Antisemitismo revolucionario
Mary Anastasia O'Grady
Hay veces que me pregunto si Hitler no tuvo la razón de haber
querido terminar con esa raza con el famoso Holocausto. Si hay gente
que hace daño en este país, son judíos, los israelitas.
David Romero Ellner,
Director Ejecutivo de Radio Globo, Honduras, 25 de septiembre de
2009
Les presento a uno de los defensores más ardientes del regreso del
depuesto Manuel Zelaya a la presidencia de Honduras. No se trata de
un locutor de radio común y corriente. Se inició en la política
hondureña como un activista radical y fue uno de los fundadores del
partido de extrema izquierda Unión Revolucionaria del Pueblo, que en
los años 80 tuvo vínculos con grupos terroristas hondureños. Hace
algunos años, Romero fue condenado y pasó tiempo en la cárcel por
haber violado a su propia hija.
Hoy, Romero Ellner es un zelayista a ultranza, hambriento de poder y
sin ningún tapujo para expresarlo en público. Esto explica la razón
por la que se ha unido al presidente venezolano Hugo Chávez y al
propio Zelaya en sus ataques contra los judíos. Chávez se ha aliado
con Irán para intensificar su capacidad de gobernar sin contrapesos
en el hemisferio. Es anfitrión de terrorista de Hezbolá y busca la
ayuda de Teherán para transformar a Venezuela en una potencia
nuclear. Chávez y sus acólitos consolidan sus lazos con el dictador
iraní Mahmoud Ahmadinejad al hacer eco de sus diatribas antisemitas.
El debate sobre Honduras no es, en realidad, sobre Honduras. Lo
importante es determinar si es posible detener la expansión del
chavismo y todo lo que implica, incluyendo la proliferación de armas
nucleares y del terrorismo en América Latina. Lo más alarmante es el
respaldo decidido que el presidente de EE.UU. Barack Obama y el
senador demócrata John Kerry le han brindado a Zelaya, a pesar de
que un informe de la Biblioteca de Derecho del Congreso demuestra
que la salida de Zelaya de la presidencia se ajusto a las leyes y de
la clara evidencia de que es el hombre de Chávez en Tegucigalpa. El
jueves, dio el paso sin precedentes de tratar de bloquear el viaje
del senador republicano Jim DeMint a Honduras, quien se resiste a la
campaña de Obama para restituir a Zelaya a la presidencia.
Zelaya, cabe recordar, depuesto, arrestado y deportado el 28 de
junio debido a que violó la Constitución de Honduras. Ingresó
clandestinamente al país el 21 de septiembre y se refugió en la
embajada brasileña en Tegucigalpa. La calumnia de Romero Ellner
contra los judíos tuvo lugar después de que Zelaya manifestara que
está siendo "sometido a radiación de alta frecuencia" desde la parte
exterior de la embajada y que pensaba que los responsables eran "mercenarios
israelitas".
El ataque verbal contra los judíos, proveniente de un zelayista se
enmarca dentro de un patrón que está emergiendo en la región.
Tomemos como ejemplo lo que ha estado ocurriendo en Venezuela. En
los primeros años del gobierno de Chávez, un amigo venezolano, que
es cristiano, me confesó sus temores. "En su discurso, siempre trata
de crear odio entre grupos de personas", me dijo. "Le encanta el
discurso del odio".
Durante una década, los venezolanos han sido obligados a escuchar la
postura del hombre fuerte de nacionalismo económico combinada con un
lenguaje divisivo. A los venezolanos se les incita a buscar revancha
contra sus vecinos. El crimen se ha disparado.
La comunidad judía se ha convertido en un blanco a medida que
florece la relación entre Chávez y Ahmadinejad. En 2004, informé
sobre una redada de la policía contra un colegio judío en Caracas.
El pretexto fue una "pista" que indicaba que el colegio almacenaba
armas. Aunque no se encontró ninguna arma, la comunidad del colegio
quedó aterrorizada.
En los últimos años, Venezuela e Irán han firmado proyectos
conjuntos por un valor de US$20.000 millones. Hay pactos similares,
estimados en unos US$10.000 millones, entre Irán y Bolivia, un
satélite de Venezuela. Ambos países sudamericanos acusaron a Israel
de cometer genocidio en Gaza en 2008 y rompieron relaciones
diplomáticas con dicho país. Las diatribas de Chávez contra Israel
en ese momento envalentonaron a sus matones callejeros. En enero de
2009, un grupo de vándalos irrumpió en un templo en Caracas y
profanó el espacio sagrado al pintarlo con leyendas que pedían la
muerte de los judíos.
El fiscal de Nueva York, Robert Morgenthau, recientemente pronunció
un discurso en el centro de estudios Brookings Institution en el que
puntualizó que "Irán y Venezuela dejaron atrás la etapa del cortejo.
Sabemos que están creando una estrecha alianza financiera, política
y militar y ambos países tienen fuertes lazos con Hezbolá y Hamas".
Irán también ha cortejado a Honduras. Cuando Zelaya todavía estaba
en el poder, la prensa hondureña reveló que su canciller, Patricia
Rodas, se reunió con altos funcionarios iraníes en Ciudad de México,
un acontecimiento que ciertamente llamó la atención en América
Central.
Ni Venezuela ni Honduras tienen un historial de antisemitismo. No
obstante, ahora que Chávez ha decidido exportar la abominable
ideología y los métodos de Ahmadinejad, el asalto contra la
comunidad judía es una de las consecuencias.
Honduras reconoce que fue un error deportar a Zelaya después de
haberlo arrestado. Pero argumenta que el temor al extremismo de los
zelayistas y al uso de la violencia como un arma política en los
meses que precedieron a los hechos del 28 de junio provocó
desesperación. Romero Ellner, cuya estación de radio fue cerrada la
semana pasada por el gobierno, proporcionó la evidencia principal
con sus declaraciones. Si el Departamento de Estado de EE.UU. se
opone al exilio, permitamos que haga un llamado a que Zelaya sea
sometido a juicio ahora que está de regreso en Honduras. No tiene
bases para exigir que una Honduras democrática restablezca en el
poder a un agitador antisemita.
Escriba a O'Grady@wsj.com
Octubre,
2009 |