En defensa del neoliberalismo

Editorial: EEUU y el candidato para el 2012

La condición de presidente en ejercicios, pone en amplias ventajas al candidato oficialista que va por la reelección. Las herramientas del poder, permiten montar una maquinaria política, que para superarla tienen que coincidir varios factores. Sin embargo, también el candidato del oficialismo tiene que cargar con el desgaste de su período de gobierno, por lo que ese debe ser el puno de partida de la estrategia opositora.

El candidato republicano tiene que enfrentar dos grandes retos: convencer a la base de su partido para que sea nominado como candidato, y si lo logra, entonces presentar una plataforma que convenza a una gama superior de votantes, que incluya las diferentes tendencias dentro del mismo partido, descontentos demócratas y un potencial número de independientes. No es fácil conseguir un candidato que se pueda mover rápidamente hacia tantas direcciones, se necesita un carisma especial.

El candidato republicano, que quiera llevarse la presidencia en las próximas elecciones, tiene que diseñar un plan estratégico que contemple, además de las fallas e incumplimientos de Obama,  la recuperación del liderazgo de los Estados Unidos a nivel mundial. Tiene que proyectar que es capaz de desarrollar una política de respeto y autoridad, principalmente en lo económico, donde Estados Unidos debe imponerse por el volumen de producción y el sello de calidad de otros tiempos.

La responsabilidad del candidato a la presidencia de los Estados Unidos no es solo ganar la las elecciones, sino con ella salvar a la nación. Todo apunta a que hay en marcha toda una estrategia mundial anti sistema. No se pudo eliminar al sistema capitalista mediante la competencia con otro sistema, el socialista, porque fue un fracaso. Ahora se comienza un emplazamiento desmedido de exigencias sociales, para satanizar el sistema capitalista. Lo grave de esta situación es que no hay un sistema de reemplazo, y las reservas económicas en declive, parecen agotarse, para enfrentar esas mismas demandas sociales. Lo que indica que estamos en una situación sin salida y que cada día debe ser peor. Solo se puede avizorar un cataclismo económico y social, que lleve a una anarquía política incontrolable. Situación prefabricada en Europa y ahora en los Estados Unidos, como medida preventiva, ante una inminente llegada al poder de la derecha.

Aunque Barack Obama, como candidato demócrata está bien desgastado, el candidato republicano tiene que cuidarse de los proyectos clientelistas que prevé implementar, al estilo latinoamericano, aunque este país institucionalmente es diferente. Sin embargo, esos programas asistencialistas siempre promueven votantes. Además, aunque haya incumplido en ciertos compromisos como la reforma migratoria, el retiro de las tropas del Medio Oriente y el cierre de la cárcel en Guantánamo, no deja de ser el mejor aliado de la extrema izquierda norteamericana y por qué, no, de la izquierda mundial.

De los potenciales candidatos hasta la fecha, cada cual tiene sus puntos fuertes y débiles. Mitt Romney, pudiera tener una mejor aceptación electoral por los votantes en general, pero confronta problemas de aceptación por la base republicana de su partido. Mientras que Rick Perry,  tiene una clara visión de muchos puntos negativos de la nación, como la situación fronteriza y el desempleo, no ha podido demostrar en los debates que es una alternativa viable por su inconsistencia en sus planteamientos. Sin embargo el candidato republicano que está acaparando más la atención es Herman Caín. Al punto que Aaron Goldstein, enumeró nueve razones por la que debía ser nominado por los republicanos, pero hay factores contemplados en la psicología de las masas que deben tenerse en cuenta como: dos afroamericanos consecutivamente en la presidencia de un país, mayoritariamente anglosajón y una reacción negativa de la propia comunidad afroamericana que lo pudiera interpretar como una degeneración ideológica de su propia raza.

Aunque el escenario político no está completo, pues aún faltan por determinar las fórmulas vicepresidenciales, pero siguiendo el patrón de análisis de los posibles candidatos y sus potencialidades, también debe agregarse el Gobernador Chris Christie, de  New Jersey por si se decide a participar debido al apoyo que ha recibido de otros ex presidentes. Al Gobernador Chris Christie se les atribuyen varios factores positivos en cuanto a su gestión, pero habría que hacer una valoración completa de su “presidenciabilidad”.

Todos los candidatos, además de ser presidenciables tienen que demostrar que son capaces de enrumbar económicamente al país, principalmente con la reactivación de la actividad productiva y la creación de empleos a partir de la empresa privada, no por programas de gobierno. Siempre, teniendo presente que el desempleo es una cuestión política y estructural, no por falta de necesidad social en un mundo donde faltan tantas cosas por hacer y desarrollarse.

Además de lo anterior, los candidatos deben plantearse una definición clara de cómo resolver la seguridad fronteriza y la inmigración ilegal, identificándolos como un problema de seguridad nacional. Aunque todos sabemos que no hay posibilidad política ni jurídica, y mucho menos de logística, para resolver la presencia de un número de millones de residentes ilegales en este país, que ni siquiera se pueden cuantificar. Pero tienen que llevar a debate la necesidad de tener el control de quiénes, viven en los Estados Unidos. 

Por tanto se necesita proyectar algo nuevo, que no sea más de lo mismo, como decía Steve Jobs. Lo primero es despojarse del famoso prejuicio de persecución racial en detrimento de las leyes. Hay que implementar un sistema de identificación nacional, con fotografías biométricas y todas las exigencias tecnológicas de estos tiempos.  Un nacionalismo exacerbado y una plataforma conservadora, le dará la victoria al que así se proyecte.

Sin embargo,  casos puntuales como la política migratoria con respecto a los cubanos, pueden definir estados como la Florida y un enfoque inteligente sobre la inmigración ilegal pude definir el voto hispano. Ambos casos tienen que manejarlos con mucho tacto, teniendo en cuenta ciertas realidades, que no se pueden ignorar.

Octubre, 09 del 2011

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