Adolfo Rivero Caro
La nueva condena de la dictadura cubana en Ginebra tuvo una
característica importante: por primera vez la Unión Europea apoyó la
moción de Estados Unidos. Esto, para Fidel Castro, es la materialización
de una pesadilla. El dictador cubano, con el generoso apoyo de la
izquierda mundial, siempre ha presentado la hostilidad de Estados Unidos
como un morboso y obsceno resentimiento. Resentimiento por la
expropiación de sus propiedades, porque el gobierno cubano ha tenido una
posición "independiente'' de Estados Unidos, porque la pequeña Cuba ha
tenido el valor de oponerse al gigante americano. Y la realidad es que
gran parte de la opinión mundial ha aceptado esos argumentos como
válidos. ¿Cómo es posible? ¿Es que acaso tienen alguna validez?
Cualquier tiene que sentirse resentido porque le roben, pero es
igualmente natural el tratar de minimizar las pérdidas o, de ser posible,
tratar de compensarlas de alguna forma. Eso fue exactamente lo que hizo
EEUU cuando las expropiaciones de Lázaro Cárdenas. Y es bueno recordar
que el gobierno que sucedió a Cárdenas, el de Manuel Avila Camacho, se
puso incondicionalmente del lado de los Aliados en la Segunda Guerra
Mundial y que pilotos mexicanos combatieron heroicamente contra el Eje.
De forma similar, Estados Unidos llegó a un acuerdo con Panamá para la
devolución del Canal. Tiene muy poco sentido pensar que la actitud
norteamericana hacia Cuba esté determinada por las expropiaciones de
hace medio siglo.
¿Dependerá entonces la hostilidad americana de que Cuba ha tenido un
posición "independiente'' de Estados Unidos? ¿Qué independencia? Cuando
rompió con Estados Unidos y con las democracias occidentales, la
dictadura cubana se convirtió en un simple satélite de la Unión
Soviética. En 1979, estando Cuba en la presidencia de los Países No
Alineados, Castro apoyó la invasión soviética de Afganistán pese a que
ésta había sido criticada por abrumadora mayoría en Naciones Unidas.
Castro tiene que haberse sentido profundamente mortificado. Pero lo hizo.
Independientemente de lo que pensara, sólo cumplía órdenes. Otro ejemplo,
entre muchos: la constitución cubana de 1976 no fue sino el cumplimiento
de una orden de Breznev a todos los países socialistas. El dictador
soviético había elaborado una nueva constitución para la URSS y quería
que todos los países socialistas hicieran otras en las que manifestaran
su agradecimiento a la gran Unión Soviética.
Todos lo hicieron, y Castro también. Con independientes como ese, no
hacen falta lacayos. Estados Unidos siempre se opuso a la dictadura
cubana porque la consideró como un factor subversivo y un peón soviético
en sus propias puertas.
De aquí la importancia de que la Union Europea haya patrocinado la
proposicion americana. Ahora no son los Estados Unidos los que
consideran al gobierno cubano como una dictadura y, por lo tanto, los
únicos interesados en un cambio de régimen. Ahora es prácticamente todo
el mundo occidental el que considera al gobierno cubano como un vulgar
violador de todos los derechos humanos. Esto es políticamente devastador
para Castro. ¿Por qué decidió la Unión Europea ponerse junto a Estados
Unidos, pese al cabildeo de España, la supuesta "experta'' en asuntos
cubanos y latinoamericanos? La respuesta es obvia. El éxito de la
política americana en Afganistán e Irak y su efecto de irradiación
democrática es una realidad que los europeos no pueden negar.
Estados Unidos se está proyectando como el campeón mundial de la
libertad y la democracia y la Unión Europea no puede seguir apareciendo
como su adversaria. Excelente. Tiene que llenarnos de satisfacción que
haya sido el caso de Cuba el que haya servido para este acercamiento
político. Ahora no es cuestión de mirar atrás, sino de acercarnos a los
países europeos para construir sobre esta nueva base. Esperamos sus
embajadas en La Habana les den a los opositores cubanos toda la
solidaridad y el apoyo que se merecen. Las divisiones entre Europa y
Estados Unidos sólo benefian a los enemigos de ambos. Es el momento de
trabajar unidos para impulsar nuevas inicitivas a favor de la libertad y
la democracia en Cuba, en América Latina y en todo el mundo.
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