UN RECUERDO ABOMINABLE
Alberto Benegas Lynch (h)
Las canalladas parecen no tener límite. Del 3 al 10 de octubre de
2005 a poco de haber asumido como Papa Benedicto XVI, envió a Cuba
al entonces Arzobispo de Génova Tarcisio Bertone quien, después de
entrevistar a Fidel Castro, públicamente elogió “su notable lucidez”
y “su solidaridad” en el contexto de la “necesidad de apoyar a los
pobres” y subrayó que “en Castro hay un espacio creciente para
escuchar a Dios” y que “no ha dejado de dar un buen ejemplo”.
¿Puede concebirse un cretinismo moral más repugnante por parte de
quien a poco andar Benedicto XVI lo designó Cardenal y Secretario de
Estado del Vaticano y quien es doctor en Teología y doctor en
Derecho Canónico? ¿Es posible que el Cardenal Bertone condene a la
muerte, a la tortura, a la miseria y al sufrimiento más atroz al
pueblo cubano a manos de una yunta de tiranos desde hace más de
cinco décadas? ¿Es este el sentido de la misericordia, el amor al
prójimo y el respeto recíproco propagado a los cuatro vientos desde
las alturas de la Iglesia Católica Apostólica Romana? ¿Hay
algún dato adicional a los aportados por los, Carlos Alberto
Montaner, Armando Valladares, Huber Matos de nuestra época para
sacudir a los Judas insertos en la Iglesia de Cristo? ¿Es esa la
manera de retribuir y acompañar a un pueblo en gran medida religioso
donde muchos frente al pelotón de fusilamiento de los esbirros
castristas exclamaban (y exclaman) Viva Cristo Rey?
En la antigua Grecia, cuando el gran escultor Fidias pretendió
cobrar sus emolumentos por la terminación de Atenea, la diosa de la
sabiduría de doce metros de altura en el Partenón, se le dijo que
dado que la escultura estaba en lo alto del monte Olimpo y que por
ende solo se veía el frente, el no podía pretender la cobranza por
toda la escultura, a lo que Fidias respondió que la parte de atrás
“la ven los dioses”. Las declaraciones infames a que nos venimos
refiriendo, entonces recogidas por muchos medios orales y escritos,
fueron públicas pero también y principalmente “la ven los dioses”.
Es de gran importancia tener presente en la memoria hechos de esta
naturaleza al efecto de saber quién es quién en este mundo. El antes
mencionado Armado Valladares, después de la visita de Bretone a la
isla-cárcel cubana escribió un muy difundido y sustancioso artículo
titulado “El pastor bendice al lobo” donde denunciaba la patraña de
marras. Tal vez Valladares ha sido lo único realmente rescatable de
las Naciones Unidas, ya que el Presidente Reagan lo designó
Embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de
ese organismo internacional en Ginebra. En su libro Contra
toda esperanza, Valladares -quien ha estado preso 22 años en el
Gulag cubano- escribe que “algún día, cuando toda la historia se
conozca con detalles, la humanidad se horrorizará como lo hizo
cuando se conocieron los crímenes de Stalin”. En verdad, no resulta
necesario conocer con más detalles las masacres castristas para
condenar con todas las fuerzas a este régimen siniestro.
Huber Matos en sus memorias tituladas: “Como
llegó la noche” nos
dice respecto al aparato instalado en tierras cubanas que “destruir
seres humanos es su oficio” porque como escribe Montaner en Viaje
al corazón de Cuba, allí
“es legal matar a los opositores”.
Nuevamente fue el Cardenal Bertone a Cuba envido por el Vaticano en
febrero de 2008 a
raíz de lo que declaró fue “una invitación particularmente cálida de
las autoridades civiles” y esta vez se entrevistó con el otro
sicario (Raúl Castro) sobre quien destacó “su misión al servicio del
país” y le deseó “votos de éxito” y aprovechó para rememorar y
alabar a Monseñor Cesare Zacchi, el nuncio en el primer tramo de la
revolución comunista que tercamente insistía en “los profundos
valores cristianos de Fidel Castro”.
Y no se trata solo de los Castro, sino de todos los que los han
rodeado como artífices y cómplices del drama cubano. Hace algunos
años se publicó un artículo, del que estas líneas escribe, titulado
“Mi primo, el Che” (Guevara Lynch…la familia no se elige, se eligen
los amigos, conocido aforismo que solía repetir mi padre que
aplicaba con énfasis a este caso) donde mostraba el perfil de ese
otro asesino glorificado por idiotas morales de muy diversa calaña.
Hoy los hermanos Castro deciden liberar algunos pocos presos
políticos para aliviar la presión de valientes opositores y para
engatusar a los distraídos en cuanto a que el sistema cambiará
mientras que se ajustan las clavijas de quienes quedan en la isla y
se confirma la bota hedionda de los criminales en el poder.
Ahora Chávez -el bufón del Orinoco- gran admirador del comunismo
cubano y de la autocracia iraní decidió romper relaciones
diplomáticas con Colombia (en presencia de Maradona, otro apologista
de la tiranía castrista) con la intención de ocultar la denuncia del
gobierno de este país en cuanto a que Venezuela está albergando
guerrillas de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias
Colombianas: mil quinientos terroristas en ochenta y siete
campamentos venezolanos comprobados en base a innumerables
documentos ampliamente difundidos por la mayor parte del periodismo
independiente del mundo.
Además del socialismo español, el Unasur manejada por otro admirador
de Cuba y de Chávez y, piloteada por quien fuera gran amigo de
Salvador Allende, la inefable OEA, trascendió que el Vaticano
también ofrece sus servicios de mediador en este conflicto. Se puede
conjeturar la eventual inclinación de los tres primeros, pero
esto último no deja de agregar cierta preocupación si la
intervención la administra el Cardenal Bertone en su calidad de
Secretario de Estado del Vaticano, a menos que la mediación opere en
la dirección constructiva, sensata y muy oportuna con que en su
momento lo hizo el Cardenal Samoré en épocas de Juan Pablo II, que
evitó una absurda y suicida guerra con los hermanos chilenos después
que la Argentina recibiera el fallo arbitral adverso de la Corona
británica. En estos instantes se agrega a la lista de oficio la
mandataria argentina con pronóstico parecido a los tres primeros
candidatos y los interrogantes que suscita el cuarto.
Por su parte, el coronel Chávez decidió transformar la denuncia
colombiana en una amenaza de conflicto armado al imponer “el estado
de alerta máximo” y reunir tropas en la frontera con Colombia, lo
cual incluye armamentos provistos últimamente por los rusos. Busca
afanosamente parapetarse en chivos expiatorios para salir del
colosal marasmo en que el mismo ha sumido a su pobre país.
Como ha señalado el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma -quien se
desempeña en el cargo a pesar de los ataques permanentes del aparato
totalitario chavista- “la ruptura de relaciones con Colombia es para
disimular no solo que el gobierno de Venezuela apaña la guerrilla
colombiana, sino para distraer la opinión de la corrupción del
gobierno, la inflación, el desabastecimiento y la andanada contra la
libertad de prensa”. Algunos dignatarios de la Iglesia adelantaron
su opinión favorable al régimen del “socialismo del siglo XXI de la
república bolivariana”, lo cual trae a la memoria el recuerdo
abominable de las antedichas visitas a Cuba en representación del
Vaticano. |