Thomas Sowell¶ Las reacciones a las recientes críticas de Bill Cosby sobre algunos patrones de conducta contraproducentes entre la población del gueto negro han ido desde los aplausos hasta los ataques de liberales blancos como Barbara Ehrenreich en el New York Times. “Multimillonario ataca crudamente a negros pobres’’, dice la Sra. Ehrenreich en el New York Times. A través de los años, Bill Cosby ha dado tanto de sus esfuerzos y de su dinero para el progreso de los negros que ciertamente que no necesita lecciones de Barbara Ehrenreich sobre como ayudar a su propia gente. Pero esos intentos de posar como una amiga y una defensora de los negros tienen implicaciones que van mucho más allá de una tonta mujer. ¶Según la Sra. Ehrenreich, “es tan 1985 golpear a los negros pobres”. Entre sus otros comentarios, tan radicales, tan chic, está que “debe ser divertido golpear gente demasiado joven y demasiado pobre para defenderse. Si no fuera así, el anciano multimillonario no lo haría’’. Esta es una de las innumerables manera en que la izquierda evade las críticas: calificando las críticas de “bajos ataques” (“bashing”) y desviando la atención hacia los presuntos deleznables motivos de los críticos. ¶“Los amigos no dejan que los amigos manejen borrachos” dice un lema. Si uno aprecia a alguien, no permite que se auto-destruya sin llamarle la atención. Los que quieren impedir que se critique a los negros, no son sus amigos. ¶La crítica es parte del precio del progreso. El profesor de economía Walter Williams ha dicho que un momento decisivo en su educación – y de su vida – fue cuando un maestro en el gueto de Filadelfia lo criticó duramente por desperdiciar sus capacidades en tonterías de adolescente. La crítica dolió y no había ninguna Barbara Eherenreich para defenderlo. Así que le dio un viaje a su vida. ¶Mi propio momento de la verdad llegó cuando un compañero de cuarto de Harvard me dijo un día: “Tom, ¿cuándo vas a dejar de bobear y vas a trabajar en serio?’’ ¶¡Bobear!! No sabía de qué estaba hablando. Creía que estaba trabajando mucho. Pero cuando llegaron las notas de mediados de curso – dos D y dos F en mis cuatro cursos – se hizo dolorosamente evidente que no estaba trabajando lo suficiente. Iba a tener que trabajar, o irme, y no tenía ningún lugar a donde ir.¶Había estado solo desde hacía años y me había endeudado para poder entrar en Harvard. Y además no tenía Barbara Ehrenreich para que me defendiera. Así que me puse a estudiar y conseguí graduarme con honores. ¶En la actualidad, ¿cuántos maestros blancos se atreven a criticar a los jóvenes negros del gueto? ¿Cuántos estudiantes universitarios blancos van a decirle a su compañero de cuarto que se deje de bobear?¶ En el clima actual, demasiados maestros piensan que le están haciendo un favor a los estudiantes negros alimentando resentimientos del pasado y diciéndoles lo oprimidos que están en el presente, y como su futuro está bloqueado por el racismo de los blancos. Con estos amigos no hacen falta enemigos.¶ ¿Para qué soportar todo el trabajo, toda la auto-disciplina y toda la renunciación que necesita una educación de primera si los blancos van impedir que uno triunfe de todas maneras? La gente que ha estado empujando esta política desde muchos años se encuentra súbitamente sorprendida y apenada al descubrir que muchos estudiantes negros de todo el país consideran que luchar por la excelencia académica es “actuar como los blancos” .¶De la misma forma, muchos jóvenes negros consideran que hablar en correcto inglés o inclusive observar las reglas de la cortesía es “actuar como los blancos”. Los liberales blancos suelen animarlos en su comportamiento auto-destructivo o, por lo menos, los “comprenden” y los defienden.¶ Muchos liberales blancos, en efecto, han adoptado a los negros como mascotas. Las mascotas sirven para simbolizar algo pero el verdadero bienestar de la mascota misma casi nunca representa una gran preocupación. Desde hace mucho tiempo, la izquierda ha utilizado a los negros para culpar a la sociedad americana. ¶Gente como Barbara Ehrenreich se divierten diciendo cosas ingeniosas para criticar la sociedad americana, ya sea en el tema de la raza o en cualquier otro. Las consecuencias prácticas de su visión liberal sobe los negros recibe muy poca o ninguna atención. ¶ Por consiguiente ¿qué importa que las patologías sociales de la comunidad negra hayan empeorado tan terriblemente desde que las doctrinas de la izquierda se convirtieron en política en los años 60? Lo que le importa a la izquierda es la visión, y las oportunidades para hacer ingeniosos juegos de palabras.¶ Traducido por AR
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