En defensa del neoliberalismo

Israel y la prensa

Adolfo Rivero Caro

Creo que la inmensa mayoría de la comunidad cubanoamericana se siente solidaria con Israel, prácticamente la única democracia en esa parte del mundo. Es un país minúsculo que ha estado luchando a sangre y fuego desde su misma fundación. Hoy se habla mucho de la necesidad de un estado palestino, pero la misma decisión de Naciones Unidas de crear el estado de Israel también estableció un estado palestino. Ese estado nunca llegó a constituirse porque ningún país árabe aceptó la existencia de Israel. Inmediatamente, todos decidieron atacarlo. Israel los rechazó y los derrotó. Y, al fin de la guerra, se anexó territorios del presunto estado palestino. Tenían que hacerlo porque prácticamente dividían al país en dos. Mis lectores deberían examinar un mapa y ver cómo un estado palestino dividiría Israel. Piensen si, en las condiciones actuales, Israel pudiera aceptarlo. Los judíos siempre han sido un solo pueblo y su vínculo con esas tierras es milenario. Los palestinos, por su parte, nunca han sido un pueblo independiente. Sólo han sido árabes viviendo en esa parte del mundo. Pero eso no es lo fundamental. Lo fundamental es que los palestinos y la mayoría de los árabes no quieren coexistir con Israel. Y, mientras eso no cambie, imponer un estado palestino significaría decretar la desaparición del estado judío.

Esto no es ninguna especulación. Hace tres años, Israel se retiró completamente de la franja de Gaza. ¿Cuál ha sido el resultado? Que los terroristas de Hamas han convertido Gaza en una plataforma para lanzar ataques contra Israel. Desde aquella retirada, los israelitas han sido objetivo de más de 6,000 cohetes y disparos de mortero hechos desde Gaza. Es conveniente reflexionar sobre lo que significa estar de compras en un mercado y que caiga un cohete esparciendo metralla indiscriminadamente. Es importante subrayar que el objetivo de los ataques de Hamas es el pueblo de Israel y no sus fuerzas armadas. Esta es una diferencia fundamental. Es la diferencia entre la civilización y la barbarie, entre nosotros y los terroristas. El objetivo de las fuerzas armadas de Israel es matar terroristas. El objetivo de los terroristas es matar judíos, sean hombres, mujeres o niños. Los terroristas se ocultan, deliberadamente, en medio de la población civil para poder acusar a las fuerzas armadas israelíes de matar víctimas inocentes. Hamas y otros terroristas no sólo matan deliberadamente a civiles inocentes, sino que se ocultan cobardemente entre ellos. Israel no podía aceptar esa situación indefinidamente, de ahí su ofensiva en Gaza.

A todos esos que insisten en forzar a Israel a hacer concesiones, nosotros les decimos: miren a Gaza. Es por eso que, como consumidores, tenemos que analizar lo que nos están vendiendo los medios de prensa. ¿Es justo subrayar que una bomba israelí mata inadvertidamente a mujeres y niños, e ignorar que Hamas lo hace deliberadamente? Los israelitas lamentan, una y otra vez, las bajas palestinas civiles. ¿Cuándo lo ha hecho Hamas?

Como consumidores, siempre hemos rechazado productos de inferior calidad aunque sean nuestros propios automóviles. Sin embargo, hemos aceptado pasiva y acríticamente mercancías inferiores mucho más importantes: las que tienden a configurar nuestra opiniones sociales y políticas. Es hora de tomar conciencia de que una agencia de noticias como Reuters, por ejemplo, no acepta calificar a nadie de terrorista porque, según ella, los que son terroristas para algunos son luchadores por la libertad para otros. Según esa concepción, los actuales directores de Reuters hubieran tenido una posición ''neutral'' durante la Segunda Guerra Mundial puesto que millones de personas consideraban los ataques de Hitler como justos y acertados: eran la forma de instaurar un maravilloso ''nuevo orden'' en Europa. Reuters no hubiera querido ofenderlos. Y lo hubieran podido decir, por supuesto, de la ofensiva comunista encabezada por la Unión Soviética y por China. Stalin era un genocida para unos, pero un héroe para otros. Y lo mismo era válido para Mao Tse-tung y Pol Pot. ¿Acaso no defendió Noam Chomsky a Pol Pot? Pues bien, esa posición de ''neutralidad'' entre la civilización y la barbarie es la que tienen Reuters y la mayoría de las agencias internacionales de prensa. Y son ellas las que definen y configuran nuestra prensa de hoy. A mi juicio, esta es una de las razones por la bancarrota de la gran prensa americana. Ser neutral ante el terrorismo es apoyarlo.

Es increíble que miles de intelectuales latinoamericanos vean CNN por TV, lean el New York Times y la revista Time y se crean bien informados de la situación política de EEUU y el mundo. Lo que explica la extraordinaria popularidad en EEUU del Canal Fox de noticias y de Biil O'Reilly es que es son prácticamente la única alternativa al discurso socialdemócrata (que en EEUU se llama ''liberal'') y que hasta ahora prácticamente ha monopolizado la prensa en EEUU. En América Latina, casi nadie conoce sus alternativas. Esta es una de las razones del antiamericanismo latinoamericano y de su creciente hostilidad contra Israel, una de las sucias banderas de Fidel Castro y de Chávez. Cualquier intelectual latinoamericano debería pensarlo dos veces antes de compartir las opiniones de esos personajes.

Los consumidores americanos exigimos calidad. La gran prensa liberal americana no la está dando. Es cada vez más subjetiva, partidista y hostil a la sociedad libre y sus valores. Esa es, sin duda, una de las razones profundas de su bancarrota. No hay mejor ejemplo que su tratamiento de Israel.

Enero, 2009

 

 

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