Es contraproducente potenciar el miedo
“Al tigre no le importa una mancha más”
Centro de Estudios para la Democracia Proactiva
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Tal vez con la intención de desacreditar más el régimen cubano o mostrarlo tal como es, siempre se ha divulgado los excesos de terror de sus métodos represivos. Sin embargo, inconscientemente estamos potenciando el miedo.

 En una sociedad provista del miedo inducido es contraproducente potenciar el miedo. Hace unos días veía como se divulgaba la noticia de una supuesta mutilación humana de jóvenes en Villa Marista y también la supuesta ejecución de líderes opositores so pretexto del coronavirus.

Los escenarios que se vienen dando después de las protestas del 11 de julio son los esperados, aunque a muchos se frustren porque las cosas no tienen el desarrollo deseado. Sin embargo, cada componente de estas circunstancias se está comportando bajo los patrones previstos: las fuerzas represivas de forma implacable para consolidar el terror que aparentemente se estaba perdiendo, utilizando los métodos ya tradicionalmente conocido como la represión desmedida y el uso excesivo de la fuerza y el repliegue de la población de ante esa realidad y la falta de una perspectiva de triunfo a corto plazo. Además de no contar con los mecanismos para hacer cambiar  las cosas o cómo mantener activa la capacidad de lucha.

Todos los métodos de la inteligencia cubana se están poniendo en práctica: la detención selectiva, la liberación de los detenidos con cargos pendientes, la manipulación de los trabajadores del estado y represalias contra dueños de negocios no estatales, responsabilizar a las familia por el comportamiento de sus familiares, con agravante si son menores de 18 años y la creación de rumores de atrocidades policiales como mecanismo de intimidación masiva de la población. Y a la vez, el régimen utiliza esas denuncias y las califica de falsas para desacreditar a  la oposición, cuando por demás no se pueden mostrar evidencias públicas de los hechos.

Como se puede ver en este análisis, el régimen se apoya en toda una cultura de terror, por ende se le hace un flaco favor a la causa liberadora si nos sumamos a esa campaña de terror que el régimen nos impone. Se puede comprobar su efecto en los videos donde las familias se juntan con los agentes represores para confrontar a los suyos, en un supuesto intento de protección, pero a la vez contribuyen a neutralizar a su familiar física y psicológicamente, algo que es lo que le interesa al represor.

Por tanto, resaltar la capacidad maligna del régimen sirve como mecanismo para disuadir la lucha y el enfrentamiento con el régimen enemigo. No hay padre que permita la acción política de sus hijos si sabe que están ejecutando extrajudicialmente  a los opositores políticos, o los están desmembrando o mutilando. Sin embargo, al régimen le conviene que ese terror se propague y sirva de autocontrol social.

En conclusión, ya se habrá dado cuenta lo contraproducente que resulta potenciar el miedo…