¿Qué es el Foro de
Sao Paulo?
Alejandro Peña Esclusa
Junio de 2000
Interrogado por los periodistas, Raúl Reyes, líder
guerrillero colombiano, admitió en su reciente visita a Venezuela
que las FARC forman parte del llamado Foro de Sao Paulo. Veamos a
que se refería:
Después de la caída del Muro de Berlín en 1989 y
del derrumbe del comunismo en la ex Unión Soviética, Fidel Castro
decidió sustituir el apoyo que recibía del Bloque Oriental por el de
una transnacional latinoamericana.
Aprovechando el poder parlamentario que tenía el
Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, Fidel Castro convocó en
1990, junto con Luis Ignacio "Lula" Da Silva, a todos los grupos
guerrilleros de América Latina a una reunión en la ciudad de Sao
Paulo. Además del propio PT y del Partido Comunista de Cuba,
acudieron al llamado el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); el Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua; la Unión
Revolucionaria Nacional de Guatemala (URNG); el Frente Farabundo
Martí de Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador; el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) de México; y varias decenas más de
grupos guerrilleros y partidos de izquierda de la región que se han
ido sumando a lo largo de los años, como el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) de México. Allí decidieron conformar una
organización que se autodenominó el Foro de Sao Paulo.
Para dirigirla centralizadamente, crearon un
Estado Mayor civil, dirigido entre otros por Fidel Castro, Lula,
Tomás Borge y Frei Betto; y un Estado Mayor militar, comandado
también por el propio Fidel Castro, el líder Sandinista Daniel
Ortega, y donde juega un rol importante el argentino Enrique
Gorriarán Merlo. Gorriarán Merlo fue fundador del Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP), y posteriormente del Movimiento
Todos por la Patria (MTP). Gorriarán Merlo es el autor del ataque
terrorista de enero de 1989 al regimiento de infantería de La
Tablada, en Buenos Aires, donde murieron 39 personas; y fue quien
encabezó la escuadra que asesinó a Anastasio Somoza en Asunción,
Paraguay, en septiembre de 1980. Gorriarán Merlo también organizó la
maquinaria militar del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA),
el mismo que hace tres años y medio tomó la residencia del embajador
japonés en Lima.
El Foro de Sao Paulo tiene un sistema de
comunicación permanente, y hasta produce una revista trimestral
propia, denominada América Libre. Estableció una forma sólida y
permanente de financiamiento, basada en el secuestro, el abigeato,
el cobro de vacuna, asaltos a bancos, la piratería, el narcotráfico,
y demás actividades ilegales que rutinariamente practican los grupos
guerrilleros en Latinoamérica.
En vista de que el marxismo de los años sesenta
estaba ya caduco y desprestigiado, los directivos del Foro de Sao
Paulo decidieron adoptar formalmente diversos disfraces: uno fue el
del indigenismo, o la supuesta lucha por los derechos de los
indígenas, para encubrir la formación de grupos guerrilleros
(Ejército Zapatista de Liberación Nacional); y también la promoción
del separatismo, argumentado que los territorios ocupados por las
tribus indígenas son propias y no del Estado nacional. Otro fue el
del ecologismo radical que, alegando la protección del medio
ambiente, justificó la acción de terroristas que obstaculizaran el
avance del Estado a través de obras de infraestructura, como
carreteras y tendidos eléctricos. Y finalmente, el de una versión
extremista de la llamada teología de la liberación (Frei Beto,
Leonardo Boff, Evaristo Arns), con el objetivo de dividir la Iglesia
Católica y justificar la violencia con argumentos presuntamente
cristianos.
Según un cable de AP, fechado en Montevideo, Hugo
Chávez se inscribió en el Foro de Sao Paulo el 30 de mayo de 1995.
Esto fue confirmado por Pablo Beltrán, líder del ElN, en una
entrevista realizada por Globovisión el 17 de noviembre de 1999.
-Financiamiento del narcotráfico-
Hace cuatro años, el investigador colombiano Jesús
E. La Rotta publicó un libro titulado "Las Finanzas de la Subversión
Colombiana", en donde revela los resultados de sus investigaciones
sobre las fuentes de financiamiento de las FARC, el ELN, y el EPL.
Haciendo uso de numerosos gráficos y tablas, La
Rotta identifica seis rubros generales por medio de los cuales los
guerrilleros colombianos obtienen sus ingresos, a saber: la
extorsión en menor escala, como las vacunas, el boleteo, y el cobro
de peajes, de donde obtienen un total de 1.030 millones de dólares
al año; la extorsión en gran escala, a empresas nacionales y
multinacionales, en los diversos sectores como el petrolero,
agrícola, pecuario, industrial, comercial, y financiero, de donde
recaudan 5.270 millones de dólares anuales; el abigeato o robo de
ganado, de donde recolectan 270 millones de dólares anualmente; los
asaltos, por medio de los cuales logran 400 millones de dólares al
año; la piratería, ya sea terrestre, fluvial, marítima o aérea, que
les significa 150 millones de dólares en ingresos anuales; y,
finalmente, el narcotráfico, de donde obtienen 1.130 millones de
dólares al año. Todo lo cual suma ocho mil doscientos cincuenta
(8.250) millones de dólares al año, cifra muy superior a los
presupuestos de las Fuerzas Armadas Nacionales de todos los países
andinos.
Sin embargo, La Rotta admite que se trata de
cifras de 1994, y explica que "los grupos subversivos, en particular
las FARC y el ELN, entraron en franco proceso de sustitución de los
carteles de la droga desmantelados y que cumplido tal proceso, se
cerrará el círculo de enriquecimiento cuando incorporen a plenitud
el producto global del narcotráfico, que puede representarles
ingresos superiores".
Pocos meses después de haberse publicado el libro
de La Rotta, salió de la imprenta el libro "El Cartel de las FARC"
elaborado por el mayor colombiano Luis Alberto Villamarín Pulido; el
cual alega que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
constituyen el tercer y el más poderoso cartel de las drogas.
Aunque ya existían pruebas de la vinculación del
ELN y las FARC con el narcotráfico, los documentos incautados el 31
de enero de 1996 a las cuadrillas 14 y 15 de las FARC, por tropas de
la Brigada 12 en Paujil (Caquetá), comprometen aún más a los
guerrilleros con el tráfico de drogas: aparecen las frecuencias de
VHF y números telefónicos de los capos del Cartel de Cali, así como
los procedimientos conjuntos entre las FARC y los narcotraficantes.
El libro está lleno de frases impactantes como
ésta: "la infraestructura del cartel de las FARC tiene todos los
elementos de organización y control propios de las bandas de
mafiosos que inundan el mundo civilizado con el tráfico ilícito de
la cocaína, con el agravante de que amedrentan campesinos,
enrolándolos a las milicias bolivarianas y al partido comunista
clandestino. La acción de los delincuentes del cartel de las FARC
traspasa las fronteras patrias".
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