Lo que va a pasar es que esta terrorista, que vimos hace unos cuantos años en los noticieros con el puño en alto, desafiante e increpando a las autoridades, se va a convertir en millonaria. En primer lugar, todas las editoriales le van a ofrecer contratos fabulosos para un libro en que narre sus experiencias en el movimiento revolucionario y en las cárceles peruanas. Las universidades americanas se disputarán sus conferencias sobre el tema ofreciéndole decenas de miles de dólares por cada una de las mismas. Las revistas Time y Newsweek  así como The New York Times le harán grandes entrevistas. Y la Berenson va a aprovechar esa magnífica oportunidad para criticar con todo el odio de que es capaz (y es capaz de mucho) al Perú, a sus fuerzas armadas, a su sistema judicial y al presidente Toledo. Y va a llenar de elogios a sus valientes camaradas de armas, esos nobles luchadores por la justicia social que son los guerrilleros de Sendero Luminoso y del movimiento Tupac Amaru. Y es muy probable que utilice parte de su fortuna para enviar ayuda económica a sus camaradas guerrilleros del Perú. 

Ese indulto sería una muestra de debilidad y de ceguera política del presidente Alejandro Toledo y de su colega norteamericano George W.Bush.