En defensa del neoliberalismo

 

Por estrecho margen

 

Thomas Sowell

Aunque más gente votó por el Presidente Bush que por cualquier otro presidente en la historia de Estados Unidos, aún así fue una victoria por estrecho margen, y por estrecho margen se salvó esta gran nación.

¿Puede usted imaginar como sería tener a un liberal de Massachusetts llenando las cortes federales a todo lo largo del país, incluyendo la Corte Suprema, con jueces liberales que durante muchas décadas por venir estarían dejando en libertad a criminales, así como también denegando repetidamente el derecho del público a gobernarse en asuntos como el matrimonio entre homosexuales?

Con tantos miembros por retirarse en la actual Corte Suprema, las opciones de sus sucesores tendrán consecuencias históricas. Esas consecuencias podrían ser trágicas si son reemplazados con más magistrados que piensan que su trabajo es el de imponer sus ideas favoritas  o peor aún, el de guiarse por lo que esté de moda en otras países, en vez de por lo que está escrito en la Constitución de los Estados Unidos que juraron proteger.

El presidente Bush ha hecho unas nominaciones judiciales, que han sido bloqueadas o dilatadas por los demócratas del Senado, encabezados por el Senador Tom Daschle de Dakota del Sur. Quizás la derrota de Daschle en las elecciones le enviará un mensaje a los demócratas del Senado que no los enviaron a Washington para hacer obstrucción partidista.

Las implicaciones de esta elección van más allá del gobierno. Los resultados electorales demuestran que los grandes medios de comunicación han perdido el poder de controlar lo que la gente pueda saber o no saber. Si no hubieran existido medios alternativos - los programas de radio, el canal de televisión Fox News y la Internet - el público sólo hubiera oído propaganda pro-Kerry enmascarada como noticias.

Los documentos falsos de Dan Rather sólo eran la proverbial punta del iceberg. Ted Koppel contribuyó el “periodismo de emboscada” en contra de John O’Neill y de los Veteranos de las Lanchas Rápidas por la Verdad (Swiftboat Veterans for Truth). Lo de Koppel fue un poco más astuto pero no menos deshonesto que lo de Rather. Cuando Chris Matthews mandó a callar a gritos y trató de intimidar a Michelle Malkin en el programa Hardball de NBC tampoco estuvo en su mejor hora.

Abundan otros ejemplos. Durante mucho tiempo, el doble estándard de los medios de comunicación ha aplicado a todo, desde reportar estadísticas de desempleo hasta exigir ver los expedientes militares de los candidatos.

Cuando la tasa de desempleo era de 5.4% durante la Administración Clinton, eso fue visto como un gran logro, pero la misma tasa de desempleo ha sido tratada como un desastre bajo el Presidente Bush.

Los cargos infundados de que los republicanos estaban tratando de suprimir a votantes que pudieran votara en contra ellos han resonado en los medios. Pero el hecho, demostrado, de que los demócratas intentaron impedir que se contaran los votos de ausentes de los miembros de las Fuerzas Armadas que estaban en el exterior en el 2000, y que los demócratas también intentaron impedir que Ralph Nader fuera puesto en la papeletas electorales, se mencionó muy poco en los medios.

Algunos rumores infundados fueron suficientes para mantener a los medios acechando por meses al Presidente Bush, exigiendo más información sobre su servicio militar, incluso después de que firmara la planilla oficial que puso a la luz pública su expediente militar. El Senador Kerry nunca firmó esa misma planilla pero este hecho nunca fue reportado.

Nadie nunca incluso planteó la obvia pregunta sobre porque la honorable baja del Teniente Kerry de la Marina fue hecha durante la Administración Carter, aunque su servicio terminó antes. ¿Fue su  baja original no honorable, pero solo fue hecha “honorable” retroactivamente bajo los demócratas?

No sabemos y nunca lo sabremos, siempre y cuando los medios piensen que su trabajo es filtrar y mentir a favor de sus propias causas y candidatos, en vez de informar al público y dejar que sea la gente la que decida.

Algunos están diciendo que los demócratas van a tener que preguntarse que hicieron mal, si es que desean recuperar el apoyo popular. Ya es hora que los grandes medios hagan lo mismo.

Quizás en la medida que los envejecidos locutores de noticias se retiren, y sean reemplazados por gente más joven que no se haya visto sometida al embriagador sentido de poder que los medios adquirieron durante la guerra de Vietnam y el caso Watergate, quizás entonces las salas de prensa pongan más énfasis en las noticias y menos en la propaganda.

Los resultados electorales nos han salvado de lo peor, pero nos llevará mucho tiempo y esfuerzo alcanzar lo mejor.

Traducido por Alfonso Colombano.