CAMBIOS EN EL ENFOQUE MUNDIAL SOBRE CUBA:
¿POSITIVOS?
Jorge Hernández Fonseca
23 de Octubre de 2010
El presente año de 2010 ha sido pródigo en
acontecimientos trascendentes para la
sociedad cubana, y muy probablemente será
recordado como el año en el que la oposición
interna a la dictadura castrista propinó sus
golpes más efectivos en el camino de la
democracia para la isla.
Con la muerte cruel del mártir cubano
Orlando Zapata, una ola de acontecimientos
sucesivos se escenificaron en la escenario
cubano: marcha pública y desafiante de las
Damas de Blanco durante una semana completa,
protestando contra el castrato; huelga de
hambre de Guillermo Fariñas, convertido de
repente en vocero de la oposición de la isla
desde su lecho del hospital, desde donde no
se cansó de retar y denunciar los desmanes
de la dictadura; negociación de Raúl Castro
con la Iglesia Católica, encubriendo la
derrota sufrida ante una oposición
triunfante.
Los hechos quedaron inscritos también en las
páginas internacionales, por la coincidencia
casual del presidente brasileño Lula da
Silva en territorio cubano, exactamente el
mismo día que falleciera el iniciador de
esta verdadera avalancha. Los periodistas
brasileños prácticamente obligaron a Raúl a
realizar declaraciones públicas sobre la
muerte del patriota cubano, sobre lo cual la
prensa de la isla había permanecido muda
totalmente. Lula tomó el camino de apoyar la
dictadura, pero los periodistas que lo
acompañaban reflejaron la verdad.
El mundo tomó conocimiento así, y amplificó
como nuca antes los hechos libertarios que
se sucederían a la muerte del mártir
albañil, conformándose un enfoque sobre la
isla más ajustado a la realidad, bastante
lejos de la propaganda oficial. El mundo
finalmente supo la historia real.
La dictadura castrista no obstante,
entrenada en su oficio de mantener el poder
a toda costa, ensayó la variante de señalar
las sucesivas derrotas a que había sido
sometida por la resistencia interna cubana,
como una muestra de su intención de cambios
“voluntarios” --de los cuales Raúl había
hablado años atrás-- aprovechando el mal
momento para convertir las derrotas sufridas
amargamente ante la oposición cubana, en una
oportunidad de sobrevivencia.
De esa manera, la dictadura cubana comenzó a
liberar presos políticos como si fuera un
gesto amistoso hacía la Iglesia Católica
(obligado realmente por la huelga de hambre
de Guillermo Fariñas, que afirmaba desde su
lecho de huelguista que sólo la liberación
de los presos políticos haría que desistiera
de su protesta). El gesto de Raúl sin
embargo, nombrando al cardenal Ortega como
interlocutor y liberando presos, llegó a
oídos receptivos en Europa y EUA, que vieron
en los hechos cierta voluntad real de
cambios en un raulato incipiente y débil.
De esta manera, si bien la oposición
política organizada dentro de Cuba logró
doblegar al régimen, hay que reconocer que,
a los ojos del mundo exterior (sobre todo en
EUA y la UE), la dictadura consiguió
escamotear los hechos, que ahora son vistos
como muestras parciales de cierta voluntad
de cambios de una parte de la cúpula
gobernante, que se apresuran a estimular.
Hay que reconocer que en esta larga lucha
nadie es dueño de la verdad. La diferente
óptica de la oposición cubana, respecto a la
óptica del gobierno norteamericano y de la
mayoría de las Naciones europeas, terminará
por ayudar la estrategia dictatorial para
permanecer en el poder.
Una larga lista de hechos preparados por la
dictadura cubana para encubrir sus
verdaderas intenciones de continuar
oprimiendo a los cubanos de la isla, están
siendo implementados para ‘ablandar’ las
posiciones de EUA y la UE: la reunión de
Raúl con el Cardenal Ortega y su
nombramiento como interlocutor válido; la
liberación de los presos políticos de la
“Primavera Negra” (hasta ahora parcial, pero
que muy probablemente será completada); la
inclusión en la lista de libraciones de
otros presos políticos; las declaraciones
“al vuelo” de Fidel Castro en sentido que
“el modelo cubano no funciona”, tomadas en
el exterior interesado en la isla como casi
un arrepentimiento que merece ser apoyado;
el anuncio de una apertura económica con
despido de medio millón de “excedentes”,
pero con la correspondiente liberación de
nuevas licencias para trabajar por “cuenta
propia”, entre otros anuncios, encaminados a
hacer ver en el gobierno de Raúl una
intención “responsable” ante la crisis de la
isla, que merece atención.
La Unión Europea por su parte, prepara una
reunión para decidir el mantenimiento de su
“posición común” crítica de la dictadura,
pero en paralelo prepara un “Plan de
Acercamiento” a la isla, que dejará el
camino expedito para que Raúl encamine sus
planes de acercarse a la UE.
Estados Unidos, por la parte suya, ha
sorprendido a los cubanos cuando en boca de
su presidente declaró que sólo esperaba por
ciertos detalles, para aprobar que
norteamericanos viajaran a la isla y
completar económica y políticamente el
acercamiento de que tanto se habla.
Así las cosas, la oposición política cubana
comienza a recoger amargos frutos de la
lucha más efectiva que haya librado en más
de medio siglo de rebeldía: una buena parte
de la oposición militante del interior de la
isla está debilitada y dispersa entre España
y EUA; una Unión Europea que ha sido
engañada por las huestes de Raúl,
vendiéndoles “gato por liebre”; un
presidente norteamericano ansioso por
retomar las relaciones con la dictadura, una
vez terminado el período electoral en el que
se haya envuelto. ¿”Ganó” la oposición
triunfante?
Hay desde luego aspectos objetivos en las
políticas internas, tanto de la UE como en
EUA, que ayudaron a Raúl a darle vuelta a un
revés tan sonado como el sufrido este año
ante la oposición interna: para la UE, se
destaca la necesidad de dar solución al
“problema cubano” con Raúl en el mando,
basado en las inversiones que tienen en la
isla, sobre todo de España, que ejerce así
su espíritu de revancha ante EUA por la
derrota amarga del siglo XIX; para EUA, la
precepción cada vez más clara de que la
oposición cubana no ha podido conformar una
opción de gobierno fuerte y aceptable a los
ojos norteamericanos, que a pesar de desear
un gobierno democrático en la isla, prefiere
una mano fuerte que impida la temida
“mexicanización” de Cuba, si es que el
poderío de las fuerzas armadas raulistas se
derrumbaran y el narcotráfico y la
delincuencia se enseñorearan en la isla como
lo han hecho en México y Centroamérica.
¿Es justo que precisamente ahora, cuando la
oposición política cubana ha emergido
triunfante del embate con la tiranía --y el
mundo exterior ha comenzado a comprender su
lucha-- las naciones europeas y la
norteamericana se apresuren a “cerrar en
falso” esta herida entre cubanos, dejando
para un futuro más o menos lejano una
solución real al “problema cubano”?
La respuesta a esta interrogante es
claramente que no es justo. No obstante,
habrá que esperar un poco para ver si
realmente estos planes europeos y
norteamericanos para una Cuba con “dictadura
para los cubanos”, pero con cara dócil para
UE y EUA, es duradero. La muerte del
dictador mayor está a la vuelta de la
esquina, así como la desaparición a corto
plazo de su hermano. Es en ese momento que
habría que ver si los planes actuales para
imponernos a los cubanos una solución
“aceptable” (para la UE y EUA) es lo
suficientemente fuerte como para detener las
ansias de libertad implícitas en la lucha
del pueblo cubano por su independencia.
No ha habido en la historia de Cuba --ni
ante España, ni ante EUA-- imposición
duradera que atentara contra el espíritu
independiente y libertario de los cubanos y
no va a ser ahora, por intereses ajenos al
del oprimido pueblo de Cuba, que la
injusticia iría a prevalecer.
Artículos de este autor pueden ser
consultados en http://www.cubalibredigital.com