En defensa del neoliberalismo

El saqueo de Haiti Teleco
Por MARY ANASTASIA O'GRADY


El asesinato de un ex director del Banco Central de Haití la semana pasada en Puerto Príncipe podría interpretarse a primera vista como un acontecimiento aislado en un país violento. Pero la muerte de Venel Joseph mientras conducía su auto parece más la obra de sicarios. Se produjo días después de que el Miami Herald informara que el hijo de Joseph, Patrick, es un testigo clave en un caso de coimas en Miami que involucra sobornos pagados por compañías de telecomunicaciones estadounidenses a funcionarios haitianos. Joseph hijo, según fuentes del Herald, muy probablemente identificó al ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide como uno de esos funcionarios.
 
Associated Press

 Jean Bertrand Aristide

Los documentos del caso no mencionan a Aristide, pero el Herald informó que abogados familiarizados con el caso aseguran que un individuo cuyo nombre no es mencionado en el documento, pero al que se refiere como "Funcionario B", "es el ex presidente". El Departamento de Justicia de Estados Unidos argumentó en la corte que el "Funcionario B" y Patrick Joseph, quien se desempeñó como director general del monopolio estatal de telecomunicaciones Haiti Teleco, recibieron sobornos de empresas estadounidenses a cambio de precios favorables para las llamadas a Haití. Joseph se declaró culpable de aceptar sobornos y está cooperando con el Departamento de Justicia, según el artículo del Herald.

Es un caso que debería interesar a EE.UU. no sólo porque significa que Aristide –quien era, según una detallada demanda presentada por Haití en una corte civil del sur de la Florida en 2005, un "hombre fuerte" notoriamente corrupto– podría ser llevado ante la justicia. También sería un paso hacia el fin de la impunidad en Haití, lo cual sería a su vez bueno para la estabilidad política y los intereses estadounidenses en el hemisferio. El abogado estadounidense de Aristide, Ira Kurzban le dijo al Herald que "no hay una gota de evidencia" en contra de su cliente en los documentos del caso.

Pero para los estadounidenses podría haber una razón incluso más importante para prestar atención: es posible que al llegar al fondo de la forma en la que Haiti Teleco operó durante los años en los que Aristide estuvo en el poder, los investigadores finalmente descubran los detalles del acuerdo que Fusion Telecommunications, dirigido por el ex presidente de finanzas del Partido Demócrata Marvin Rosen junto a Joseph P. Kennedy II y con varios influyentes demócratas en la junta, tuvo en Haití durante los años de gobierno de Bill Clinton. Eso sería edificante, teniendo en cuenta la forma en que Clinton inexplicablemente toleró el despotismo de Aristide incluso después de que EE.UU. lo devolviera al poder en 1994.

En aquel entonces, los haitianos que trabajan para Teleco me contaron en voz baja acerca de los supuestos sobornos. Teleco era una de las pocas fuentes de dinero del país y alegaban que el acuerdo entre Fusion y Aristide implicaba que la empresa estaba siendo saqueada. Aseguraban que Fusion tenía una oficina en Teleco, tenía acceso a la red de la empresa con grandes descuentos y le estaba pagando a Aristide por ello.

No obstante, no había transparencia en Teleco y estos valientes patriotas tenían miedo de llevar sus denuncias a la luz pública. Fue únicamente después de que Aristide fuera sacado del poder por una revuelta popular en 2004 que el gobierno interino pudo confirmar que la compañía había sido saqueada.

A finales de 2004 fui contactada por Michael Jewett, un ex ejecutivo de IDT, con sede en Nueva Jersey. Él argumentaba que había sido despedido de la compañía por objetar a un programa de sobornos similar al que los haitianos me habían descrito en el caso de Fusion. Jewett había presentado un caso de despido improcedente que indicaba que se le había dicho que hiciera pagos en una cuenta en el extranjero para beneficio de Aristide. Documentos de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC) probaron que Teleco le había dado a IDT un descuento de 66% con respecto a la tarifa oficial, pero Jewett nunca pudo probar que Aristide fuera el beneficiario del dinero que terminó en la cuenta en el extranjero. Finalmente, IDT llegó a un acuerdo extrajudicial con Jewett.

Ese caso me llevó a pedirle a la FCC una copia de los contratos de Fusion. Me dijeron que el archivo había desaparecido de sus registros. Cuando la FCC pidió a los operadores que enviaran duplicados, Fusion dijo que muchos habían sido destruidos por huracanes y presentó sólo un documento. Luego fue a la corte para evitar que yo lo viera. Recurrí a la Ley de Libertad de la Información para ganar ese caso y descubrí que en 1999 Teleco le había dado a Fusion una tasa de 12 centavos de dólar por minuto, cuando la tasa oficial era de 50 centavos de dólar.

Joseph P. Kennedy II escribió en una carta publicada por The Wall Street Journal que él "no estaba al tanto" de actos ilegales por parte de Fusion. La compañía siempre ha asegurado que es inocente y no ha sido acusada de delito alguno. Pero el Departamento de Justicia ahora argumenta en su caso que otras compañías que recibieron descuentos pagaron sobornos para obtenerlos.

Patrick Joseph podría ser la mejor oportunidad que tienen los haitianos para acceder a la verdad sobre Aristide y sus socios estadounidenses. Pero fuentes dicen que el ex ejecutivo de Teleco aún tiene parientes en Haiti. Si él teme por ellos podría dejar de hablar. Esa sería una de las explicaciones del asesinato de su padre.

Escriba a O'Grady@wsj.com.