En solidaridad con IsraelAdolfo Rivero
¿Por qué tanta "frustración'' palestina? Barak se retiró del
Líbano. Durante la última y fallida reunión de Camp David, hizo
concesiones más allá de lo que el consenso nacional estaba dispuesto a
negociar. Ha cedido territorios que hacen tremendamente vulnerable a
Israel. Llegó hasta a organizar y armar una policía palestina. Arafat,
en cambio no ha hecho ninguna concesión. Desde el inicio mismo del
llamado "proceso de paz" en Oslo, lo único que se le ha
pedido es que detenga la violencia y el terrorismo. Vemos los
resultados.
El gobierno Clinton-Gore tiene una grave responsabilidad en lo que
está sucediendo. Lleva años presionando a los israelíes para que
hagan concesiones. Prácticamente se ha inmiscuido en los asuntos
internos de Israel al manifestar su hostilidad al Likud (calificado como
partido de "extrema derecha") y su claro apoyo al Partido
Laborista (el equivalente israelí del Partido Demócrata y de un
partido socialdemócrata europeo). Como señalaba un editorial de The
Wall Street Journal, Clinton-Gore se han rodeado de apaciguadores del
Cercano Oriente, como S. Daniel Abraham, el multimillonario fundador de
Slim-Fast, gran contribuyente del Partido Demócrata, que terminó en
Israel hace tres semanas organizando un cena entre Barak y Arafat.
Recientemente, la ONU aprobó una condena a Israel por "uso
excesivo de violencia" en los últimos acontecimientos. El gobierno
Clinton-Gore pudo ejercer su veto, pero se abstuvo. ¿Por qué? Por
temor a provocar ataques terroristas contra EU en la región, declararon
varios altos funcionarios. El resultado fue el ataque terrorista contra
el destructor Cole, que costó la vida de 15 marineros americanos.
Estamos comprobando, una vez más, que el gobierno Clinton-Gore no
sabe tratar con los terroristas. No debe de extrañar a nadie. Son los
apaciguadores de siempre, las viejas "palomas", implacables
críticos de Ronald Reagan. Están dispuestos a bombardear Serbia, donde
no hay intereses norteamericanos, pero los paraliza el temor a los
terroristas musulmanes.
Clinton--Gore creen que la mejor forma de lidiar con la dictadura de
Corea del Norte es tratar de sobornarla. Le regalan millones para que no
fabrique armas atómicas, acaban de recibir a bombo y platillo a su
representante en la Casa Blanca y Madeleine Albright, que consideraba
suicida la política exterior de Reagan, piensa visitar Pyonyang. Sin
duda participará en magníficos banquetes organizados por una dictadura
cuya política ha condenado a morir de hambre a millones de personas en
los últimos años. Creen que así se ganan la amistad de ese fantoche
repugnante que es el hijo de Kim Il Sung.
Este es el gobierno que restableció plenas relaciones diplomáticas
con la sangrienta dictadura de Vietnam del Norte, que mantiene a su
pueblo en la miseria. Y que quisiera hacer lo mismo con la dictadura de
Fidel Castro. No saben que con esa política sólo envalentonan a los
terroristas, y crear las condiciones para futuras y mayores tragedias.
No por gusto la prensa comunista china ha manifestado preocupación
porque George W. Bush gane las elecciones y ha dicho que significaría
un "regreso a la Guerra Fría". Prefieren a los demócratas en
el poder.
Israel ha sido un baluarte pro-occidental en esa región durante toda
la Guerra Fría. Y, por supuesto, ha sido considerado como un enemigo
mortal de la Unión Soviética y de Fidel Castro. Tenemos que recordar
que tanques cubanos combatieron contra el ejército israelí en las
alturas de Golán. Y también tenemos que recordar la inolvidable carta
abierta de un patriota judío, nuestro amigo Norman Braman, cuando el
caso de Elián. Carta que se publicó en medio de la guerra santa de la
prensa liberal americana contra la comunidad cubanoamericana. Se dice
que algunos dirigentes comunitarios están pensando organizar alguna
actividad de solidaridad con Israel. Una noticia de ese tipo pudiera
tener repercusiones internacionales. Organizar cualquier demostración
es difícil pero, aunque no sea posible hacerlo, nuestro lugar está
junto a Israel. Ahora, en este momento tan amargo para ellos, cuando su
misma existencia nacional está en peligro, cuando la prensa liberal los
critica y pretende aislarlos, es cuando los cubanoamericanos tenemos que
demostrar la más firme solidaridad con la comunidad judía. Es una
cuestión de principios. |
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