Sobre, no tenemos ningún golpe de estado en curso...
MARTA FERRARA
Fue débil la acusación, y sólida la defensa en cuanto deslindar la
responsabilidad “directa” en los hechos por los que se acusa al
Presidente Lugo. Es bien cierto que el proceso fue muy rápido y no
daba tiempo a la defensa y ésta pudo ser su debilidad, pero es
también cierto que no podía pedirse la intervención de otro Poder
del Estado para restarle al Poder Legislativo la atribución
constitucional que tiene para juzgar al Presidente de la República.
La intervención de Galaverna sobre la constitucionalidad del
procedimiento podía parecer una más de las que dejan sospechas
cuando él intercede, pero al basar sus argumentos en la exposición
de doctrina que en su libro alguna vez realizó el defensor del
Presidente en este juicio, cayó de maduro que el Poder Legislativo
no estaba dando un Golpe de Estado.
Siguió la exposición de motivos presentada por Miguel Abdón Saguier
sobre las razones que motivaron la mayoría a favor del juzgamiento
del Presidente, las que a mi humilde criterio fueron contundentes
para lograr la decisión de la destitución y afirmar el derecho.
Esto nos muestra que los procesos no son lineales, que hay avances y
retrocesos, que la soberbia no construye, y que las alianzas deben
afirmarse en los programas de gobierno sobre políticas de Estado,
que no podemos seguir improvisando, pero también nos muestra que los
paraguayos podemos tener diferencias y que las sabemos expresar en
manifestaciones pacíficas, que ese derecho ya fue una conquista que
costó mucha sangre y lo sabemos ejercer.
Hoy pudo repetirse el marzo paraguayo, yo recuerdo vívidamente la
masacre y el desorden. Hoy, sin embargo, el papel de las fuerzas
policiales se debió limitar apenas a defender el Congreso cuando se
rompió la valla que lo resguardaba. Quienes estaban a favor del
juicio político se reunieron lejos de la plaza ya ocupada por los
partidarios del gobierno que se juzgaba, evitando así
enfrentamientos innecesarios entre ciudadanos.
La jornada concluyó con un Presidente que se va en forma pacífica y
un Presidente que llega al Palacio -a pie- también pacíficamente a
sustituirlo, asumiendo el cargo en razón del orden de mando. Esta es
la muestra de que los paraguayos sabremos consolidar la democracia y
lograr alguna vez la gobernanza.
Las expresiones del vocero del UNASUR, el representante de
Venezuela, fueron las más desentonadas de la jornada, porque
mientras aún no se llegaba a la conclusión del juicio, ya condenaba
al Paraguay en actitud amenazante, buscando restarnos autonomía en
las decisiones sobre nuestra política interna.
El proceso no va a ser fácil, por la desconfianza que la ciudadanía
tiene hacia la clase política, la desconfianza que ella misma se ha
ganado a lo largo de la transición debido a que muchas veces no ha
sido el interés de la República el que ha guiado sus decisiones.
Pero para beneficio del país, se inicia con la designación de dos
calificados ciudadanos para los cargos que irán a ocupar y una
actitud respetuosa por parte del nuevo Presidente, quien solicitó la
colaboración de todas las fuerzas políticas para concluir este
mandato.
El nuevo gobierno tiene muchísima responsabilidad en lo que sigue y
tratándose del Partido al que pertenece el nuevo Presidente, tiene
un ejemplo claro de un liderazgo al que se debe emular: el legado
que Eligio Ayala dejó al liberalismo y al país. Sigamos expresando
nuestras demandas hasta lograr la afirmación de la democracia y
demostremos madurez en la elección de nuestros representantes en las
elecciones que se vienen.
Lo expresado por la socióloga María José Rolón, ex Diputada Nacional
por el Partido Liberal, comparto su opinión, y ojala sirva para
echar un poco de luz dentro de tanta obscuridad.
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