En defensa del neoliberalismo

 
 
SADDAM HUSSEIN
Semblanza de un sátrapa
por Eleonora Bruzual
 
La historia universal nos refiere que millones de años atrás el Paraíso Terrenal, estaba ubicado en la confluencia de los ríos Tigris y Eufrates. Pasó el tiempo, y unos 4000 años antes de Cristo, creció en esa misma zona una gran civilización: la cultura Sumer. Allí se escribieron las grandes páginas de la história de Mesopotamia, esa que se conoce como la Medialuna fértil. Dice la crónica histórica, que fue en ese lugar donde el hombre culvivó la tierra por primera vez... También algunos investigadores ubican esa tierra como la cuna de la invención de un alfabeto escrito y un calendario. Tierra donde se dieron obras literarias de valor inmenso para la humanidad como la epopeya de Gilgamesh. Mesopotamia, tierra donde vio la luz el gran patriarca Abraham, en Ur de Caldea la ciudad más importante de la zona.
 
Muchas vueltas da la historia... historia llena de guerras y combates. Fue así que esa gran civilización se fue desintegrando y dando paso a una tremenda disgregación lo que la llevó a la separación tribal. Estas tribus, sólo volvieron a reunirse como nación bajo el reinado de Hammurabi en el año 1700 a.C. Esta fusión de nación se llamó Babilonia. Hammurabi reino con brillantez, y bajo su mandato se escribieron un conjunto de leyes fundamentales para la protección del hombre común, así como a la consideración y cuidado de las mujeres, los niños y los  esclavos. El Código de Hammurabi, fue la primera legislación que protegió a los más débiles contra la supremacia de  los poderosos.
 
Muerto Hammurabi, le toca a los Asirios hacerse del poder, conservándolo durante dos siglos, hasta el momento en que resultaron vencidos por Nabucodonosor II (606-562 AC) oriundo de Caldea. Este convirtió a Babilonia en la gran metrópoli del mundo antiguo. Nabucodonosor fue contra Jerusalem, y destruyó el Templo. Conquistó Tiro y Egipto.
 
Gran constructor, levantó espectaculares palacios y templos y es a él a quien la humanidad debe una de las Siete Maravillas del Mundo, los míticos Jardines colgantes de Babilonia. Espectaculares parcelas ordenadas por este rey constructor, para agradar a  su esposa Amytas, de origen Meda, y que ésta no se sintiera nostálgica de su tierra lejana, plena de montañas y verdor...
 
Hussein, el clásico dictador, se adjudica antiguos parentescos
 
Como buen tirano, este hombre terrible, amoral y sanguinario cuyos biógrafos dicen que nació en el pueblo de al-Ajwa, en las inmediaciones de Tikrit el 28 de abril de 1937, ha impuesto a su pueblo la idea de que es descendiente directo de Nabucodonosor II. Repetitiva conducta en los sátrapas, donde el que no desciende de un héroe, es su reencarnación. Sadam se precia igualmente de haber nacido en el mismo rincón que el legendario Saladino, el mismo que en 1187, venciendo a los cruzados, se hizo dueño de Jerusalén. Sobre estos “detalles” veamos nada más como, en la Latinoamérica del siglo XXI, un tropero venezolano, Hugo Chávez Frías pretende hacerse pasar como un Simón Bolívar reencarnado, y así obnubila y sojuzga a los estratos más primarios de la población venezolana.
 
Por cierto, es importante decir que Chávez y Saddam Hussein son grandes amigos, y que el primero violentó todas las ordenanzas de Naciones Unidas y visitó –a pesar de la prohibición- al gran asesino del pueblo iraquí, declarando su amistad y coincidencias al mundo entero.
 
La tierra donde vio la luz este monstruo del mal, Tikrit es un perdido y pequeño pueblecito. Tikrit a las orillas del río Tigris, a 150 Km. al norte de Bagdad, la capital de Iraq. Se dice que cuando Saddam Husseim nació, en ese villorrio había sólo una calle con pavimento, pero no conocían ni el agua potable, ni las cloacas o la electricidad.
 
Este pillo que hoy posee cientos de palacios y es dueño de vida y muerte en una tierra apresada por el terror y la barbarie nació en una casa de barro. Miembro de una paupérrima familia campesina que no poseía nada: Ni educación, ni  casas, ni tierras.
Es interesante constatar, que como muchos tiranos, un drama familiar les acompaña y les hace monstruosos personajes plenos de resentimientos: el padre de Saddam Hussein, era un forajido irresponsable y truhán que abandonó a la madre del tirano cuando Saddam tenía apenas dos meses de nacido, hoy, la biografía oficial, le pone como un buen musulmán, respetuoso de la ley coránica, fallecido antes de que Saddam viniera al mundo. Lo real es que Sabba Tulfah al Mussalatt la mujer que parió esta bestia volvió a casarse con Ibrahim Asan, de gran crueldad, que pegaba, humillaba y explotaba al niño Saddam, haciéndole trabajar muchísimas horas sin descanso bajo el abrasador sol del desierto iraquí. También le ordenaba robar, algo que con el transcurso del tiempo demostró que se le hizo costumbre. Saddam Hussein tampoco pudo asistir de pequeño a una  escuela, lo que posiblemente sedimentó su barbarie.  
Un tío de nombre  suyo Khairallah Tulfah llegó de Bagdad con una gran sonrisa, al momento que el pequeño Saddam cumplía dos años, le colmó de cariños que el pequeño desconocía. Le hablaba al pequeño de la muerte del Rey de Irak, Gazhi, relato que un bebé no podía entender, pero que el paso de los años le traía repetitivamente la imagen del rostro pleno de euforia de su tío.
 
Un familiar querido, sacó mucho provecho de unas caricias dadas a tiempo a un niño maltratado
 
Transcurrieron ocho años, y cuando el niño Saddam cumplió diez años, le enviaron a la casa del tío Khairallah. Este era un devoto sunnita, militar retirado que se dedicaba a dar clases en una escuela. También era un activo militante  del partido socialista Baath. A él le tocó  enseñarle a leer y escribir al sobrino venido de al-Ajwa. Le platicaba de mil cosas, de la unidad Arabe, del comunismo, de los caudillos y en especial de Stalin. Bajo el abrasador sol le transmitió sus ideas y sus odios. Le sembró el rechazo a las monarquías, a las democracias y hacia el occidente, y también su fobia contra las moscas, que le obligaban a agotarse espantándolas constantemente.
 
Así crece este personaje que nació para hundir y masacrar al pueblo iraquí. Llega 1955 y es el momento cuando Estados Unidos y Gran Bretaña, lograron impulsar e imponer el Pacto de Bagdad, entre Irak, Irán, Turquía y Pakistán. Era el tiempo también, cuando Saddam asistía al colegio secundario al Khark. Tiempos revueltos en todo el golfo pérsico y todo el Mezo Oriente. Un clima de profundo rechazo al colonialismo británico y norteamericano era algo palpable y creciente.
Allí Saddam Hussein dirigente estudiantil independiente, aprovechó para oponerse  al acuerdo. El año 1956 trató  de ingresar a la Academia Militar de Bagdad, tal vez porque la carrera militar –como en tantos países pobres-  era la mejor o la  única posibilidad de ascenso social para cualquier muchacho campesino. Saddam fue rechazado, y buscó el consuelo del querido tío Khairallah otra vez...  El le llevó a las filas del Baath con apenas 18 años. Tras su adhesión al partido Baas en 1956 tomó parte en un fracasado golpe de Estado contra el rey Faisal II.
Por esto debe permanecer un corto tiempo en prisión, ya que estuvo involucrado en el asesinato de policia. Esto fue en 1958, El año siguiente participó en octubre en un atentado contra el general Abdul Karim Quassim, verdugo del rey Faisal II y jefe del Estado iraquí, que como se sabe, el 14 de julio de 1958 junto a su familia fueron ejecutados en el golpe militar encabezado por este general, quien se convirtió en el originario Primer Ministro de la República de Irak. Muchos afirman que ese primer crimen que se le conoce a Saddam, fue instigado por el tío Khairallah, quien aprovechándose de su gran ascendente sobre su sobrino, lo conminó a volver a Tikrit para cometer su primer crimen político. Así Husseim viajo a su pueblo natal y asesinó sin dudarlo a un prominente partidario comunista del Primer Ministro Quassim.
 
Así, a punta de trasgresiones y violencia, crece la fama de Saddam como hombre cruel, severo y despiadado. Poco a poco va calando su estilo en las filas del Baath lo que le permite ser seleccionado para formar parte del grupo encargado de asesinar al Primer Ministro.
 
Este plan fracasó. Muchos de los que le acompañaron murieron en el intento. El propio Saddam Hussein resultó  herido en la pierna izquierda. Muchos cuentan que sacó la bala con una navaja y corrió por las calles de Bagdad logrando evitar el cerco policial. Cuentan igualmente que se disfrazó de mujer, para lograr llegar a la orilla del río Tigris y nadando contra la corriente, cruzarlo. La leyenda con la cual cubre su verdadero rostro de demonio, le presenta como un superhombre que al alcanzar la orilla sube a un burro que el azar pone en su camino y consigue escapar a Siria, donde permanece seis meses en la clandestinidad, ya que en Irak había sido condenado a muerte en ausencia. Se exilió primero en Siria, para luego pasar  a Egipto. Allí  obtuvo la protección del presidente Gamal Abdel Nasser, que le facilitó la entrada en la Universidad de El Cairo, donde estudió Derecho.
 
En tierras de los faraones y con la protección de Gamal Abdel Nasser, pudo vivir  cuatro años. Otro golpe militar en Iraq derrocó y ejecutó al generalQuassim, lo que le permitió  regresar a su país y ser observador de las  luchas fraticidas en el seno del Consejo del Mando Revolucionario que tomó el poder, Sadam fue arrestado en una depuración del partido Baas, en cuyo aparato clandestino ascendió rápidamente.
 
Tiempo para el exilio y la cárcel
 
Como ya dije, Gamal Abdel Nasser, brindo apoyo a Hussein que estaba exiliado en Siria. Lo invita al país y le brinda todas las facilidades para que estudiara abogacía en la Universidad del Cairo. Permaneció en Egipto de 1959 a 1963, hasta que el 8 de febrero, un golpe militar derrocó a Quassim y puso en el gobierno a Abd al-Sallam’Arif, integrante de una coalición encabezada por el partido Baath. Logró huir y desde su escondite clandestino planeó el golpe de Estado baasista del 17 de julio de 1968, que colocó a su partido en el poder en solitario. A partir de entonces, el ascenso de Sadam Husein fue imparable, hasta la dimisión el 16 de julio de 1979 del presidente El-Bakr. Ya sin la pena de muerte sobre su cabeza, Saddam vuelve a Irak y contrae matrimonio con su prima Sajida Tulfah, hija de su queridísimo tío Khairallah. Los biógrafos oficiales dicen que  continuó sus estudios de Leyes en la Universidad Mustansariyah en Bagdad ¿Quién lo sabe y quién lo refuta?
 
A pesar de que Arif siguió en el cargo, el partido Baath duró sólo nueve meses en el gobierno, tiempo más que suficiente para que el astuto Saddam entrara en confianza con el aparato represivo. Encargóse de los terribles interrogatorios a los que eran sometidos los adversarios del régimen en el pavoroso "Palacio del fin", antigua residencia real en Bagdad, y convertida en cámara de tortura por los nuevos jerarcas.
 
El mes de octubre de 1964, fue mala época para Saddam: es encarcelado. Logra escapar a principios del año 1966. Ese mismo año, el  15 de abril el primer ministro Abd al-Sallam conocido popularmente como “Arif” murió en un accidente de helicóptero. Asumió el cargo su hermano, también miembro de las Fuerzas Armadas iraquíes  Abd al-Rahman  Arif,
 
Poco a poco, el implacable destino hace su labor... En 1968, el 17 de julio el partido Baath vuelve a recuperar el poder. Esta vez, el movimiento lo encabeza un primo de Saddam, el general Ahmed Hassan al-Bakr. Es Presidente y jefe del Consejo del Comando Revolucionario. Saddam Hussein, con sólo 31 años, logra ser nombrado  diputado del Consejo. El libro de la vida se llena con los movimientos que un hombre hábil y calculador hace, en el tapiz que teje con hilos de violencia y muerte. 
 
Hombre de absoluto pragmatismo, pone de lado sus pasiones y odios personales, aunque muchos no lo crean. Sólo el pragmatismo le muevemientras permanece al   frente de la policía secreta iraquí. Comienza su labor de erradicar a los disidentes y a todo ser que estuviera factible de arrebatarle sus sueños de poder. No iba únicamente sobre el enemigo, también las familias de esos pobres condenados eran directamente liquidadas
 
Entendidos demuestran que Hussein logró levantar el aparato represivo de la policía secreta iraquí bajo el modelo de la KGB soviética y la STASI de Alemania Oriental. El esquema organizacional de la misma consta de tres centrales de inteligencia que reportan  directamente a él y cada una se reporta con las otras dos. Sus grandes e infalibles métodos son la tortura, el terror, el asesinato y una masiva red de informantes, que mantiene bajo el manto del miedo a la población que al no poderles reconocer, opta por el silencio y la incomunicación.
 
La historia es conocida: Husein asume entonces los títulos de Jefe de Estado, Presidente del Consejo del Comando Revolucionario, primer ministro, comandante de las fuerzas armadas y secretario general del partido BAAS. Todo ello, sin haber hecho carrera militar ni haber terminado sus estudios de Derecho. ¿Les resulta similar el caso? Cronológicamente tenemos que en 1973 le Vicepresidente del Consejo, aunque ya sea realmente el verdadero gobernante del país. Con paso seguro lleva al gobierno a su "clan de Tikrit". Se rodea de hombres fieles: los familiares y amigos de su pueblo natal.
Así logra implementar mecanismos que puede controlar con absoluta eficiencia tanto el mismo como su gente. En enero de 1976, sin haber hecho la carrera militar fue nombrado general. ¿Les sorprende?
 
Saddam sabe lo que quiere y lo busca
 
1979, 16 de julio, Ahmed Hassan al-Bakr renunciara a la presidencia argumentando problemas de salud, todos saben quien le ordenó tal decisión... Así Saddam Hussein se convirtió en el nuevo presidente de Irak.  Antes de una semana de estar en el cargo, desata la más feroz carnicería que recuerde Iraq: asesina a 22 líderes políticos del partido Baath y a miembros del Consejo Revolucionario. Hussein con apenas 42 años es el dueño absoluto de Irak.
 
Agradecido de quienes le han sido fieles, nombra Mayor de Bagdad a Kairallah Tulfah, el buenazo tío que le ha dado tanto... éste robó tanto dinero que, con todo y su amor por él, Saddam se ve obligado a destituirle del cargo. Poco antes de esta decisión Kairallah Tulfah, escribió un libro que fue publicado lujosamente, costeado  y distribuido por el aparato de prensa del gobierno: "Tres cosas que Dios no debió de haber creado: Los Persas, los Judíos y las moscas"
 
Muchos creen que ese odio hacia Persia, hoy Irán, que le fue transmitido por su amado tío, fue el único motivo por el que lanzó la guerra contra ese país. No, no fue así, más que odio fue ambición y cálculo político: Decice en 1980 ordenar un ataque sorpresa, devastadoramente eficaz. Con él, logra capturar el estuario de Satt al-Arab. Con esto pretende poner de  rodillas al arrogante ejercito iraní , para lograr convertirse en el líder más importante del mundo árabe.
 
¡Guerra Guerra Guerra!
 
Ese 22 de septiembre de 1980, y tras la serie de incidentes fronterizos con Irán causados por la disputa de la región petrolera de Chatt-el Arab, Saddam Hussein declara la guerra a Irán. Aquí aparece la mano del Departamento de Estado norteamericano, y esa especie de maldición que les condena a engendrar, proteger y cultivar y padecer demonios... Saddam, en este conflicto posee el pleno apoyo de Estados Unidos y Occidente. Con ese apoyo y ese financiamiento, mantiene por  ocho años una guerra terrible (el alto el fuego se firmó el 20 de agosto de 1988) donde perdieron la vida más de un millón de personas.
 
Sadam Husein no es precisamente un pacifista, los hechos le han enseñado con lujo de detalles al mundo occidental quien es esta bestia belicista: El 2 de agosto de 1990, sólo dos años después del final de la guerra Irán-Irak, tropas de elite del ejercito  iraquí a las órdenes del propio Sadam Husein invaden al vecino emirato de Kuwait. Se adueñan de pozos y refinerías petroleras y se enfilan hacia  posiciones claves en  la frontera con Arabia Saudí.
 
Estados Unidos de América y su coalición de países aliados reaccionan violenta y rápidamente. Dirigidos por Estados Unidos en la denominada "Guerra del Golfo", vencen a Husein, quien tuvo que aceptar el embargo económico impuesto contra su país desde la Organización de Naciones Unidas, ente multinacional que hoy intentó la ONU, inspeccionar y desmantelar el programa armamentístico (biológico y químico, especialmente) del país árabe, con los resultados que conocemos... 12 años pasó el sátrapa iraquí burlándose del mundo con el beneplácito de algunos países que como Francia, sacan grandes ganancias de él.
 
Refieren que durante los preparativos para la guerra contra Irán, en una de las estrategias de ataque, un general muy cercano a él, le advirtió acerca de la gran cantidad de personas que morirían, si se daba esa confrontación. Saddam invitó cordial y educadamente al general a pasar a otro cuarto para continuar en privado con la conversación, cerró  la puerta y le disparó seis tiros. Regresó nuevamente al despacho, guardó su pistola, miró el mapa iraní y siguió hablando como si nada.
 
El general fríamente asesinado dijo la verdad. Los hechos le justificaron: Los ocho años de guerra cobraron más de un millón de personas muertas. Un Occidente acomodaticio apoyaba a Saddam. Su terror al fundamentalismo del Irán del Ayatollah Komeinhi los impulsaba y no les permitió ver  que armaban al más terrible enemigo que pudieran haber concebido.
 
Se puede decir que el resultado de esta guerra fue un empate. Pero para Saddam sirvió para demostrar que seguía siendo poderoso. Se envalentonó y decidió atacar en su propio país a los rebeldes kurdos que habían apoyado a las tropas iraníes. Les aniquiló con armas químicas prohibidas. El 16 de mayo de 1988, lanzó un terrible ataque con gas mostaza y gas sarín, sobre la ciudad de Halabja. El efecto producido por las armas químicas y biológicas fue y es devastador.
 
Sobre los gases y sustancias por la que Hussein demuestra tantas preferencias, debemos conocer que el gas Sarín ataca directamente al sistema nervioso central. En minutos, la persona o personas expuestas a él sufren síntomas como una copiosa transpiración, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y finalmente la muerte por asfixia.  En el caso del gas mostaz, éste ataca la piel, los ojos, los pulmones y la zona gastrointestinal. El gas mostaza, posee un efecto retardado, lo que hace que no cause ningún síntoma inmediato ante el contacto y por lo tanto pueden pasar entre dos y veinticuatro horas antes de que la persona sienta  dolor y se entere  de lo qué ha inhalado. Cuando se percata, ya el daño es irreversible.
 
Cuando esto pasa, se sufre de lesiones del ojo con la pérdida de vista, formación de ampollas en la piel, náuseas, diarrea y una sensación ardiente en los pulmones. A largo plazo, las personas se debilitan y sus pulmones dejan de funcionar, también produce cáncer de boca y  garganta, de la zona respiratoria, y de la piel. También causa leucemia y males congénitos.
Los que le conocen cuentan que es un gran conversador
Los muertos dan fe de que es un enemigo implacable
En 1995 el 17 de octubre, este truculento y sagaz personaje jura como Presidente de Iraq y toma posesión del cargo por los siguientes siete años después de que su candidatura, única del referéndum, recibiera el 99,9 por ciento de los votos.  Lo mismo se repitió el pasado mes de octubre de 2002, cuando volvió a ser elegido, esta vez  con el apoyo del 100% de los votantes, que lo confirmaron en el poder por otros siete años.
Siete atentados le han hecho a Saddam Hussein y a todos ha sobrevivido. Ante ellos, nunca ha dudado en ordenar purgas contra todos los que pretendieron interponerse  en su camino.  Ya conté que sólo seis días después de su toma de posesión,  ordenó –sin la menor duda o pesar- la muerte de más de veinte personalidades históricas del partido Baas. En tiempos de la guerra contra Irán, utilizó sustancias y gases tóxicos contra los soldados iraníes, acción que repitió para sofocar la insurrección de los kurdos. Hussein no conoce la piedad, lo ha dejado demostrado. Ni sus propios familiares ha gozado de su perdón. El mundo conoció la orden de asesinar a sus dos yernos, que habían regresado voluntariamente a Irak después de pedir perdón por haberse exiliado a Jordania y haber difundido secretos oficiales.
Es gracioso ver a los mismos que manifiestan a favor de los asesinos de ETA, de los vándalos de la narcoguerrilla colombiana, de los sociópatas del IRA y de los comandos terroristas islámicos, ahora quemando banderas norteamericanas y pidiendo paz por un criminal que ha bañado de sangre la tierra donde una vez se ubicó el Paraíso terrenal. Esos que cada vez que el comunismo, la violencia y el terrorismo, globalizados en un eje del mal, despliegan sus hordas disfrazadas de pacifistas y sus voces compradas para defender la muerte y el miedo. Norteamérica muy culpable de estos engendros debería aprender que la doble moral crea monstruos...
Pareciera también un uso común entre los tiranos, cubrir de misterio sus vidas familiares. Del sátrapa cubano, sólo se conocen sus hijos o familiares cuando emigran, igual de la familia de Saddam es poco lo que se publicita; tiene dos esposas: su prima Sajida, con quien casó en 1963 y con la que procreó cinco hijos; y también Samira, la mujer de uno de sus jefes militares, con la que contrajo nupcias previo a acogerse  a la ley coránica para casarse con otra mujer. Esto fue en 1988. Muchos muertos dan fe de su carácter despiadado y terrible, pero también, muchos dicen que es un hombre a quien le gusta escuchar y que puede ser extremadamente hospitalario con los extranjeros. 
¡Pregúntenle a Hugo Chávez que paseó con él y se reía extrañamente porque hasta donde sabemos Hussein no habla español ni Chávez habla árabe o ningún otro idioma que no sea el castellano. ¿Se reiría el tiranillo venezolano, cuando Saddam –su hermano del alma como el mismo le define- le contaba de los 8.000 civiles, entre ellos mujeres y niños que murieron al inhalar gas mostaza y gas sarín? 
Seguro que a Chávez hablar de esas cosas resultó muy grato y didáctico. También le gustó saber que a Saddam las penurias del pueblo no le rozan, esto lo está tratando de poner en práctica el bolivarioso Chávez.
El primogénito de Saddam
Historias rosa también se dan el los predios de este criminal. Como en esos viejos cuentos orientales, narremos que Saddam y Sajida se enamoraron y tuvieron cinco hijos, dos varones (Udai y Khusai) y tres mujeres (Raghad, Rana y Hala), todo marchaba bien hasta que eso que funge como corazón en el pecho del enamorado, comenzó a latir por otra. Saddam se había prendado de otra; Samira Shahbander la hija de una prominente familia de Bagdad.
 
Como tórtolos se veían a escondidas y se enviaban mensajes ridículamente perfumados. Estos recados amorosos recorrían Bagdad a manos del ordenanza particular de Hussein: Kamal Hana Gegeo.  Esto no agradó al primogénito Udai, quien ya conocía de los escarceos de su padre. Lo que terminó de enfurecerle fue enterarse de quien era la favorita:  Samira, de poderosa familia, terminaría en un nuevo matrimonio de su padre. Lo aterraba perder poder y entonces, por aquello de que lo que se hereda no se hurta,  Udai decidió vengarse de Gegeo.
El  joven de tan sólo 24 años, interrumpió un agasajo oficial en honor de Suzanne Mubarak, esposa del presidente egipcio, en ese momento en visita oficial en Bagdad , Irrumplió con violencia en el recinto, empujó a un lado al vicepresidente iraquí, Taha Muhieddin Maaruf, y se aproximó a Kamal Hana Gegeo pegándole brutalmente hasta matarle. Todo frente a la mirada de cientos de invitados.
Aún en los predios del terror y el silencio, este terrible suceso, vergonzoso e inmoral, trascendió  convirtiéndose en un escándalo nacional. Un habilísimo Saddam declaró que hasta el hijo del presidente debía ser juzgado con todo el peso de la ley. Así se montó  un juicio, sólo que “Extrañamente voluntarios” los familiares, parientes y amigos Gegeo, en una demostración de generosa humanidad, perdonaron a Udai. Declararon que comprendían que un joven como el primogénito del presidente, pudo haber sido inducido a la violencia por las actitudes groseras y provocadoras de Gegeo. A esto se sumaron grandes "manifestaciones espontáneas" apoyando a Udai, lo que concluyó con que Saddam consideró que lo más justo y conveniente resultaba exiliar en Suiza a su muchacho...
 
Ante esto, vuelve la capacidad de relación de nuestra mente, a encontrar similitudes entre los hermanos del alma. Chávez también mueve sus hordas en apoyo a sus bandas asesinas, compra conciencias de familiares de las víctimas de su nefasto y forajido régimen, y cada vez se parece más y más al estereotipo de un sátrapa. Cuando Hugo Chávez el tropero venezolano ahora secuestrador del país cuna del Libertador de cinco naciones, visitó al asesino de Bagdad no recordó para nada que miles de años atrás, en esas remotas tierras un rey justo, promulgó un compendio de leyes que la humanidad conoce como el Código de Hammurabi, y que allí se consagraron mecanismos verdaderos para proteger a los inocentes del poder mal entendido y de los abusadores como Saddam y el mismo.
 
Como era de esperarse en el caso del hijo asesino, antes del año, Suiza dejó de ser grata y por ello Udai, al frente de una recién creada  Federación Olímpica Iraquí regresaba impune para hacerse cargo de la importante cadena de televisión y del periódico oficial de Iraq. Todos los asesinos, asaltantes, trasgresores, suelen ser presentados por sus protectores como grandes deportistas y jóvenes de sensibilidad social, esta no podía ser la excepción.

El padre de todos los crímenes emprende la madre de todas las batallas  

1990, 2 de agosto, como todos sabemos, Saddam Hussein  decide invadir Kuwait, y “Democrática y respetuosamente” declara al emirato la 19ª provincia iraquí. Se niega a acatar el mandato de Naciones Unidas que ordena el retiro inmediato de sus ejercitos de territorio Kuwaití y así dispara una coalición de 27 países liderado por los Estados Unidos. Esto también logró dividir la endeble unidad árabe: Jordania Yemen, Sudán y la O.L.P. apoyaron a Irak, mientras que Arabia Saudita, Egipto y Siria no lo hicieron y prefirieron unirse a la alianza occidental.
 
Esta guerra comenzó el 15 de enero de 1991. Como buen caudillo arengó y arengó. Adormeció a un pueblo esclavizado, ofreciéndole "la madre de todas las batallas", hecho que jamás se dio, entre muchas razones por la total superioridad militar y tecnológica de los atacantes. 5 semanas duraron los bombardeos sobre Iraq. En ese lapso no necesitaron de fuerzas de tierra, sólo la marina con sus portaaviones y el contingente aéreo fueron utilizados No requirieron más de 100 horas para recuperar Kuwait, y hacer correr al vencido ejercito iraquí
 
Todo esto es historia, pero como en las tiranías, los pueblos sólo leen lo que escribe u ordena el sátrapa, los iraquíes repiten lo que Saddam ordena: "la madre de todas las batallas" terminó en arrolladora victoria de Iraq.
 
Sus hijas cometieron un pecado: No supieron escoger buenos esposos...
 
Corría agosto de 1995, y un suceso familiar golpearía duramente al Saddam Hussein hombre de familia. En su amurallado y fiel clan familiar, unos traidores habían logrado penetrar.Los esposos de sus hijas Raghad y Rana, Hussein Kamel Majid y Saddam Kamel se fugaban rumbo a Jordania, y no más cruzar la frontera, declaraban a la prensa mundial su intención de separar del poder a su suegro. Públicamente dejaron claro que pretendían derrocar a Saddam. No conformes con tal ofensa, cometieron una mayor, y fue llevarse con ellos a las hijas del tirano, y también a sus “Amados” nietos. Más adelante se supo que lo que más precipito la huida fue la amenaza del temible Udai, de acabar con sus vidas.
 
Ambos hombres eran figuras prominentes del clan Hussein y por ende del gobierno. Hussein Kamel era el Ministro de la Industria Militar Iraquí. Hombre famoso por su  brutalidad y abuso durante la ocupación de Kuwait. Saddam Kamel -hermano del primero- se desempeñaba como jefe de la Guardia de Honor  de Saddam Hussein. Este reciente pasado de complicidades absolutas con el régimen, hizo que la disidencia iraquí no les recibiera ni confiara en ellos el propio   Rey Hussein de Jordania, no obstante haberles recibido cordialmente, les fue dejando a un lado, hasta voltearles totalmente la espalda.
 
Sólo pudieron pasar seis meses exiliados. El rechazo general, la desconfianza de sus verdaderos motivos o su real arrepentimiento sumado a un ofrecimiento de Saddam de que  los iba a perdonar, les llevaron a regresar. El mundo entero se sorprendió cuando ambos retornaron a Iraq. Saddam les esperaba... y no más cruzada la frontera –de vuelta al “Hogar dulce hogar”- les apresaron, separaron brutalmente de sus esposas e hijos y encerrados en los tenebrosos palacios de tortura para ser interrogados.
 
48 horas después Raghad Rana ueron obligadas por su padre a declarar a través de la televisión su deseo de no continuar viviendo con sus esposos, los que a su juicio eran unos traidores que las habían obligado a dejar Iraq contra su voluntad. En la misma transmisión anunciaron sus deseos de divorciarse.
 y anunciaron su divorcio.
 
12 horas más tarde todos los medios de comunicación de Iraq daban la noticia: Hussein y Saddam Kamel junto con su padre habían muerto al pretender enfrentarse y atentar contra la vida de familiares del presidente Saddam Hussein. Estos familiares habían actuado simplemente para vengar la afrenta de tan imperdonable traición. Como es tan usual en los dominios de Hussein, también los justicieros “Casualmente” aparecieron asesinados. El buenazo de Unai, con los ojos llorosos, asistió a los oficios fúnebres de los vengadores...
 
Un silencio sepulcral lo dominó todo... sin embargo, trascendió que Rana al enterarse de la muerte de su marido Hussein Kamel, intentó suicidarse. No lo logró. Cuando la muerte es una liberación, ni a sus hijas Saddam Hussein permite tal goce. Se sabe que después, ambas mujeres viudas y silenciadas, las obligaron a dejar Bagdad, las condenaron a vivir en la provincia por una tía hermana de Saddam. Este, no conforme, les arrebató a sus hijos y les juró que jamás los volverían a ver.  Nadie se atreve a hablar...
Ese año, al final, Udai cayó victima de atentado que lo dejó gravemente herido y postrado, su hermano Qusay fue el designado para asumir el control de la guardia de Saddam quien cada vez se encierra más y más por no tener casi gente que le inspire confianza y seguridad... Está convencido –y no es descabellado- que la CIA ha penetrado su Estado Mayor, comprado y preparado a muchos iraquíes para atentar contra él. Esto le lleva a una cacería perenne. Una de ellas, en 1996, dio como resultado que descubrieron y ejecutaron 120 miembros de las fuerzas armadas entre el 1º y el 3 de agosto de ese año.
¿El final? Dios quiera que así sea...
 
Hoy cuando se ha desatado la guerra contra Iraq y ataques militares caen sobre Bagdad, ya que Saddam se negaba a que una comisión investigadora de las Naciones Unidas inspeccionara los predios presidenciales de Bagdad, en busca de arsenales químicos, es importante decir que las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas fueron mas dañinas para Irak que la misma contienda de 1990. Estadísticas dicen que comenzando la guerra, el 5 % de la población vivía en la pobreza, luego de ella, más de un 20% se suma a tal hecho socioeconómico.  Cifras hablan de que más de 5000 niños mueren cada mes a causa de la desnutrición y las enfermedades. No existe ya clase media y la prostitución, el contrabando, mercado negro, crimen y trasgresiones de todo tipo son casi hechos institucionalizados bajo este régimen forajido.
 
Una economía destruida donde la moneda norteamericana pasó de costar 54 dinares iraquíes, a 2.500 dinares.  Aunque la campaña mediática de sus cómplices en un mundo donde el renacer del comunismo, el totalitarismo y su unión con el terrorismo, la violencia desatada y la nacoguerrilla han generado matrices de opinión que defienden al verdugo iraquí las propias Naciones Unidas decidieron mantener el bloqueo hasta que Saddam  destruyera su arsenal de armas químicas, biológicas y nucleares. 12 años han pasado y el engaño, la simulación y la burla fueron el único resultado.
 
Informes de la Central de Inteligencia Americana (CIA), hablan sobre el hecho de que Saddam construyó 48 palacios y residencias para personalidades importantes desde el fin de la guerra del golfo Pérsico, gastándose una cifra que está entre los 1.500 y 2.000 millones de dólares, esto repartido entre la remodelación de  viejos palacios y la construcción de nuevos. Este infome da cuentas también sobre un asunto realmente vergonzoso:
 "El gobierno iraquí interfirió rutinariamente con la provisión de asistencia humanitaria al pueblo iraquí por la comunidad internacional, al dar más prioridad a la importación de artículos industriales que de alimentos y medicinas, desviando los bienes para beneficiar al régimen, y restringiendo la labor del personal de la ONU y de los trabajadores que brindan asistencia. Debido a que la importación de alimentos y medicinas nunca ha sido prohibida por las sanciones de la ONU, Iraq podía comprar y distribuir todos los abastecimientos humanitarios que quisiera." Leemos en el mismo informe: "En el centro y sur de Iraq, el régimen ha desviado los abastecimientos humanitarios hacia sus fuerzas de seguridad, fuerzas armadas y otros partidarios."
 
La gran víctima es el pueblo iraquí. La gran masa humana condenada a la muerte y la degradación a manos de un carnicero, un forajido, un sociópata al que grupos financiados y adulados por el eje del mal buscan defender.
 
12 años de largas, de burlas, de manipulación, al final, buscando parar la confrontación que ya era inevitable, Naciones Unidas logró un acuerdo. Esto a través del  Secretario de las Naciones Unidas Kofi Annan. Muchas reuniones con altos funcionarios del régimen y tres horas de conversaciones secretas con el propio Saddam, dieron por resultado que la comisión pudiera investigar los palacios privados tratando de ubicar la existencia de armas químicas y biológicas. Más y más posibilidades para un mago de la simulación y la manipulación.
 
El 18 de marzo de 2003, el presidente de E.U., George W. Bush se dirigió al país en cadena nacional, dijo:
 
"Compatriotas, los acontecimientos en Irak han llegado a los días finales de la decisión. Durante más de una década, Estados Unidos y otros países han realizado esfuerzos pacientes y honestos por desarmar al régimen iraquí sin guerra. Ese régimen prometió revelar y destruir todas sus armas de destrucción masiva como condición para concluir la Guerra del Golfo Pérsico de 1991.
Desde entonces, el mundo se ha visto involucrado en 12 años de diplomacia. Hemos aprobado más de una docena de resoluciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hemos enviado centenares de inspectores de armas a supervisar el desarme de Irak. Nuestra buena fe no ha tenido respuesta. El régimen iraquí ha utilizado la diplomacia como artimaña para ganar tiempo y ventajas. De manera uniforme, ha desafiado las resoluciones del Consejo de Seguridad que exigen el desarme total"
Continúa su alocución, y la finaliza diciendo:
"Muchos iraquíes me escuchan esta noche en una transmisión radiofónica traducida y para ellos tengo un mensaje: Si hemos de comenzar una campaña militar, ésta estará dirigida contra los hombres sin ley que gobiernan su país y no contra ustedes. Cuando nuestra coalición los saque del poder, entregaremos los alimentos y medicinas que necesitan. Derribaremos el aparato del terror y les ayudaremos a construir un nuevo Irak que sea próspero y libre. En un Irak libre no habrá más guerras de agresión contra vuestros vecinos, no más fábricas de venenos, no más ejecuciones de disidentes, no más cámaras de tortura y salas de violación. El tirano se irá pronto. El día de vuestra liberación está cerca."
 
Concluyendo:
 
"Y todo el personal militar y civil debe escuchar cuidadosamente esta advertencia: en cualquier conflicto su suerte dependerá de sus acciones. No destruyan pozos petroleros, una fuente de riqueza que pertenece al pueblo iraquí. No obedezcan ninguna orden de utilizar armas de destrucción masiva contra nadie, incluyendo el pueblo iraquí. Los crímenes de guerra serán sometidos a proceso, los criminales de guerra serán castigados y no será argumento de defensa el decir que ...<sólo estábamos acatando órdenes>"

Así terminó George W. Bush y comenzaba la batalla final contra uno más de los verdugos que disfrazados de caudillos han sumido a sus pueblos en la larga noche del terror y la degradación.

 
 
Iraq, donde la historia sagrada nos dijo que se hallaba el Paraíso, ahora cientos de bombas estallan, sus cielos se iluminan con los relámpagos del poderío militar devastador y un pueblo diezmado, hambriento y degradado espera...