Resumen del discurso de Rick Scott al asumir el cargo de gobernador
de la Florida
(…) El futuro de millones de familias de la Florida depende de las
medidas que tomemos para crear empleos. Estados Unidos se fundó
partiendo de la promesa de que cualquier persona podría tener éxito
si estaba dispuesta a trabajar duramente, pero cuando nuestra
economía se tambalea y los empleos desaparecen, esa promesa
americana suena hueca. Si el desempleo elevado no se corrige se
produce una caída en espiral que conduce a la desesperanza.
No permitiremos que esto ocurra en la Florida. Enfrentados a un
honda recesión, algunos dicen que la respuesta estriba en expandir
el papel del Gobierno. Este es el enfoque escogido por el Gobierno
en Washington. Pero es un enfoque equivocado. Esperar que el
Gobierno cree prosperidad es resultado de un pensamiento mágico.
El Gobierno carece de recursos propios. Solo nos puede dar lo que
previamente tomó de nosotros, menos una parte suculenta para el
intermediario gubernamental. Un Gobierno reducido y limitado tiene
la misión de proveer una red de seguridad, pero la prosperidad
proviene del sector privado. Solamente del sector privado. El
único camino conducente a días mejores es el que se asienta en los
nuevos empleos del sector privado.
(…) No hay que olvidar que las empresas modernas se pueden ubicar en
cualquier lugar. Si las condiciones que la Florida ofrece no son
las mejores, las empresas se marcharán
a otros sitios. ¿Qué se necesita para crear ese clima empresarial
favorable? La Florida debe ofrecer las mejores posibilidades de
éxito financiero. No se trata de una garantía, sino solo de las
mejores posibilidades.
Son tres las fuerzas que reducen notablemente esas posibilidades de
éxito: el régimen tributario, las regulaciones y los litigios.
Estas tres fuerzas, juntas, forman el “eje del desempleo”. Si no se
controlan, obstruyen la actividad productiva. La Florida,
inteligentemente, ha rechazado imponer un impuesto sobre la renta.
Según mis planes, eliminaremos el impuesto a los negocios y
reduciremos los gravámenes a la propiedad.
El estado de la Florida recauda ingresos suficientes para hacer
frente a sus necesidades. Ahora debe centrarse en gastar con más
acierto esos ingresos, establecer mejores prioridades y exigir más
responsabilidad. Nosotros también volveremos a examinar cada
regulación para asegurar que sus beneficios sobrepasen sus costos.
Si no se reducen, las regulaciones crecen como la mala hierba.
Aunque existen algunas regulaciones que son esenciales para la salud
y la seguridad, y otras que son vitales para proteger nuestro
inapreciable medio ambiente, ha llegado el momento de exigir que
todas ellas sean reevaluadas.
Nosotros realizaremos una revisión completa de todas las
regulaciones estatales y extirparemos las que obstaculizan la
creación de empleos. Hoy mismo firmaré una orden ejecutiva para
crear la institución estatal denominada Responsabilidad Fiscal y
Reforma Regulativa que asumirá la función de revisar todas las
regulaciones propuestas y vigentes a fin de establecer su impacto en
la creación de empleos.
Todo floridano debe tener derecho a acceder al sistema judicial para
solicitar reparación de daños. Pero no permitiremos que los
litigios desmesurados estrangulen la creación de empleos. Tampoco
admitiremos que abogados depredadores acosen a la comunidad
empresarial en busca de grandes fortunas. De no realizarse una
revisión de la legislación sobre responsabilidad civil, la Florida
perderá oportunidades de que el empleo crezca.
No se deberá permitir que un grupo de intereses particulares
obstruya la meta de pleno empleo. Los creadores de empleo han de
saber que el Gobierno estatal de la Florida está listo para trabajar
con ellos, no contra ellos.
Si bien es importante atraer compañías de todo el mundo, más
importante aún es apoyar las compañías nacionales exitosas. Las
empresas pequeñas son instrumentos sumamente efectivos contra el
desempleo, pero también son las más vulnerables a las regulaciones
mal concebidas y a las infinitas demoras en el otorgamiento de
permisos.
La interacción entre los propietarios de empresas y el Gobierno no
debe limitarse a exigir contribuciones, formularios y permisos.
Nuestro mensaje principal a potenciales creadores de empleo será:
¿Cómo podemos ayudarlo a a tener éxito?
Los empleos del sector privado crecen allí donde el gasto público
se mantiene dentro de ciertos límites. Todos los que tenemos la
suerte de trabajar por los floridanos estamos obligados a vigilar de
cerca el gasto estatal. Los floridanos nos han confiado los
dólares de sus impuestos. Trabajaron incansablemente para ganar
esos dólares que mucho necesitan para otras cosas. Por
consiguiente, debemos tratar esos recursos con todo el respeto que
merecen y mantener en el mínimo nuestras demandas.
Necesitaremos una labor presupuestaria responsable en el Gobierno
estatal y exigiremos que todo departamento del estado justifique
anualmente sus gastos. Una vez que tomemos las medidas necesarias,
la Florida se convertirá en el más fascinante lugar del mundo donde
vivir y trabajar.
(…) Mientras bregamos por convertirnos en el mejor lugar del país en
la creación de empleos, también contemplamos de manera creadora la
educación y la atención médica. Pocas cosas son tan importantes
como la educación y la atención médica de nuestros niños. Ha
llegado el momento de ofrecer a los floridanos más opciones, más
oportunidades de elegir los servicios que necesitan. ¿Por qué
ceñirnos a modelos creados en otro siglo? ¿Por qué permitir que los
burócratas decidan por nosotros? Los floridanos difieren en cuanto
a los sueños sobre sus hijos. Cada niño tiene características
propias y todos pueden aprender. Necesitamos un sistema educativo
que ofrezca el máximo de posibilidades de elegir y que se centre del
todo en lo que es mejor para el aprendizaje del estudiante
individual.
Es imposible crear una fuerza laboral para el futuro con una
educación anclada en el pasado. Para conseguir los mejores trabajos
del mundo necesitaremos ofertar la más calificada fuerza de trabajo.
En el sector de la salud, los programas verticales del Gobierno
tratan a los pacientes como partes intercambiables en una línea de
ensamblaje. Pero los pacientes deben ser tratados como individuos
que eligen a sus doctores y toman decisiones en consultas con
estos. Cada vez más los burócratas pasan por alto esta relación
clave introduciendo límites arbitrarios y ahogando las innovaciones
sin tener en cuenta las prioridades de los pacientes.
Las personas muy acaudaladas siempre contarán con numerosas
opciones, pero la mayoría de los floridanos tienen muy poco que
decir sobre cómo educar a sus hijos o cómo proveer los servicios
médicos. Nada de esto es inmutable. Lo único que hace falta es la
valentía de cambiar.
He aquí lo que haremos para mejorar los servicios. En primer lugar,
no permitiremos que crezca la intromisión del Gobierno en estos
campos. Entregaremos el timón a los floridanos y apelaremos cada
vez más a los mercados libres, porque cuando el Gobierno es el que
compra, es también el que elige los servicios que se ofrecerán.
Pero lo cierto es que quien paga, manda.
Aspiramos a que todo floridano mande.