En defensa del neoliberalismo

  

Con gazolinazos y albazos legislativos,

inicia el atraco fiscal

 

La redistribución [de la riqueza] no es de ricos a pobres, sino de
 grupos
desorganizados a grupos organizados.

 

                                                                                                                                                             Carlos Rodríguez Braun

 

EL PRI ya no se pudo aguantar hasta el próximo período de sesiones de la Cámara de Diputados para iniciar el nuevo atraco fiscal: lo está comenzando ahora. Por un lado el gobierno de Enrique Peña sube los impuestos en forma disfrazada mediante el alza del precio de las gasolinas; por otro lado, los legisladores priistas –sendos albazos legislativos de por medio- intentan elevar las cuotas obrero-patronales del IMSS e imponer un nuevo gravamen (regalías) a la industria minera, a más tardar el 30 de abril, día en que concluye el primer periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados.


La maniobra tiene tres propósitos: primero, aumentar la recaudación y destinar los ingresos extra para la compra de votos; segundo, reducir el paquete de alza fiscal que tendrá que negociar con las demás fuerzas políticas a partir de agosto de 2013,; tercero, tantear la capacidad de respuesta de la sociedad ante las alzas impositivas golpeando a grupos que los priistas suponen vulnerables, en preparación del gran atraco a cometer dentro de unos meses
más.


Los gasolinazos se quedaron sin pretextos


Durante la administración de Felipe Calderón el precio de la gasolina Magna aumentó en 66%. El pretexto fue que el precio del combustible era más alto que en Estados Unidos y la diferencia constituía un “subsidio” del gobierno a los automovilistas, “regresivo” porque supuestamente beneficiaba a los sectores de mayores ingresos en perjuicio de los sectores de menores ingresos.

Los políticos profesionales, los ambientalistas radicales y los kapos fiscales –en particular Luis Foncerrada (el peor de ellos) director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado- clamaban histéricos para que se suprimiera el “subsidio” y se subiera el precio de la gasolina.

Todo ese discurso era un conjunto de patrañas:

1. Es falso que haya habido permanentemente un “subsidio” a las gasolinas. Como puede observarse en el gráfico elaborado por el ingeniero Manuel Aguirre Botello, sólo en 2007 y entre 2009 y 2012 la gasolina en Estados Unidos fue más cara que en México.

 

Fuente: http://www.mexicomaxico.org/Voto/GasolMexUSA.htm

1. La diferencia entre los precios de Estados Unidos y México es resultado de una distorsión del mercado, producto de las regulaciones absurdas del gobierno de Barack Obama, que encarecen artificialmente los precios de los combustibles. Al respecto léase lo expuesto por la Heritage Foundation: ¿Qué hace que se disparen los precios de la gasolina en California? (http://www.libertad.org/que-hace-que-se-disparen-los-precios-de-la-gasolina-en-california-10340/); Las 10 peores normativas energéticas de Obama (http://www.libertad.org/las-10-peores-normativas-energeticas-de-obama-7429/), 10 formas de bajar los precios de la gasolina (http://www.libertad.org/10-formas-de-bajar-los-precios-de-la-gasolina-7632/

2. Si hubo un “subsidio”, éste provino de los contribuyentes de mayores ingresos, no del gobierno que no produce riqueza alguna y vive de la ajena, ni tampoco de las personas de menores ingresos que comparativamente hacen una aportación mucho menor al fisco. En todo caso eso habría aligerado –en realidad muy poco- la carga de los contribuyentes de altos ingresos en los que recae en forma abrumadora el sostenimiento del Estado, pero sobre todo habría aligerado la carga de las personas de menores ingresos, que de otra manera habrían tenido que pagar en más por un aumento más rápido de los precios de la gasolina.

3. En el mismo sentido y según la ley, el petróleo y Pemex son propiedad de los mexicanos, no del Estado. Entonces, los automovilistas beneficiados con el supuesto subsidio habrían dispuesto de una fracción de la parte de alícuota que les corresponde de las ganancias de PEMEX ¡Cual subsidio!

4. En la casi totalidad de los países productores de petróleo, los precios de la gasolina en el interior son inferiores a los exteriores, a los internacionales. La diferencia tiene una explicación económica: es menos caro llevar el combustible dentro de Kuwait que llevarlo a Australia. Si PEMEX debe importar parte de la gasolina que vende, eso es producto de su extraordinaria ineficiencia.

Según unas estimaciones, en enero de 2013 el precio de la gasolina en México ya era igual al de Estados Unidos. En abril de 2013 el precio del litro de Magna es de 11.61 pesos, mientras que el de su equivalente estadounidense es de 11.21: aquí es ya es 40 centavos más cara.

Pero el gobierno pretende seguir subiendo el precio de la gasolina. A este ritmo en diciembre de 2013 la Magna costará 13.55 pesos: 23% más que en diciembre de 2012 y alrededor de 20% por encima del precio internacional.


De este modo el gobierno tendrá unos 90 mil millones de pesos más de ingreso, lo que equivaldrá a poco más del 0.5% del PIB. Esto no es sino
alza de impuestos disfrazada, para colmo realizada en forma ilegal, cuando el ejecutivo federal se arroga facultades para-legislativas. La consecuencia será el que si originalmente calculamos que el 9 de abril era el Día de la Libertad Fiscal, o sea la fecha a partir de la cual los mexicanos dejamos de trabajar para el Estado y nuestro dinero lo podemos gastar en lo que realmente queremos, la fecha se recorrerá –y sólo por este gravamen- al menos 2 días. Esto es: menos de nuestro dinero en nuestros bolsillos, más en manos de la cleptocracia.

 

Más de dinero de usted al hoyo negro del seguro social

El 19 de marzo de 2013, el priista Sergio Torres Félix presentó ante la Cámara de Diputados una iniciativa para elevar las cuotas obrero-patronales bajo el disfraz de cambios en la base del cálculo de las mismas. En lugar de que se considere el salario simple de los empleados, debe considerarse también las prestaciones que los empleadores otorgan además del salario base.

Los priistas no han tenido la cortesía de explicar lo que eso significaría en pesos y centavos, pero algunos organismos empresariales estiman que el incremento podría ser de hasta el 30%. En 2011 las cuotas obrero-patronales ascendieron a más de 187 millones de pesos, equivalentes al 1.3 del PIB. Con el aumento las cuotas podrían llegar a más de 240 mil millones de pesos o más del 1.6% del PIB.

Hicimos un cálculo sobre el Día de la Libertad Fiscal que no incluyó, aunque debería haberlo hecho, las cuotas obrero-patronales al IMSS. De esa manera el Estado toma de los contribuyentes no el 26.5% del PIB, sino el 27.8%. El Día de la Libertad Fiscal no sería entonces el 9 de abril sino el 13. Pero con el alza se recorrería en realidad un día más (casi tres meses y medio del año dedicaríamos lo mexicanos a mantener al Estado).

El alza de las cuotas obrero-patronales significará el encarecimiento de los costos laborales y por ende la creación de menos empleos productivos y más pobreza.

Las cúpulas empresariales han reaccionado contra el contenido de la iniciativa y contra las formas, esto es, contra la negación que el derecho de los gobernados a ser consultados sobre las decisiones de sus representantes, con tiempo suficiente para exponer sus razones y tratar de influir, para no ver lesionados sus intereses.

Quepa decir, que las cúpulas empresariales cosechan lo que han sembrado con su ruin campaña para promover la generalización del IVA. Los líderes empresariales, que actúan como kapos fiscales, no quieren entender que la mejor manera de defenderse contra las alzas impositivas que lesionan más directamente a las empresas, es luchar contra toda alza de impuestos, no promover que el Estado ahora extienda su garra contra los más pobres gravando el consumo de alimentos y medicinas.

Ocurre entonces, algo muy parecido a lo que sucedía en los campos de exterminio nazi, cuando los kapos, dedicados a traicionar a sus compañeros de cautiverio, recibían de sus amos de las SS -en pago por su abyección- una puñalada en la espalda.

Y que los sepan los líderes empresariales que actúan como kapos fiscales: si siguen con su abyección, si siguen promoviendo la generalización del IVA y la extensión del terrorismo fiscal, lo único que seguirán recibiendo por su colaboracionismo será más puñaladas por la espalda.

Ante las protestas light de las cúpulas empresariales, Manlio Fabio Beltrones, el líder de los diputados priistas, respondió: las presiones empresariales “no doblegarán jamás” la labor del Poder Legislativo.

No sorprende la respuesta de quien es el arquetipo del vividor de los contribuyentes, del cacique que se cree dueño del país (y a quien sus compañeros mafiosos cariñosamente le dicen “Beltroni”). Pero el que su actuación no sorprenda tampoco impide recordarle a este señor que, al menos según la ley, su obligación como servidor público es la de representar a quienes pagan su muy abultado estipendio, no el procurar su mayor expolio.

Lo peor del aumento de las cuotas obrero-patronales sería destinar más dinero de los productores de la riqueza a esa bestia depredadora de apetito infinito, que es el sindicato del IMSS. Esta organización ya ha quebrado a la institución. Casi el 100% de las cuotas obrero-patronales se destina a los más de 172 mil “trabajadores” en activo. Además, en 2011 se erogaron 657 mil millones de pesos para las jubilaciones y pensiones de los propios empleados de la institución, que gozan de retribuciones muy por encima de los asegurados pensionados y jubilados a los que en teoría sirvieron. El pasivo laboral total del IMSS ronda ya el 1.8 billones de pesos y en 2016 la institución estará en quiebra total.

La única alternativa es aceptar la quiebra del IMSS, suprimir este auténtico agujero negro y dejar en libertad a los asegurados de utilizar lo que hoy se destina a cuotas a que cada quien las utilice en servicios privados, según su conveniencia. Y junto con esto habría que desconocer por completo el pasivo laboral y no admitir pagos a los jubilados y pensionados del IMSS superiores a los que hoy reciben los asegurados, en beneficio de quienes –en teoría- se constituyó el seguro social.


Más expolio contra la industria minera


El 14 de marzo los priistas Adolfo Bonilla y Marco Antonio Bernal presentaron una iniciativa para reformar la ley minera y leyes fiscales, a fin de imponer a las empresas un nuevo gravamen, las regalías, del 4% sobre sus ingresos.

Plumíferos al servicio del PRI se han encargado de propalar la mentira de que las empresas mineras tienen en México un “paraíso fiscal”. La carga fiscal total de las mineras en nuestro país es del 40% sobre sus ganancias, una de las más altas de América Latina y con la imposición de las regalías sería la más elevada.

Además, las mineras padecen de un elevado costo regulatorio y sufren del acoso de grupos radicales anti-minería, empeñados en impedir todo nuevo proyecto y en cerrar los existentes, con la complacencia de gobernantes locales y federales.

No vamos a defender a los empresarios mineros y sus ganancias, cuando ellos hacen una defensa tan pusilánime de sus legítimos intereses o se niegan (en el caso concreto de la Cámara Minera de México) a proporcionar información, que permitiría presentar mejor su caso ante la opinión pública.

Lo que sí debemos advertir es que menos dinero en manos de los mineros y más en manos del Estado, significará menos inversión, menos formación de capital y menos empleos productivos, así como más privilegios para la burocracia y la clase política, más despilfarro y más corrupción.

http://nomasimpuestos.net/tu_firma_cuenta/

…Pero el Día de la Libertad Personal lo vamos a

celebrar hasta… el 10 de mayo

En la entrega número 31 de Resistencia Fiscal expusimos el cálculo del Día de la Libertad Fiscal en México, que correspondería en 2013 al 9 de abril. Es decir, a partir del 1 de enero y hasta el 8 de abril los mexicanos trabajamos para sostener el gasto del Estado y sólo a partir del siguiente día el dinero que ganamos con nuestro esfuerzo lo empezamos gastar en lo que realmente queremos.

Esos 98 días dedicados a trabajar para el Estado representaron el 26.5% del año, el mismo porcentaje que el gasto público total (federal y local) de 3,814,393,741,091 pesos representó del PIB de 2011 (14,395,832,797,250 pesos).

Pero en el cálculo omitimos las cuotas obrero-patronales para el Instituto Mexicano del Seguro Social. Esto también es gasto estatal, pues el IMSS es una institución pública, que se financia en parte con recursos de la federación y en parte con las cuotas obrero- patronales. Estas fueron de un monto de 187,851,000,000 pesos en 2011, lo que equivalió a 1.3% del PIB.

Pero hay otro concepto que no incluimos y que también debe considerarse en el cálculo: el denominado impuesto-inflación. Este impuesto oculto es resultado del monopolio que el Estado tiene sobre la emisión de la moneda o señoriaje y que le permite quitar una parte de los ingresos a los gobernados, mediante pura manipulación monetaria. Antes, cuando la moneda era de valor intrínseco, el gobierno lo que hacía era raspar las monedas y utilizar el polvo de los metales preciosos, para con ello acuñar más monedas y financiarse de modo adicional. Era otro robo, como el que cometían los falsificadores de moneda y que era muy penado, aunque si lo hacía el Estado era “legal”.

Ahora que existe moneda fiduciaria, lo que el Estado hace es emitir más papel moneda por encima de las necesidades del mercado, todo para aumentar su financiamiento a costa de los gobernados. Eso es la inflación, que tiene por efecto el aumento de los precios. Se trata de la misma maniobra del pasado, pero si quitarle su verdadero peso a las monedas de metales preciosos, sino de una forma más sofisticada.

No tenemos un cálculo propio sobre la magnitud del impuesto-inflación, pero el doctor en economía Carlos Encinas Ferrer lo calculó en 20,233,110,000 pesos para 2011. Nos parece que quizás la estimación sea baja, pero vamos a darla por buena. (1)

Por tanto recalculando, el Día de la Libertad Fiscal no deberíamos celebrarlo el 9 de abril, sino 4 días después, el 13 de abril, pues lo que el Estado tomó de los contribuyentes en 2011 fueron 4,022,477,851,091 pesos o el 27.8% del PIB.

Lo otro más que nos obliga el Estado a gastar
 

Ahora bien, en Resistencia Fiscal 31 referimos que el Premio Nobel de Economía Milton Friedman acuñó en 1974 el término de Día de la Libertad Personal que inicialmente no se diferenciaba del Día de la Libertad Fiscal. Pero después Friedman desarrolló el concepto de su término, para incluir no sólo lo que los habitantes de un país deben dedicar de su esfuerzo a financiar el gasto del Estado, sino también los gastos que deben hacer a causa del Estado, en virtud de las regulaciones que impone a la actividad económica.

Friedman calculó esa carga extra en un 10% del PIB en Estados Unidos. Después esa carga se conocería como “costo regulatorio”.

Para clarificar el concepto, veamos unos ejemplos. Usted tiene que declarar y pagar impuestos, pero no

sólo debe erogar en el monto de lo que le quita el Estado. Además dedicará tiempo y dinero –si por ejemplo recurre a un contador- para hacer su declaración. Pero hay uno y mil trámites que los individuos en general y los empresarios en particular deben hacer para satisfacer las exigencias del Estado. Si usted abre un gimnasio, deberá contar con extinguidores ¡aunque en su local no haya materiales inflamables! Todo esto cuesta.

El Estado no obtiene beneficio económico al imponerle esas cargas, pero ni usted ni sus clientes tampoco. Se trata de puro desperdicio y despilfarro impuesto por innumerables leyes y regulaciones que dificultan la formación de capital y reduce nuestro poder adquisitivo.

Pero el concepto del Día de la Libertad Personal no puede limitarse al costo regulatorio. De hecho todo gasto que debamos hacer por acciones u omisiones del Estado y no solo para financiar sus gasto, impacta en nuestra libertad personal, en la capacidad de disponer de los ingresos que obtenemos gracias a nuestro trabajo.

En México la carga regulatoria (y sólo considerando los trámites impuestos por dependencias del gobierno federal) representó el 4.8% del PIB (poco más de 566 mil millones de pesos) en 2009, según la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER). Según la misma dependencia, debido a sus esfuerzos para suprimir y simplificar trámites, en 2011 y 2012 el costo regulatorio habría bajado a 3.6% del PIB.(2) No nos consta que así haya sido, por lo cual estimamos, conservadoramente, que el costo regulatorio en 2011 debió haber sido de 3.8% del PIB o 547,041,646,296 de pesos.

Pero eso no es todo lo que el Estado nos hace gastar debido a sus acciones y omisiones. Además está el costo regulatorio que imponen los gobiernos locales, el cual no ha sido calculado, pero que estimamos en un 1.5% del PIB o 215,937,491,959 pesos.

Pero las regulaciones imponen cargas adicionales como son el pago de “mordidas” para agilizar trámites o eludir sanciones. No son “sobornos”, son extorsión de “servidores públicos”. Según la encuesta de Transparencia Mexicana en 2010 los mexicanos debimos pagar más de 32 mil millones de pesos en “mordidas”. No todas las sanciones que se buscan eludir son injustas. No se vale, por ejemplo, pasarse los altos de los semáforos ni arrojar basura en las calles y quienes infringen las elementales normas de convivencia civilizada deben ser sancionados y los sobornos que pagan para eludir las sanciones, no son una carga inmerecida. Pero aun así, consideramos la cifra de 32 mil millones de pesos, porque además están las elevadas “mordidas” que las empresas deben pagar para agilizar trámites y que la citada encuesta no refleja.

Por lo que hace a las omisiones del Estado, la peor de todas es el incumplimiento de su obligación primordial -y en realidad la única legítima- de garantizarnos seguridad pública. Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2012 (ENVIPE) del INEGI y que se refiere al año 2011, los actos criminales que el Estado mexicano fue omiso en prevenir, causaron perjuicios por 157,858,286,149 pesos, equivalentes al 1.1% del PIB.

Pero el INEGI realizó otra encuesta enfocada a las empresas y cuyos resultados no se duplican con los de la anterior (Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2012). En 2011 las empresas privadas debieron erogar 115,161,846,469 de pesos, tanto por las pérdidas causadas por el crimen como por el gasto en seguridad privada, ante la omisión estatal, lo que equivale a un adicional 0.8% del PIB.

En total, tanto por el expolio fiscal como por las acciones regulatorias y omisiones del Estado, en 2011 los mexicanos debimos erogar 5,090,477,121,963 de pesos, lo que representa el 35.36% del PIB. De este modo, el Estado nos obliga a trabajar más de la tercera parte del año (129 días) y es hasta el 10 de mayo cuando podemos celebrar nuestro Día de la Libertad Personal.

Cálculos para el día de la Libertad Personal

 

Notas:

(1) Seigniorage and inflation tax in Mexico 1985-2011; TECSISTECATL Vol. 4 Número 13, diciembre 2012; en: http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n13/seigniorage-inflation-tax-in-mexico-1985-2011.html

(2) COFEMER; Beneficios del programa de mejora regulatoria 2011-2012; en: http://www.cofemer.gob.mx/varios/adjuntos/01.11.2012/BENEFICIOS_DEL_PROGRAMA_DE_MEJORA_REGULATORIA_2011-2012.pdf

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Con gazolinazos y albazos legislativos, inicia el atraco fiscal (PDF)