertos del Medio Oriente, verdaderos patriotas norteamericanos y generales retirados, Paul Vallely y Tom McInerney. Son de nuestros mejores expertos y completamente honestos en su evaluación de por qué es tan importante la victoria en el Medio Oriente, y como se puede alcanzar. Lo que produzca el libro irá directamente a un fondo en memoria de nuestros soldados caídos, que sirvieron al país durante la guerra contra el terrorismo. Ustedes pueden hallar ese libro en Internet a través de Levántate América, en www.ospreyradio.us o www.rightalk.com. Por otro lado, tenemos hoy unos cuantos generales en retiro que están molestos, que evidentemente no alcanzaron sus altas metas e insisten en ponerse frenéticos y desvariar sobre la guerra. Están equivocados, y hacen mucho daño al país al dar razones a cierto partido político para usarlos como expertos y respaldar sus clamores antibélicos. Ustedes pueden estar entre los que creen que nada puede ser suficientemente terrible como para justificar que vayamos a la guerra. Si ese es el caso, debo detenerme aquí, pues ese nivel de pensamiento, en este día y época, está cercano a la incapacidad mental. Está junto a esos secuestros por extraterrestres y el daño atmosférico por las estelas que dejan los aviones del gobierno volando a gran altura. Yo contribuí a producir esas estelas por más de treinta años, y les puedo asegurar que no estábamos dañando la atmósfera. La raza humana es como un pueblo en guerra, y si una nación no está decidida a protegerse, merece las consecuencias. ¡Y ya he dicho bastante! Mis últimos comentarios llegarán a sus nervios. Se referirán a la política. No soy republicano. Y George Bush como presidente ha cometido tantos errores que asegura mis sentimientos al respecto por el resto de mi vida. Sin embargo, el Partido Demócrata se ha movido tanto a la izquierda que me han hecho apoyar a los que están más lejos hacia la derecha. Soy un conservador que apoya totalmente la Constitución de este país. Nuestra Constitución estadounidense es la única diferencia entre Estados Unidos y el tercer mundo sudamericano, plagado de dictadores y siempre cambiantes gobiernos. Esta república (observen que no dije democracia) es la más perdurable que ha conocido el mundo, pero es vulnerable. Tomaría poco cambiarla a través de un cataclismo económico. Hubo tiempos en que los políticos podían discrepar y aun así trabajar en común. Ese tiempo ya no existe, paso inicial hacia la caída de nuestra forma de gobierno. Pienso que muchos ven el odiar a Bush como la hora de cobrársela. Los republicanos odiaban a Clinton y ahora los demócratas odian a Bush. Así, ambos partidos están orientando su odio para hacer cualquier cosa en aras de la dominación política, incluyendo mentir y siempre estar en contra. ¿PERO HASTA DONDE ES ESO BUENO PARA NUESTRO PAÍS? Durante mi vida, después de servir en uniforme para los presidentes Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Сarter, Reagan y Bush, tengo un criterio bien formado sobre qué partido apoyó a nuestros militares, y cual fue la vida militar bajo cada uno durante sus mandatos. Y permítanme asegurarles que bajo los republicanos fue mejor. Servir bajo Jimmy Carter fue devastador para todas las ramas militares. Y Ronald Reagan fue una verdadera salvación. Ustedes puede decidir escuchar, si así lo desean, a gentes enriquecidas en los medios de comunicación, y a necios como John Murtha (no es héroe de la guerra), Nancy Pelosi, John Kerry, Michael Moore, Jane Fonda, Harry Reid, Russ Feingold, Hillary Clinton, Ted Kennedy, y así sucesivamente hasta incluir a los verdaderos estúpidos de Hollywood. Si lo hacen, sus conclusiones estarán totalmente equivocadas. La razón por la que escribo, aparezco en programas radiales y hago todo lo que puedo para denunciar a esa gente, es simple. ELLOS ESTAN PONIENDO SU SED DE PODER POLITICO Y BUSQUEDA DE LA VICTORIA EN 2008 POR ENCIMA DE LO QUE ES MEJOR PARA ESTE PAIS. No puedo aceptar eso. Pelosi desafïó claramente la ley Logan yendo a Siria, lo que debió conducirla a la prisión por tres años. Jane Fonda hizo más que cualquier otro ser humano por prolongar la guerra de Vietnam (como lo reconoció Ho Chi Minh en sus escritos póstumos). En justicia debió de haber sido encausada por traición, junto con su radical esposo, Tom Hayden, y forzada a pagar las consecuencias. Este país ha empezado a reblandecerse al no aplicar sus leyes, que es otra señal de una república que está al caer. Todos los demócratas, junto con la elite de Hollywood, nos están enviando de cabeza a una derrota total en el Oriente Medio, lo que dará a Irán un dominio total en la región. Una falta de petróleo en el futuro cercano será la última gota que condene a esta república. Sin embargo, si nos oponemos a que esto suceda y en realidad tomamos en serio un programa de autosuficiencia energética, eso se puede evitar. Temo, sin embargo, que vamos en la dirección opuesta. Si elegimos a Hillary Clinton y un Congreso controlado por los demócratas, y ellos terminan por permitir a Irán tomar control del Medio Oriente, continúan rechazando el desarrollo de la energía nuclear, rehusan permitir perforaciones en busca de petróleo y continúan no haciendo más que todo lo que sea contrario a Bush, se terminará lo que hemos considerado la buena vida de los Estados Unidos de América. No, no pienso que sean antiamericanos todos los que no apoyan la guerra---por supuesto que no. Simplemente no entienden la importancia de una victoria total en la región. Otro fallo de George Bush es su incapacidad para explicar al pueblo norteamericano el porqué estamos allá, y porqué TENEMOS que ganar. A la vez, no es una guerra. La guerra se ganó hace cuatro años. Es la ley marcial la que está siendo atacada por influencias externas iraníes y sirias, y hay una diferencia. Entonces, ¿qué es lo que creo? ¿Cuál es el fondo de la cuestión? Diré simplemente que el Partido Demócrata ha sacado al campo el grupo de individuos más malo, más ambicioso de poder, más anti-nación, más absortos en si mismos, que he visto en mi vida. Nuestro sistema educacional es parcialmente culpable por permitir que las masas de nuestro país sean seducidas por semejante gente. George W. Bush ha hecho lo más que puede, si se tienen en cuenta sus incapacidades. Un presidente tiene que comunicarse con el pueblo. Y les diré que la Tormenta del Desierto echó a perder al pueblo. La guerra de 100 horas de Bush padre convenció al pueblo de que la tecnología había progresado a tal extremo que las guerras podían librarse sin bajas y ser ganadas en plazos de tiempo muy cortos. Recuerdo como sentí en aquel tiempo que eso era una tragedia para los militares estadounidenses. Para ganar guerras, hay que poner botas en el terreno. Cuando se ponen botas en el terreno, van a morir soldados. Un presidente tiene que ser sabio al decidir, y asegurarse que la causa es justa antes de usar su última opción política. Sin embargo, controlar Iran y democratizar el Oriente medio es la única alternativa si estamos determinados a depender de ellos para nuestras necesidades energéticas futuras.
Jimmy L. Cash, Brig. Gen., USAF, Ret. “Les dire en que consiste la Guerra, tiene que matar gente, y cuando ha matado suficientes, dejan de pelear”. Gen. Curtis LeMay |