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La desmovilización ciudadana en Venezuela La principal causa de la desmovilización ciudadana en Venezuela es la impotencia colectiva. Los métodos totalitarios llegan a imponerse, por su represión sistémica, impunidad de sus actos y la falta de escrúpulos para ejercer la violencia. A esos factores se unen otros de carácter objetivo y subjetivo, unos propios de la condición humana y otros inducidos por la acción u omisión de la oposición. Sin embargo, la oposición y opinantes están usando una terminología para justificar el enfriamiento de las calles en Venezuela y buscan culpar a alguien o algo impersonal, de una responsabilidad indirecta: la falta de coherencia en la dirigencia opositora por sus diferentes estrategias y decisiones, como su participación en las elecciones regionales. Lo cierto que se han perdido dos elementos básicos de la lucha política, el poder de convocatoria y la capacidad movilizativa. Algo muy difícil de recuperar, pues se necesitan nuevas circunstancias y realidades que alberguen alguna posibilidad de triunfo y ganar pequeñas batallas. Cuando se necesita tener el apoyo popular es un error de cualquier líder político, depositar mediante retórica, toda su confianza al apoyo ciudadano. Cuando no hay un liderazgo con poder de convocatoria, los pueblos no actúan, y cuando lo hacen, es de forma anárquica. El dirigente político, en momentos de crisis y alta conflictividad, tiene que conocer su potencialidad real y no plantearse metas no alcanzables, como convocar a movilizaciones masivas, paros y huelgas, etc. que no van a materializarse, porque fortalece la retórica de su enemigo político. Como se ha dicho en otras ocasiones, en momentos de conflictividad política, la dirigencia opositora debe marchar delante, presidir actos, marchas y aprovechar todas las congregaciones públicas para dar discursos motivacionales, ofreciendo sus proyectos y criticando y culpando al gobierno con elementos de conocimientos públicos. En Venezuela sería muy efectivo referirse en detalle a los bienes y dineros ocupados a los funcionarios del gobierno de Maduro en los Estados Unidos. La posibilidad de triunfo debe ser una constante en todos los discursos de la oposición venezolana, no simple retórica. Los líderes de la oposición tienen que vincular y responsabilizar al régimen con todos los males del país. Los problemas de alimentación y medicamentos, el régimen con su constituyente no lo podrán resolver, pues se han robado todo el dinero. Hay que mencionar lo del Banco de Andorra y los 500 millones congelados al vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami. En las condiciones actuales, si no hay una participación decisiva de la comunidad internacional, con el uso de todos los recursos necesarios, la dictadura de Maduro se puede consolidar. Lo que pudiera preocupara los grandes interés no es su situación interna Venezuela, sino su importancia geopolítica, administrada por Rusia, China, Irán, Corea del Norte y controlada por el régimen cubano. Incluso, la crisis de Corea del Norte pudiera estar relacionada con la situación de Venezuela y se esté utilizando el conflicto como un elemento disuasivo. En la desmovilización de la población en Venezuela se juntan muchos factores. La actitud de Leopoldo López, Lilian Tintori y Antonio Ledezma ha sido un cubo de agua a la oposición activa, principalmente al movimiento de la resistencia. No se concibe la actitud sumisa de Leopoldo López, alegando que tiene restricciones judiciales, cuando ellos mismos dicen desconocer ese Tribunal Supremo y que están en desobediencia total apegados al Articulo 333 y 350 de la Constitución. No se vale exponer la vida, como ya lo han hecho 131 personas, para que lideres como Leopoldo López estén durmiendo en sus casas, luego de una no muy transparente relación con el régimen y hasta su vida carcelaria. La oposición no ha sabido darles su lugar a las víctimas. La hija del abogado Angel Zerpa, detenido el sábado 22 de julio por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) denuncia públicamente que no han recibido atención por los lideres opositores. Los familiares de los jóvenes asesinados durante las protestas no han recibido una atención meritoria, tanto de seguimiento mediático como de apoyo moral y hasta material, de ser posible. Muchos siguen insistiendo, como la propia María Corina Machado, en el nombramiento funcionarios paralelos, incluido un CNE independiente. No toman en cuenta lo sucedido con la designación de los Magistrados al Tribunal Supremo, que fue un gran fracaso. Detuvieron a tres, y el resto salió a la desbandada. La mayoría ha abandonado el país y se encuentra pidiendo asilo político. Si esas personas de alta preparación, recursos e influencias no tuvieron el valor de enfrentar la "justicia", que se les puede pedir al ciudadano normal y corriente. El desconocer las instituciones, no siempre en la práctica funciona. El poder moral de origen no es suficiente, se necesita poder de acción vinculante, como lo tiene la Asamblea Nacional Constituyente, que cuenta para ejecutar su poder, con el aparato judicial, las fuerzas armadas y el sistema policial. Las elecciones regionales, aunque es una buena estrategia la inscripción por una parte de la oposición, debió darse a conocer públicamente desde el inicio así, como una estrategia. La ruptura de la Mesa de la Unidad Democrática puede ser positiva, si se diversifica la oposición y cada parte representa un sector de la sociedad. Así será más difícil de decapitar. Un error generalizado en líderes y foristas en el caso de Venezuela es asumir como válido los preceptos y circunstancias de la Constitución actual y proyectarse anticipadamente a los actos de la constituyente. La constituyente según el régimen de Maduro es un poder supra constitucional y plenipotenciario, que invalida todos los demás poderes y actos legales, con rango de dictadura militar. La consulta del 16 de julio fue una buena estrategia, pero no se puede implementar en la práctica la formación de un gobierno paralelo, que no va a ser reconocido por nadie. Pero además, no podría tomar acción alguna y sus miembros serían detenidos o excluidos por ellos mismos, abandonando el país, como ha pasado con los magistrados designados por la Asamblea nacional. El miedo inducido, ya está haciendo efecto en Venezuela, es la principal razón para la desmovilización de las masas. Si la cifra de asesinados por el régimen fuera de 131 personas, ya nadie querría ser el 132. Sin embargo, falta un elemento súper aterrador, como la pena de muerte. Que si hiciera falta se podría aprobar por la Asamblea Constituyente. A todo eso hay que agregar la frustración de no ver resultados tangibles, posibilidades de triunfo y el repliegue de los líderes opositores. Resumiendo, la dictadura de Maduro se ha ido consolidando. Todo parece indicar que no hay una propuesta a corto plazo por la oposición. Todo está concentrado en las elecciones de gobernadores. Ahí debe haber un quiebre, ya sea porque el régimen alcense la mayoría de las gobernaciones y la resistencia vuelva a activarse o se entre en un conformismo colectivo. Cada cual resolviendo sus problemas como pueda, a través del escapismo del país, ayuda de familiares desde el exterior y apegándose al régimen para conseguir algunas migajas. El futuro es incierto, pero lo más visible es la cubanización de Venezuela con iguales métodos e iguales resultados. Sin embargo, los que creen que la desmovilización se debe a la falta de liderazgo de la oposición, esa es una plaza bacante y una bandera en el aire, que todos pueden y tienen la obligación a retomar. Adelante, impón tus propios métodos y estrategias, que si dan resultados, los seguidores lo demostrarán. No es hora de criticar desde las gradas. Es la hora de hacer. Adelante. Agosto, 18 al 28 de 2017
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