Yo, el Lápiz
Leonard E. Read
Yo soy un lápiz - el lápiz de madera ordinario familiar a todos
los chicos y chicas y a los adultos que saben leer y escribir.
Escribir es mi vocación y mi ocupación; eso es todo lo que hago.
Usted podrá preguntarse por qué debería de escribir una
genealogía. Bien, para comenzar, mi historia es interesante. Y, por
otra parte, soy un misterio - más que un árbol o una puesta del sol
o la descarga de un rayo. Pero, infortunadamente, los que me usan me
dan por descontado, como si si fuera algo banal y sin antecedentes.
Esta actitud presuntuosa me relega al nivel de los lugares comunes.
Esto es un ejemplo de ese grave error. Error en el que la humanidad
no puede persistir sin peligro. Como dijo G. K. Chesterton, "Estamos
pereciendo por falta de capacidad para maravillarnos no por falta de
maravillas."
Yo, el Lápiz, aunque parezco algo muy sencillo, merezco su
asombro y su admiración, extraña afirmación que trataré de
demostrar. En realidad, si usted me pudiera entender - no, eso es
pedir demasiado - si usted sólo pudiera tomar consciencia del
milagro que simbolizo, pudiera ayudar a salvar esa libertad que la
humanidad tan lamentablemente está perdiendo. Tengo una profunda
lección que enseñar. Y puedo enseñar esa lección mejor que un
automóvil o que un avión o una lavadora mecánica porque - en fin,
porque soy aparentemente tan sencillo.
¿Sencillo? Pues, bien, no hay una sola persona en la faz de la
tierra que sepa cómo hacerme. Parece fantástico, ¿no es cierto?
Especialmente cuando uno sabe que todos los años se producen unos
1,500 millones como yo en los Estados Unidos.
Cójame y examíneme. ¿Qué ve usted? No hay mucho que impresione al
ojo - un trocito de madera, barniz, la marca impresa, el grafito, un
pedacito de metal, un borrador.
Los Antecedentes innumerables
De la misma manera en que usted no puede llevar muy lejos su
árbol genealógico, a mí me es imposible denominar y explicar todos
mis antecedentes. Pero me gustaría sugerir suficientes de ellos como
poder impresionarlo a usted con la riqueza y la complejidad de mis
antecedentes.
Mi árbol genealógico comienza con un árbol, un cedro que crece en
la California Septentrional y en Oregón. Piense ahora en todas las
sierras y los camiones y las sogas y los demás innumerables equipos
usados para cultivar, talar y acarrear esos troncos de cedro hasta
el ferrocarril. Piense ahora en todas las personas y las innumerable
habilidades que entraron su fabricación: la extracción del mineral,
la fabricación del acero y su refinamiento en sierras, hachas,
motores; el cultivo del cáñamo y todas las etapas necesarias para
convertirlo en una soga pesada y fuerte; los aserríos con sus
campamentos y sus comedores, el cultivo de todos esos alimentos que
van a hacer falta y su transformación culinaria. Imagínese, ¡miles
de personas han intervenido en cada taza de café que toman los
leñadores!
Los troncos son embarcados a un aserrío en San Leandro,
California. ¿Puede imaginarse todas las personas que fabrican
vagones y raíles y motores ferroviarios y que construye e instalan
los sistemas de comunicación vinculados a todo este proceso? Pues
bien, estas legiones están entre mis antecedentes.
Considere el trabajo del aserrío de San Leandro. Los grandes
troncos de cedro se cortan en lascas del largo del lapiz y de menos
de un cuarto de pulgada de espesor. Estas se secan en un horno y
luego se tiñen - por la misma razón que las mujeres se ponen
colorete. La gente prefiere que luzca bonito, no de un blanco
pálido. Las lascas de madera son enceradas y vueltas a secar al
horno. ¿Cuántas habilidades entraron en hacer del tinte y los
hornos, en suministrar el calor,la luz y la energía eléctrica, las
poleas y los motores, y todas las otras cosas que requiere un
aserrío? ¿Barrenderos entre mis antepasados en el aserrío? ¡Sí, y
están incluidos los que echaron el cemento para la hidroeléctrica de
Pacific Gas & Electric Company que suministra la electricidad del
molino!
No deje pasar todos esos antepasados, cercanos y distantes, que
dieron una mano en transportar sesenta vagones de lascas de madera
para lápices a través de la nación.
Una vez en la fábrica -$4,000,000 en edificios y maquinaria, todo
capital acumulada por todos esos padres ahorrativos que tengo -- una
compleja máquina le hace ocho ranuras a cada lasca de madera,
después que otra máquina coloca los grafitos en una de cada dos
lascas, aplica el pegamento, y coloca una lasca arriba de otra -- un
sandwich de grafito, por así decirlo. Siete hermanos y yo somos
mecánicamente tallados de este "sandwich de madera'".
Mi "grafito" es complejo. El grafito se extrae en Ceilán. Piense
en esos mineros y en todos los que fabrican sus múltiples
herramientas y a los fabricantes de los sacos de papel en que el
grafito se embarca y los que hacen la cuerda que amarra los sacos y
los que los ponen a bordo de los barcos y los que hacen los barcos.
Aún los que custodian los faros durante el camino participaron en mi
nacimiento -- y también los pilotos del puerto.
El grafito se mezcla con la arcilla de Mississippi que se usa en
el hidróxido de amonio necesario para el refinamiento. Luego se
añaden agentes humectantes como grasas animales tratadas con ácido
sulfúrico. Tras pasar por numerosas máquinas, la mezcla aparece
finalmente cortada al tamaño, secada, y horneada durante varias
horas a 1,850 grados Fahrenheit. Para aumentar su fuerza y
uniformidad los grafitos se tratan con una mezcla caliente que
incluye cera de candelilla mexicana, cera de parafina, y grasas
naturales hidrogenadas.
Mi cedro recibe seis capas de barniz. ¿Sabe usted todos los
ingredientes del barniz? ¿Quién pensaría que los cultivadores de
semillas de ricino y los refinadores del aceite de recino son parte
del mismo? Lo son. ¡Imagínese, hasta los procesos mediantes los que
barniz se vuelve de un hermoso amarillo implica las habilidades de
más personas de las que uno puede enumerar!
Observe la marca. Eso es una película que se forma aplicando
calor al negro carbón mezclado con resinas. ¿Cómo se hacen las
resinas y, por favor, qué es el negro carbón?
Mi pedacito de metal -- el casquillo -- es de latón. Piense en
todas las personas que extraen zinc y cobre y los que tienen las
habilidades para hacer brillantes hojas de latón de estos productos
de la naturaleza. Esos anillos negros en mi casquillo son níquel
negro. ¿Qué es el níquel negro y cómo se aplica? La historia
completa de por qué el centro de micasquillo tiene níquel negro
llevaría páginas para explicar.
Entonces está mi corona, simplemente llamada "la goma", esa parte
que se usa para borrar los errores que los hombres cometen conmigo.
Un ingrediente llamado "factice" es lo que borra. Es un producto
parecido al caucho que se fabrica haciendo reaccionar un aceite de
semilla de la zona de Java y Sumatra con cloruro de azufre. El
caucho, al contrario de lo que generalmente se piensa, sólo se
utiliza para ligar. Además, también hay numerosos agentes de
vulcanización y catalización. La piedra pómez viene de Italia; y el
pigmento que le da su color a "la goma" es sulfito de cadmio.
Nadie Sabe
¿Quisiera alguien desafiar mi anterior afirmación de que no hay
una sola persona en la faz de esta Tierra que sepa exactamente cómo
hacerme?
En realidad, millones de seres humanos ha dado una mano en mi
creación, ninguno de los cuales conoce sino a unos pocos de los
demás. Ahora bien, usted podrá decir que voy demasiado lejos al
relacionar a los recogedores de semillas de café en Brasil y a los
granjeros de los otros alimentos como parte a mi creación; y que
esto es una posición extremista. Yo me mantengo firme en mi
afirmación. No hay una sola persona entre estos millones, inclusive
el presidente de la compañía que fabrica los lápices, que contribuya
con más de una parte infinitesimal de conocimiento. Desde el punto
de vista del conocimiento, la única diferencia entre el minero de
grafito en Ceilán y el leñador en Oregón está en el tipo de
conocimiento. El minero y el leñador son tan imprescindibles como el
químico en la fábrica o el obrero en el campo petrolero -- la
parafina es un subproducto del petróleo.
He aquí un hecho asombroso: Nadie, ni el trabajador en el campo
petrolero ni el químico ni el minero de grafito o de arcilla ni
ninguno de los que trabajan para hacer los barcos o los trenes o los
camiones como tampoco los que manejan las máquinas que laminan mi
casquillo metálico ni el presidente de la compañía, realiza su tarea
específica porque me quiera. Probablemente, cada uno me quiere menos
que un niño de primer grado. En realidad, dentro de esta vasta
multitud hay algunos que nunca ni siquiera me han visto nunca ni
sabrían como usarme. Su motivación no está en mí. Quizás sea algo
como esto: cada uno de estos millones ve que puede cambiar su
poquito de saber por los bienes y servicios que necesita o quiere.
Yo puedo ser, o no ser, algo que ellos quieran.
Ninguna Mente Magistral
Hay un hecho todavía más asombroso: La ausencia de ninguna mente
maestra, la ausencia de alguien que esté dictando o dirigiendo todas
estas innumerables acciones que me convierten en realidad. No es
posible encontrar la más mínima huella de esa persona. En vez de
eso, encontramos el trabaj de la Mano Invisible. Este es el misterio
al que me referí anteriormente.
Se ha dichoque "' sólo Dios puede hacer un árbol.'" ¿Por qué
estamos de acuerdo con esto? ¿No es porque nos damos cuenta que
nosotros mismos no podríamos hacer uno? ¿En realidad, podemos aunque
sólo sea describir un árbol? Podemos, pero sólo superficialmente.
Podemos decir, por ejemplo, que una cierta configuración molecular
se manifiesta como un árbol. ¿Pero qué mente humana podría
registrar, no ya dirigir, los constantes cambios moleculares que se
producen en el transcurso de la vida de un árbol? ¡Semejante hazaña
es totalmente inconcebible!
Yo, el Lápiz, soy una compleja combinación de milagros: un árbol,
el zinc, el cobre, el grafito, etcétera. ¡Pero a todos estos
milagros que se manifiestan en la Naturaleza se ha sumado un milagro
todavía más extraordinario: la configuración de energías humanas
creadoras -- millones de diminutos conocimiento que se integran
natural y espontáneamente en respuesta a las necesidades y deseos
humanos, y en ausencia de ninguna mentalidad dirigente! Puesto que
sólo Dios puede hacer un árbol, yo insisto también en que sólo Dios
pudiera hacer un lápiz. Tan imposible es para el hombre dirigir
todos estos millones de conocimientos que me hacen posible como
organizar las moléculas para crear un árbol.
Esto es lo que quería decir cuando dije, "Si usted puede tomar
consciencia del milagro que yo simbolizo, usted puede ayudar a
salvar la libertad que la humanidad, tan tristemente, está
perdiendo." Porque, si uno está consciente de que éstos
conocimientos se van a organizar natural y automáticamente, en
patrones credores y productivos en respuesta a las necesidades y
demandas humanas -- eso es, en ausencia de ninguna dirección
gubernamental o de cualquier otro tipo -- entonces uno poseerá un
ingrediente absolutamente indispensable para la libertad: la fe en
la gente libre. La libertad es imposible sin esta fe.
Una vez que el gobierno ha conseguido el monopolio de una
actividad creadora como, por ejemplo, la entrega del correo, la
mayoría de las personas creerá que hombres actuando libremente no
pudieran entregar eficientemente el correo. Y he aquí la razón: Cada
uno reconoce que él mismo no sabe cómo hacer todas las cosas
necesarias para organizar el reparto. También reconoce que ninguna
otra persona podría hacerlo. Estas suposiciones son correctas.
Ninguna persona tiene suficiente conocimiento cómo para poder
repartir el correo del todo el país. Nadie la tiene tampoco para
hacer un lápiz. Ahora bien, si no hay fe los hombres libres - si no
se sabe que millones de minúsculos conocimientos se van a integrar y
van a cooperar, natural y milagrosamente, para satisfacer esta
necesidad - ese individuo no puede dejar de llegar a la errónea
conclusión que el correo sólo puede repartirse si el gobierno lo
organiza.
Abundancia de testimonios
Si yo, el Lápiz, fuera el único artículo que pudiera dar
testimonio de lo que los hombres pueden conseguir cuando tienen
libertad para tratar de hacer cosas, entonces los que tienen poca fe
tendrían un buen caso. Sin embargo, los testimonios realmente
sobran. La entrega del correo es excesivamente sencilla cuando se
compara, por ejemplo, con hacer un automóvil o una calculadora o una
aspirina decenas de miles de otras cosas. ¿Lllevar cartas? Por
favor, cuando se ha dejado a los hombres en libertad, ellos han
llevado la voz humana alrededor del mundo en menos de un segundo; ha
llevado imágenes visuales de acontecimientos, en el mismo momento en
que se están produciendo, a los hogares de incontables millones; han
entregado a 350 pasajeros de Nueva York a París en menos de tres
horas; han llevado el gas de Tejas a los hornos de Nueva York a
precios increíblemente bajos, y sin subsidio; han llevado el
petróleo del Golfo Pérsico a nuestra costa del Este - del otro lado
del mundo - por menos dinero de lo que el gobierno cobra por
entregar una carta de una onza al cruzar la calle!
Mi lección es ésta: Dejen que las energías creativas de la gente
fluyan libremente, no les pongan obstáculos. Simplemente, organicen
la sociedad para que funcione en armonía con esta lección. Permitan
que el aparato legal de la sociedad elimine todos los obstáculos de
la mejor manera posible. Permitan el libre flujo de todos estos
conocimientos creadores. Tengan fe en que los hombres y las mujeres
libres van a responder a la Mano Invisible. Esta fe será confirmada.
Yo, el Lápiz, tan aparentemente sencillo como soy, ofrezco el
milagro de mi creación como testimonio de que ésta es una fe
práctica, tan práctica como el sol, la lluvia, un cedro o nuestra
buena tierra.
Traducción: Adolfo Rivero |