En defensa del neoliberalismo |
EU en peligro Adolfo Rivero Caro
A la Comisión sobre
la Seguridad Nacional en el Siglo XXI se le encargó realizar el más
amplio examen de las estructuras y funcionamiento del aparato nacional
de seguridad que se haya hecho desde que éste fuera reorganizado en
1947. La carta de la comisión le pedía a los comisionados ``proponer
medidas para adaptar las estructuras de seguridad nacional existentes''
a las nuevas circunstancias y, de ser necesario, ``crear nuevas
estructuras donde ninguna exista''.
Esas
reformas, esa ``guía institucional'' para el primer cuarto del siglo
XIX están explicadas en la parte III del trabajo, recién publicada.
Esta, sin embargo, se apoya sobre las dos primeras secciones. Cada sección
tiene más de 100 páginas.
En
la fase I, la comisión estudia cómo debe de cambiar el mundo en los próximos
25 años. Entre las 14 conclusiones de la comisión:
·
Estados Unidos se volverá cada vez más vulnerable a
ataques hostiles en su territorio, y el poderío militar norteamericano
no podrá proteger la nación.
·
Rápidos avances en información y biotecnología crearán
nuevas vulnerabilidades para la seguridad de Estados Unidos.
·
Todas las fronteras se harán más porosas; algunas se van
a plegar y otras se van a quebrar.
·
Se producirá la fragmentación y bancarrota de algunos
estados, con efectos desestabilizadores para regiones completas.
·
El espacio se convertirá en un medio ambiente militar crítico
y competitivo.
·
El trabajo de inteligencia de Estados Unidos enfrentará
adversarios más peligrosos e inclusive una excelente inteligencia no
podrá evitar todas las sorpresas.
·
En el próximo cuarto de siglo, el ambiente de seguridad va
a requerir capacidades nacionales diferentes --militares y de otro tipo.
En
la fase II, la comisión pasa a prescribir una estrategia para afrontar
las condiciones enumeradas anteriormente. Entre los seis objetivos
claves que se apuntan están:
``Defender
Estados Unidos de los peligros de una nueva era''. La combinación de la
proliferación de armas no convencionales y la persistencia del
terrorismo internacional va a terminar con la relativa invulnerabilidad
del territorio de Estados Unidos a un ataque catastrófico. Para evitar
un ataque contra el territorio nacional en el siglo XXI, Estados Unidos
necesita una nueva combinación de prevención, protección y respuesta.
Fracasar en prevenir ataques que produzcan bajas masivas contra el
territorio de Estados Unidos pondrá en peligro no sólo vidas
americanas sino la misma política exterior del país. Socavaría el
apoyo al liderazgo internacional de la nación y a muchas de nuestras
libertades personales. En realidad, el abrupto debilitamiento del poderío
y prestigio de Estados Unidos es lo peor que le podría pasar a la
estructura de la paz mundial en el próximo cuarto de siglo.
Los
grandes centros urbanos de la nación pueden ser víctimas, en cualquier
momento, de un ataque químico, bacteriológico o mininuclear y la
defensa nacional no está ni siquiera mínimamente preparada para
enfrentarlos. Esto es de particular importancia para nosotros en el sur
de la Florida y especialmente para Miami, sin duda, el centro urbano más
odiado por Fidel Castro, uno de los gobernantes terroristas más
peligrosos del mundo. Es un tema desagradable pero ignorar los problemas
no los hace desaparecer.
El
Servicio de Aduanas, por ejemplo, está encargado de prevenir la entrada
de contrabando en Estados Unidos. Todavía más importante: es
responsable de prevenir que los terroristas utilicen los medios de
transporte comerciales o privados para introducir en el país armas de
destrucción masiva. Sin embargo, Aduanas sólo tiene una modesta fuerza
de interdicción aérea, terrestre y marítima. El enorme volumen de
carga y pasajeros que llega a Estados Unidos todos los años abruma sus
capacidades. Más de $8,800 millones en mercancías, más de 1.300,000
personas, más de 340,000 vehículos y más de 58,000 embarques son
procesados diariamente en los puntos de entrada. Aduanas sólo puede
inspeccionar uno o dos por ciento de todos esos embarques que entran en
el país.
Alcanzar
este objetivo, y los objetivos de seguridad críticos de la nación,
también requiere que el gobierno de Estados Unidos, como un segundo
objetivo clave, ``mantenga la cohesión social, la competitividad económica,
la inventiva tecnológica, y el poderío militar''. Esto significa una
mayor inversión y una mejor administración de la ciencia y la tecnología
en el gobierno y en la sociedad, y un sistema educacional
sustancialmente mejor, particularmente para la enseñanza de la ciencia
y las matemáticas. El
informe sugiere que el presidente debe desarrollar una amplia estrategia
para proteger al país contra todo tipo de ataques en el territorio
nacional. A esos efectos hace tres recomendaciones fundamentales:
reforzar la seguridad del territorio, fortalecer el trabajo científico
y educativo y reestructurar el gobierno de la nación. Los minuciosos
informes de la Comisión son una lectura indispensable para los
interesados en el futuro de esta nación. Al estado de la Florida, en
particular, le toca un papel de excepcional importancia. Como bien señala
el informe, no podemos limitarnos a reaccionar. Es demasiado lo que está
en juego. |