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John Bolton ha comenzado la
limpieza de N.U |
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Janice Shaw
Crouse
Apenas unas semanas después de su nombramiento como embajador de EEUU
ante Naciones Unidas, John Bolton ha cogido la pluma y ha propuesto
casi 800 cambios en un documento que tenía casi 40 páginas con las
habituales proposiciones dirigidas a aumentar el poder de NU para
dirigir el mundo. Se suponía que el documento, emitido por el
presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Jean Ping de
Gabón, iba a ser automáticamente aprobado por los casi 200 jefes de
estado que van rumbo a Nueva York para la Cumbre Mundial de mediados
de septiembre.
La medida de Bolton es su propia declaración de independencia y
establece claramente su oposición a la Vieja Guardia que ha dominado
la Asamblea General durante décadas. Aunque Bolton optó por una vía
bastante indirecta para establecer su poder en Naciones Unidas, no
cabe duda de que ha arrojado el guante a esos detractores que lo han
llamado "un tonto anti-UN". Su astuta decisión está ganando apoyo
entre los diplomáticos cansados de la prepotencia de NU, mientras que
los críticos de siempre lo están denunciando como un "saboteador" más
bien que un "embajador."
Su sorpresiva decisión - pulverizar las 40 páginas de documento - le
hace saber al Secretario General Kofi Annan y a sus colegas que va
escrutar cada palabra de su tediosa retórica (sobre "divisiones
digitales" y "ocupación colonial extranjera") y que ninguno de sus
utópicos objetivos (el Tribuna Penal Internacional o la redistribución
de la riqueza mundial) o su criptolenguaje de ocultos significados va
a pasar inadvertido ante sus ojos.
Bolton no va a tolerar que sus tácticas diversionistas (concentrarse
en los problemas mundiales en vez de en la corrupción interna de NU)
desvíen la atención de los escándalos acontecidos bajo la dirección de
Annan. Ni declaraciones grandilocuentes ni ridículas teorías van a
pasar inadvertidas ante el severo escrutinio de John Bolton, que
quiere ver que genuinas reformas sustituyan las políticas
auto-complacientes que, durante tanto tiempo, han enmascarado la
agenda especial de la izquierda en Naciones Unidas.
Bolton tiene reputación de "diplomático duro" que sabe como conseguir
resultados y como parar en seco los esfuerzos por limitar la soberanía
nacional de Estados Unidos. Bolton se opone activamente a todos los
esfuerzos internacionales para limitar el poder y las capacidades
defensivas de Estados Unidos. Se opuso activamente a los esfuerzos de
Annan para declarar a Naciones Unidas como la única entidad legítima
que puede usar la fuerza en disputas internacionales. En realidad, ha
calificado las declaraciones de Annan de "asombrosas" en su audacia.
Fue un agudo crítico cuando el presidente Clinton aprobó el Tribunal
Penal Internacional (ICC). Criticó "el nebuloso romanticismo" del ICC
como "no sólo ingenuo sino peligroso." También se opuso a la firma
del Tratado de Prohibición de Pruebas (que fue posteriormente
rechazado por el Senado, en parte debido a la campaña de Bolton en
contra del mismo). Bolton se opone enérgicamente a los tratados que
nadie puede aplicar; es un realista que puede desinflar cualquier
pomposa retórica y dejar ver la cruda realidad subyacente.
En resumen, el enfoque diplomático de Bolton está encarnado en la
frase "la paz a través de la fuerza." por ejemplo, ha recomendado que
Estados Unidos le deje claro a Corea del Norte que EEUU no tienen nada
que ganar estableciendo relaciones diplomáticas "normales" con una
nación delincuente.
Cuando lo nombraron para el cargo en NU, Bolton dijo, "Queremos una
organización más fuerte, más efectiva, fiel a los ideales de sus
fundadores y lo suficientemente ágil para actuar en el siglo XXI." Y
añadió, "Será un privilegio ser un defensor de los valores e intereses
americanos en NU -- y, en las palabras de la Carta de las NU, ayudar a
mantener la paz y la seguridad internacional."
Es hora de tener un "un defensor de los valores e intereses americanos
en NU." La cuidadosa edición que Bolton ha hecho de la proposición
para la cumbre de NU significa que sus críticos van a tener que, o
bien discutir cada cambio o aceptar la sugerencia de Bolton: limitarse
a una simple declaración de dos páginas afirmando los principios
democráticos. El embajador Bolton dijo una vez que no significaría
nada para el mundo que desaparecieran 10 pisos de la sede de N.U. Los
cambios de lenguaje que ha propuesto, con sus vastas ramificaciones
políticas, barrerían con el detritus de la gestión de Annan y
establecerían un nuevo estándar para el discurso diplomático en la
sede de NU; ciertamente que sus críticos tendrán que trabajar duro
para confrontar al embajador Bolton. Ha demostrado que no tiene nada
que ganar haciéndole el juego a la burocracia de UN o a las naciones
delincuentes. Sus observaciones han dado un duro golpe a la pomposa
vacuidad de los documentos y las políticas de NU. Puede que sus
detractores lo detesten pero van a tener que tomarlo en serio.
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