Marcha hacia la irrelevancia La única cosa que los terroristas respetan es la fuerza. Edwin
Feulner (Octubre18, 2003) Muchos líderes incluyendo el Presidente Francés Jacques Chirac y el Secretario-General de la ONU Kofi Annan, todavía están irritados porque Estados Unidos y Gran Bretaña lideraron una coalición a Irak el pasado marzo sin el apoyo explícito de la ONU. Claro, sólo unos meses antes, el Consejo de Seguridad había aprobado por unanimidad la Resolución 1441. La ONU encontró que Irak había roto materialmente las órdenes anteriores, y advirtió a Bagdad que enfrentaría “serias consecuencias” a menos que se desarmara. Gente razonable hubieran estado de acuerdo que, cuando Irak presentó un reporte engañoso e incompleto un mes después, estábamos en libertad de usar la fuerza Pero, lamentablemente, gente razonable no maneja la ONU. “[Algunos estados] se reservan el derecho de actuar unilateralmente, o en coaliciones ad hoc,” le dijo Annan a la Asamblea General el 23 de septiembre. “Esta lógica representa un reto fundamental a los principios en los cuáles, por imperfectos que sean, la paz mundial y la estabilidad han descansado en los últimos 58 años” y podría resultar “en una proliferación del uso unilateral e ilegal de la fuerza, con o sin justificación.” Da risa, realmente, que Annan inclusive mencionaría “lógica” en el medio de esta demanda absurda. Después de todo, son los terroristas quienes participan en el “uso ilegal de la fuerza”, y que amenazan “la paz y la estabilidad mundial” y quienes “actúan unilateralmente”. Y es Estados el que actúa para detenerlos. Nadie duda que Saddam Hussein apoyara al terrorismo. Sabemos, por ejemplo, que le pagaba en efectivo a los terroristas suicidas palestinos y que usó armas de destrucción masiva contra su propio pueblo. Saddam le planteaba una amenaza terrorista al mundo entero – una amenaza que fue neutralizada pese a Naciones Unidas, no gracias a ella. Pero esa realidad (y el hecho de que su país no tuvo nada que ver con la remoción de Saddam) no ha impedido que Chirac apunte acusatoriamente hacia el Presidente Bush. “En un mundo abierto”, le dijo el líder francés a la Asamblea General, “nadie puede vivir aislado, nadie puede actuar solo en el nombre de todos, y nadie puede aceptar la anarquía de una sociedad sin reglas.” Como Chirac seguramente sabe, Estados Unidos no busca vivir en aislamiento. Pero como dijo Bush, haremos lo que sea para protegernos de los terroristas, y eso incluye trabajar con otras naciones. No hay que olvidar que organizamos una “coalición de los dispuestos” que incluyó a más de 54 países para ayudar a combatir en la guerra en Irak. En cuanto a la anarquía, fue Estados Unidos el que insistió en aplicar las doce o más resoluciones de desarme de la ONU. La triste realidad es que la única cosa que los terroristas respetan es la fuerza. No se puede razonar con ellos, y no le tienen ningún amor a las Naciones Unidas. En agosto, un terrorista suicida atacó al edificio de la ONU en Bagdad, matando a 22 personas. Francia tuvo sus propios problemas con los terroristas. Durante varios años, terroristas argelinos han hecho unas series de ataques, matando a docenas de personas. El mundo cambió hace dos años. El Presidente Bush reconoce eso. Nuestra enérgica respuesta al 9/11, apuntando a terroristas en Afganistán, Irak y en todas partes – ha ayudado a prevenir otro ataque en nuestro territorio. Cuando terminemos de establecer la democracia en Irak, será un ejemplo a seguir para todas las naciones de la región. Es hora de que las Naciones Unidas se dé cuenta de que las negociaciones no detendrán al terrorismo. O nos ayudan en esta lucha, o continúan su marcha hacia la irrelevancia. Acerca del autor: Edwin Feulner es presidente de The Heritage Foundation (http://www.heritage.org), un instituto de investigaciónpolíticas radicadoen Washington. Traducido por Alfonso Colombano.
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