En defensa del neoliberalismo

El tiempo lo define todo en Venezuela
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La situación política en Venezuela ha seguido un patrón que muchos no estaban en condiciones de imaginar, a pesar de tener un referente tan cercano, como es el caso cubano.

Más adelante lo podremos analizar en detalles, pero urge plasmar la estrategia que el régimen venezolano está implementando en estos momentos siguiendo las orientaciones de sus asesores cubanos.

El panorama se hizo bien claro cuando los diputados del oficialismo se incorporaron a la Asamblea Nacional, luego de un supuesto acuerdo con la oposición oficialista.  Sin embargo, la figura del desacato no se elimina. Eso quiere decir que la Asamblea Nacional sigue sin poder legislativo.

Con este escenario, todo está listo para que a partir del 5 de enero del 2020, la Asamblea Nacional que será presidida por Timoteo Sambrano le sea suspendida la condición de desacato y retome todos sus poderes y facultades.

La nueva mayoría de la Asamblea Nacional estará conformada por los diputados del “Polo Patriótico” y los diputados de la oposición oficialista y tal vez en ocasiones voten con ellos otros diputados de la oposición tradicional.

Ante esta estrategia nada se puede hacer, porque desde el punto de vista constitucional tendrán todas las prerrogativas y el régimen la fuerza para hacerla cumplir. De aquí partirá el nuevo cronograma electoral del Poder Legislativo, que según Timoteo Sambrano debe ser entre julio y septiembre del próximo año.

El régimen confía tanto en su estrategia, que se mantiene a la ofensiva. Además, ya otras iniciativas impulsadas por el Foro de Sao Paulo están funcionando como la desestabilización de los países más vulnerables de la región como son Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, y Argentina está en espera de los resultados electorales de fin de mes.

A todo eso hay que agregar la situación política de los Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump está bajo asedio constante y no puede complicarse con un conflicto bélico en Venezuela, más tan cerca de un proceso electoral de reelección. Todo eso lo saben sus adversarios y ponen a Maduro a ganar tiempo, frente a una oposición que ya no cuenta con ningún tipo de fuerza para removerlo del poder.

Resumiendo, que a partir del 5 de enero la propia oposición se encargará de anularse entre sí y el régimen no tendrá necesidad de ejecutar acción alguna, que lo descalifique ante la opinión internacional. La Asamblea Nacional recuperará su institucionalidad de origen y no hay razón alguna para tener un presidente encargado, y de serlo, sería el presidente de la Asamblea Nacional Timoteo Sambrano, que de seguro no aspirará a esa posición.

Conclusiones, que el futuro de Venezuela está bastante tétrico y las posibilidades de salir de la dictadura cada día se alejan más. Lamentablemente, con muy pocas informaciones podemos llegar a estas conclusiones, mientras los líderes de la región que se supone estén bien informados, le siguen pasando gato por liebre: matando hormigas sin atreverse a ir al hormiguero, que es el régimen cubano.

Miami, 9 de octubre, 2019