Editorial: Adolfo Rivero Caro y su última columna

Con su columna, "El 20 de Mayo y la libertad", Adolfo Rivero Caro cerraba su ciclo de participación en el portal de Neoliberalismo.com. Sin embargo, dejaba un compromiso con su línea de pensamiento y sus lectores. A un año de su último trabajo intelectual y próximo a su final deceso, el 26 de mayo, podemos decirle que su legado sigue vivo y que su obra sigue en pie, aunque la libertad de Cuba siga estancada y la democracia y los peligros que le atañen, de los que él tanto alertó, también siguen presentes.

No obstante, reconforta saber que cada día surgen baluartes dispuestos, aunque sea con su pluma e inteligencia a defenderla y seguir alertando sobre los peligros que enfrenta la democracia y la libertad misma. Son muchos, pero no podemos dejar de mencionar en un día como hoy al Lic. José Antonio Ortega y Leopoldo Escobar, que desde uno de los escenarios más complejos: México, alzan sus voces de alarma, para llamar la atención de un Estado fallido, que amenaza con contaminar y es propósito, a los Estados Unidos.

Seguro estamos que Adolfo Rivero también hubiera dedicado varias columnas a este tema. Como tema también resulta el peligroso rumbo que va tomando Colombia, que junto a México constituyen puntos estratégicos para los propósitos de los integrantes del Eje del Mal. Pero hoy podemos estar orgullosos de los lectores de Neo, como el solía llamarle, pues justo a sus recomendaciones han seguido visitando su portal, y es uno de los pocos portales, que luego de la muerte de su progenitor hayan seguido regando  luz.

No es menos cierto, que su energía creadora es insustituible, pero sus trabajos siguen presentes y cobran fuerzas en cada nuevo escenario, como era su visión sobre el presidente Obama, que ahora con el proceso electoral en los Estados Unidos, recuperan su vigencia.

Sus llamados de atención sobre el peligro de Irán se mantienen y el Medio Oriente, sigue teniendo la importancia global que él tanto alertó. Y de América Latina, ni hablar: Venezuela sigue apostando su futuro al desenlace biológico de Chávez, que todavía no se acaba de definir. Los demás países como Nicaragua, Ecuador y Bolivia siguen su mismo rumbo, sin que la oposición logre madurar. Cuántos análisis no hubiera hecho Rivero de todos estos temas.

En el caso cubano, tal vez su frustración hubiera sido mayor, al ver que cada día son menos eficaces las estrategias para lograr una democracia a corto plazo y que las posibilidades de un reciclaje del poder se materialice, con la anuencia y propósito de la iglesia católica, los intereses económicos de grupos y de la izquierda internacional, sustentada por la izquierda norteamericana, que utiliza el caso cubano, como pretexto para desmoralizar las bases políticas de los Estados Unidos.

En un mundo de pocas voces, defendiendo los valores del ser humanos, a partir de su libertad económica y del desarrollo de su capital, cuando se apaga una voz como la de Adolfo Rivero Caro, no sentimos como un poco huérfanos. Tal vez, nunca experimentamos este sentimiento, de sentirnos menos protegidos, hasta que no se pierde un padre. Y desde el punto de vista intelectual, así también nos sentimos en Neoliberalismo. Pero renovamos nuestros votos de fe en la obra de Adolfo Rivero Caro y le decimos desde esta humilde tribuna, su tribuna, que Neoliberalismo o Neo, sigue en pie.  Descansa en paz hermano, que tu obra está en buenas manos.   

Mayo, 25 del 2012

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