En defensa del neoliberalismo


Socialistas fabianos mexicanos
Leopoldo Escobar

“Aspírase, por el contrario, en la actualidad, a abolir la propiedad privada a base de modificar su contenido. Se quiere, manteniéndola en apariencia, suprimirla, implantando omnicomprensivo dominio público. A ello aspira el socialismo, tanto el cristiano como el nacionalista, en sus respectivas múltiples y diversas manifestaciones.”

La Acción Humana, Ludwig von Mises


El socialismo fabiano – surgido a finales del siglo XIX- es la corriente político-ideológica más influyente en el mundo.

El término fabiano pretendió ofrecer una imagen muy gráfica de una estrategia para la implantación del socialismo en el mundo entero, la cual se pretendía más astuta que la estrategia de confrontación directa promovida por el marxismo. Se buscaba emular al general romano Quinto Fabio Máximo, quien en el siglo III AC combatió en suelo italiano al cartaginés Aníbal, mediante, precisamente, una estrategia distinta al choque frontal.

Entonces, la idea de los fabianos (inicialmente británicos) era ir logrado cambios muy graduales en una suerte de evolución del capitalismo al socialismo, en lugar de la conquista armada del poder, según la doctrina leninista (y su precedente blanquista). La estrategia fabiana no desdeña, por supuesto, la labor con las grandes masas pero concede equivalente importancia a la penetración de las élites, a la conversión de la propia burguesía, que los socialistas consideran la clase dominante y enemiga mortal.

Aunque fueron precisamente políticos fabianos los promotores de las empresas estatales en la Gran Bretaña y en otras naciones desarrolladas, en teoría no se proponían –al menos en forma inmediata- la abolición de la propiedad privada, sino irla erosionando hasta mutarla de un derecho natural e inalienable a una graciosa concesión del poder político.

Supuestamente los fabianos no eran partidarios del genocidio practicado por los comunistas, pero la verdad es que la principal exponente del fabianismo, Beatrice Webb, luego de un deslinde temprano con la Unión Soviética, fue hasta su muerte (1941) una ferviente devota del régimen comunista y del padrecito Stalin. Luego, el mundo que a ella le hubiera gustado era una reproducción a escala planetaria del infierno soviético.

 

Operación Caballo de Troya

En México ha habido y sobre todo hay en el presente socialistas fabianos, aunque bastante singulares: no se proclaman abiertamente socialistas. Unos, porque les gusta engañarse a sí mismos pretendiendo no ser socialistas, otros porque pretenden engañar a los demás con el viejo truco del lobo vestido de oveja. En ambos casos estamos ante socialistas vergonzantes, pero tan enemigos de la libertad y tan peligrosos como los perredistas o eperristas más fanáticos.

Los socialistas fabianos mexicanos operan principalmente en el ámbito empresarial, en el corazón del “enemigo de clase” y su principal expresión la constituyen empresarios partidarios de la llamada “doctrina social” de la iglesia católica y de la versión más intransigente de la “responsabilidad social empresarial”.

Esta expresión del socialismo fabiano (vergonzante) tienen dos grandes ejes articuladores: el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) y la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM). Hay una figura clave entre los dos ejes: Lorenzo Servitje Sendra (patriarca del emporio Bimbo), quien está entregando la estafeta de su perniciosa labor a sus hijos.

En un siguiente nivel de esta poderosa corriente fabiana, en el de los operadores plenamente ejecutivos, la estrella es Alberto Núñez Esteva, quien fuera el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX). Son muchas sus hazañas y en tiempo récord: para empezar, al frente de la COPARMEX (2004-2006) promovió la Convención Nacional de Contribuyentes, inscribió a la central patronal al “Pacto Mundial por Empresas Socialmente Responsables” y dio apoyo vital a Andrés Manuel López en su proyecto de poder.

Lo que Núñez Esteva hizo con la Convención Nacional de Contribuyentes, ni el líder sindical más “blanco” o “charro” lo ha hecho jamás, pues sería como exigir a los patrones rebaja de sueldos y mayor carga de trabajo. Lo que la Convención exigió fue: ¡más gasto público, mayor expansionismo estatal y alza de impuestos!

Al adherirse al “Pacto Mundial por Empresas Socialmente Responsables”, la COPARMEX impuso a sus agremiados aberraciones como el compromiso de guiarse por el “principio de precaución”, que equivale a detener desde ahora y para siempre toda innovación tecnológica, según el credo ambientalista más fundamentalista.

¿Se acuerdan de la marcha del 27 de junio de 2004 en demanda de seguridad pública, marcha que fue la más concurrida en la historia de la ciudad de México y del país? Pues cuando este movimiento ciudadano empezaba a demandar la cabeza del jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López, ¿quien lo salvó de la guillotina? ¡Pues Núñez Esteva! Los-cómplices-del-terror de La Jornada lo felicitaron y se lamentaron que en 1973 no hubiera habido en Chile un Núñez Esteva para salvar a Salvador Allende.

Tras de dejar la presidencia de COPARMEX, Núñez Esteva no ha parado. En 2009 movió todos sus hilos para llevar a su amigo Emilio Álvarez Icaza a la Presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, aunque fracasó. Si alguien cree que los socialistas fabianos del IMDOSOC y la USEM son la “contra” en la iglesia católica de los partidarios de la Teología del Totalitarismo, está completamente equivocado.

Y si de ello la relación de Núñez Esteva con Álvarez Icaza, una de las figuras principales de Teología del Totalitarismo, no fuera suficiente ¿qué tal la promoción de esa otra figura de los Cristianos por el Genocidio Comunista que es Javier Sicilia? Los días 12 y 13 de enero de 2012, en la ciudad de México, la COPARMEX realizó el “II Encuentro de la Sociedad Civil”, en el cual Sicilia, llevado por Núñez Esteva y Marinela Servitje de Lerdo de Tejada, fue la máxima estrella rutilante. Sicilia, un enemigo declarado de la empresa privada y que culpa a la competitividad -inherente al libre mercado- de la violencia que cobró la vida de su hijo, ¿es alabado como un héroe por una organización que dice defender a los empresarios? En realidad no, ninguna sorpresa.

 

Como el SIDA

Grandes empresarios como Alfonso Romo y Fernando Turner tratando de que, ahora sí, el socialista Andrés Manuel López llegue a la Presidencia de la República. El máximo líder del Consejo Coordinador Empresarial aplaudiendo hasta que le sangran las manos, cuando se aprueba la reforma legal que autoriza a los sinvergüenzas de la Comisión Federal de Competencias a robarle a una empresa hasta el 10% de su capital. El empresario más rico del mundo, salvando de la quiebra a un bastión del anticapitalismo, como es el Pravda Times, además de pedir alza de impuestos para la redistribución de la riqueza mediante el Pacto de Chapultepec (2005).

Cuando la Unión Soviética ya cumplió 20 años de muerta, cuando el Estado de Bienestar está en bancarrota y el intervencionismo estatal -¡no el capitalismo!- enfrenta la peor crisis económica de su historia y cuando un pequeño giro del mundo hacia el capitalismo logra, pese a su modestia, sacar de la miseria más de mil millones de seres humanos en las 3 últimas décadas, a una canalla de empresaurios se le ocurre que hay que implantar el socialismo en México ¡Que anacronismo más grotesco, que caterva de reaccionarios!

Claro que no todos los gatos son pardos y no todos los empresarios amigos de los izquierdistas son socialistas. Unos empresarios juegan a prender veladoras a todos los santos, para que el que llegue les respete sus derechos o sus privilegios (o se los conceda). Otros creen que alimentando cocodrilos no serán mordidos. Y por supuesto, no faltan los idiotas útiles. Mas la voz cantante la llevan los socialistas vergonzantes de la USEM.

Empero se pueden sacar cosas dos buenas de este muladar:

Primera, el cobrar conciencia de que lo que hoy por hoy impide a México vencer la pobreza mediante la implantación del capitalismo pleno, no es tanto la clase política, como los Caballos de Troya del socialismo empresarial. Ellos son como el virus del SIDA, que destruyen las defensas que permiten al cuerpo resistir ante los gérmenes patógenos que vienen de fuera. Ellos son los que desarman a los empresarios ante sus verdugos.

Segunda, que el vuelco radical de los empresarios fabianos hacia la causa anticapitalista nos abre a los partidarios de la libertad una oportunidad invaluable, sí, para crear un gran movimiento en defensa de la libre empresa y un una organización que defienda los intereses de cientos de miles empresarios y no los de sus enemigos.