En defensa del neoliberalismo

Atrapado entre el alcoholismo y la distancia
“El peligro del abandono institucional”
Por:
Lic. Melo Dionisio Álvarez Rodríguez
melodr201051@gmail.com

MIAMI, Florida – 25 de septiembre del 2016 – José Dolores Portillo, un salvadoreño que deambula por las calles de Miami, se encuentra atrapado entre el alcoholismo y la distancia. El alcoholismo que padece no le permite trabajar para conseguir el dinero que necesita para regresar al Salvador.

A pesar haber llegado ilegal a los Estados Unidos hace 7 años, logró trabajar en la construcción y en el Restaurant Rancho Luna, con lo que pudo pagar para que sus dos hijos fueran traídos también a este país. Sin embargo, el alcoholismo que padece, lo hizo perder el trabajo en el Restaurant Rancho Luna hace casi dos años.

Cuenta José Portillo, que estuvo por cuatro meses asistiendo a “Alcohólicos Anónimos” por medio del Pastor Guadalupe Manrique, quien le dio refugio a unos 6 personas con problemas de adicción, y que les consiguió trabajo en la construcción.

Sin embargo, alega Portillo que esto no resultó, ya que el Pastor Guadalupe era quien recibía y cobraba los cheques. Alrededor de unos 600 dólares por persona a la semana, ya que trabajaban 10 horas diarias. Cuando protestaron, el Pastor Guadalupe les llamó la policía, los que dieron positivos a la cocaína fueron arrestados, mientras él por ser solo alcohólico, fue liberado y conminado a abandonar el lugar.

Según José Portillo, también ha recurrido al centro Camillus House, que le provee servicios humanitarios a indigentes y desamparados del Condado de Miami-Dade. Pero solo le han dado un plato de comida y no un mecanismo de rehabilitación. Su condición de residente ilegal no le permite asistir a ningún centro de rehabilitación, según Portillo.

José Portillo lleva 7 años en los Estados Unidos, donde llegó de forma ilegal por la frontera sur, a través de Centro América y México. Desde su llegada trabajó en la construcción y logró pagar los costos de los coyotes para traer sus dos hijos varones. Sin embargo, en el día de hoy los dos los han abandonado por su condición alcohólica, sin reconocer que su padre lo que sufre es una enfermedad. También ha vuelto al restaurante “Rancho Luna” pero le han dicho que con ese estado de alcoholismo no le pueden dar trabajo.

La falta de dinero, lo tiene en la calle, sin ropas y comidas. Tampoco le permite volverse a San Salvador donde le sobreviven sus padres. Y teme irse en esas condiciones por México, por lo peligrosa que resulta la ruta. Espera que alguien que pueda brindar alguna forma de regresarse a su país, lo localice en el shopping de la Av. 12 y 3ra.calle del SW. Miami, Fl. O contactarse a través del correo electrónico que aparece en este trabajo.