JAMES TARANTO
Will Weissert, corresponsal en La Habana de Associated Press, le echa una
mirada dura, escéptica al gobierno que el periodista tiene por misión cubrir.
Bueno, la verdad es que no lo hace. En realidad su reporte es encomiástico.
Las pancartas que siguen colgando de balcones y fachadas meses después que los
cubanos celebraran el 80 cumpleaños de su líder expresan buenos deseos: "Fidel,
80 años más". Puede ser que Fidel Castro no ande muy bien, pero es un ejemplo
vivo de lo que algunos cubanos se sienten orgullosos: una esperanza de vida
promedio muy similar a la de los norteamericanos.
Y si la CIA lo dice, debe ser verdad:
Según el World Fact Book del 2007 de la CIA, el promedio de esperanza de vida en
Cuba es de 77.08 años, el segundo en América Latina después de Puerto Rico, y
más de 11 años por encima del promedio mundial.
Dice también que la esperanza de vida en Cuba promedia 74.85 años en los hombres
y 79.43 en las mujeres, cuando en el caso de los norteamericanos es de 75.15 y
80.97 respectivamente.
Weissert no nos dice cuál es la fuente de la información de la CIA. ¿Provienen
estas cifras del régimen totalitario cubano y, de ser así, deberíamos aceptarlas
automáticamente al pie de la letra? Son varias las preguntas obvias que un
periodista serio desearía hacer en relación con esas cifras. La más obvia de
ellas: ¿incluyen las personas que mueren tratando de escapar?
Hace dos años le llamamos la atención a Nick Kristof del New York Times por una
información falsa según la cual la tasa de mortalidad infantil en los Estados
Unidos era peor que la de Cuba y mucho peor que las de otros países avanzados.
Resultó que la causa de esto es que los médicos norteamericanos son los únicos
que realizan esfuerzos heroicos para salvar a los nacidos prematuramente, los
que en otros países son descartados y nunca se registran como nacidos. Tomar en
cuenta un número mayor de muertes de los nacidos vivos hizo descender la
esperanza de vida de los norteamericanos.
¿Cuán parcial a favor de la dictadura comunista cubana es el reporte de Weissert?
Veamos esta cita:
"A veces uno tiene todo lo que desea comer y otras no", dijo Raquel Naring, una
jubilada de 70 años que trabaja en una gasolinera. "Pero no hay viejos que
duerman en la calle como en otros lugares."
Si una anciana norteamericana le dice a un periodista que "a veces uno tiene
todo lo que desea comer y otras no", ¿hay alguna duda de que escribiría un
artículo criticando el vergonzoso desprecio de nuestro país por los ancianos,
los pobres y los hambrientos? ¿A qué se debe que los periodistas
norteamericanos tengan una disposición más favorable hacia un gobierno comunista
que odia a los Estados Unidos que hacia su propio país?
Tomado del Opinión Journal del WSJ
Traducido por Félix de la Uz